Jeannette L. Clariond: poesía y heridas, en una antología

CIUDAD DE MÉXICO, junio 8 (EL UNIVERSAL).- En el origen de su antología personal, titulada Ceguera, allí estarás, la poeta y traductora regiomontana Jeannette L. Clariond está en una indagación perpetua, desde la poesía sobre el silencio, sus orígenes y en especial su madre, pero sin que dejen de estar presentes las lenguas en las que se expresa, la historia personal y los secretos familiares, en los que guarda un lugar muy importante la locura y la depresión, que desde un lugar muy oscuro ha empezado a revelarse.

"Es doloroso, pero me parece más difícil y más triste no poder conocer la historia de mi familia. Por eso es tan simbólico para mí el título ‘Recuerdos del porvenir’, porque cuando tú recuerdas entonces se te proyecta todo ese pasado y todo lo que está por venir porque el saber cambia totalmente tu perspectiva y empiezan a cobrar sentido todas estas situaciones que viví y que durante mi infancia y mi adolescencia no podía descifrar", señala Clariond en entrevista sobre esta antología personal en la que congrega una selección de una obra que abarca 13 libros y 38 años de trabajo poético.

A los 11 años, ante una revelación que le hizo su prima Laura, sobre que tenían un tío loco, Jeannette L. Clariond encontró la palabra poética para iluminar las oscuridades y poner sonido a los silencios. "Sí, hay que dejar esa herida y que la manera como se mantiene viva y roja, sin que sangre".

En Ceguera, allí estarás, publicada por la Nueva York Poetry Press, en la colección Piedra de la locura, contiene desde poemas de su primer libro publicado, Mujer dando la espalda, así como textos de dos libros inéditos: La rosa blanca de Duma y Amonites escoliados, pasando por Desierta memoria, Todo antes de la noche, Las lágrimas de las cosas y Leve sangre.

"Sí, esta palabra poética me llegó a esa edad, sí, la necesidad de escribirla, pero recuerdo que desde los 6 años veía una tristeza en mi mamá, aunque mi hermana no la veía y yo le decía, 'viste esto', ella me decía 'para nada' o 'qué rara eres'. Luego lo entendí, porque me parece que el poeta ve cosas que se corresponden con lo que está sintiendo, con algo que intuye y que sabe que algo está mal y que quieres tratar de componer eso en el otro, pero realmente lo quieres componer en ti por la manera en que a ti te afecta", afirma.

La locura y la depresión han rondado los orígenes en los que ha indagado Clariond. Dice que su tío Jorge murió hasta 1993, "pero nunca lo vimos, estuvo siempre encerrado en el psiquiátrico. Mi madre muere en el 88 y luego de su muerte le pregunté a mi papá, qué le pasaba a mi madre, por qué no fue a verlo. Mi mamá tenía depresiones. Yo llegué a ir a Chihuahua a verla al hospital internada", cuenta.

Su indagatoria en ese pasado y en sus orígenes, apenas empieza y eso, sabe, la llevará a escribir más poesía. Clariond dice que ha sabido que en Kerrville, Texas, en el hospital psiquiátrico donde estuvo su tío Jorge, era un lugar donde internaban a los enfermos mentales junto con delincuentes. "Una prima, que tiene acceso a los archivos, me mandó una foto y mi tío estaba con una camisa de rayas". Ese es el principio de una nueva indagatoria, concluye.