Jeremy Allen White, la estrella de moda que encontró en su terapia el trampolín a la fama

El actor de 'El Oso' se consolida como una de las grandes promesas de Hollywood mientras la sed mediática observa su vida privada

Jeremy Allen White se erige como una de las grandes promesas de Hollywood tras su éxito con 'The Bear' (Foto: ROBYN BECK/AFP via Getty Images)
Jeremy Allen White se erige como una de las grandes promesas de Hollywood tras su éxito con 'The Bear' (Foto: ROBYN BECK/AFP via Getty Images)

Jeremy Allen White es el actor del momento. No solo tiene a la crítica rendida a su talento, la industria a sus pies y el interés mediático de su parte tras confirmarse su romance con Rosalía con las fotos de un beso en plena calle de Los Angeles, sino que acaba de confirmar su posición en Hollywood arrasando con su serie en los premios Emmy y Golden Globes en cuestión de pocos días.

Porque el éxito de El oso (The Bear), la serie por la que acaba de ganar ambos reconocimientos a Mejor Actor en una serie dramática, ha expuesto su talento al público internacional, posicionándolo como una de las grandes promesas del momento prácticamente de la noche a la mañana.

El personaje de Carmy, un chef meticuloso que carga con el trauma a flor de piel en medio de un caótico restaurante, le dio la oportunidad de lucirse a lo grande en secuencias intensas que requieren de un talento sin igual, aunque antes nos demostró su carisma en series como Shameless o Homecoming e incluso en otro ámbito artístico durante su adolescencia.

Quizás muchos no lo sepan, pero este intérprete de 32 años que está en boca de medio mundo tuvo aspiraciones que, antes de ser actor, se enfocaban hacia otra disciplina. Como bien ha contado en entrevistas, como la concedida a Interview Magazine en 2016, sus padres lo apuntaron a todo tipo de actividades cuando era niño, como fútbol, lucha libre, béisbol y danza, siendo en esta última donde encontró un oasis de felicidad y talento que le motivó a querer desarrollar una carrera profesional en el baile.

“Me encanta bailar. Me formé como bailarín cuando era joven: jazz, ballet, tap. Salir a bailar con amigos es lo que más me gusta hacer. Saco todos mis viejos movimientos”, contaba Jeremy Allen White. “Todos mis amigos se burlan de mí porque tengo un baile muy específico que hago cuando cambia el tempo. Supongo que se describiría como una cosa extraña de sashay-tap. Pero si pudiera bailar para siempre, sería genial”.

Sus palabras dejan claro que la danza caló hondo y que en la actualidad todavía guarda predilección por este arte, lo que lleva a preguntarnos por qué lo dejó de lado para lanzarse a la interpretación. Viendo lo lejos que ha llegado con series como El oso (disponible en Star+), se puede pensar que la confianza en su talento jugó un papel esencial para lanzarse a un mundo tan complicado como Hollywood, pero lo cierto es que, por pura casualidad, descubrió que ser actor le ayudaba a superar un problema que arrastraba desde su infancia.

En otra intervención con Fault Magazine, contó que tras entrar por error en una clase de interpretación se percató de que dar vida a personajes, adentrarse en sus universos o estar pendiente de las líneas de guion lo ayudaba a estar concentrado. Desde pequeño, tenía dificultades para tener su atención focalizada, pero actuando el problema desaparecía.

“Entré por casualidad en una clase de actuación cuando estaba en séptimo grado, cuando tenía 12 años o algo así”, explicaba. “Practiqué fútbol, ​​lucha libre, béisbol, lacrosse, baile e hice muchas cosas. Me gustó mucho bailar, pero descubrí que podía concentrarme mientras actuaba, algo que me resultaba difícil de hacer, especialmente cuando era niño, e incluso hasta el día de hoy”.

Un método terapéutico que lo condujo a la fama

Tras apuntarse a las clases de su colegio, no tardó en ver que disfrutaba la interpretación de igual manera que la danza. En aquel momento no valoraba una carrera profesional como actor, pero cuando su profesora lo motivó a participar en convocatorias de casting y su talento empezó a abrirle puertas, lo que en un principio era un método terapéutico para superar sus problemas de concentración se convirtió en su trampolín al éxito y a la fama.

Jeremy Allen White en 2017 (Foto: David Buchan/Variety/Penske Media via Getty Images)
Jeremy Allen White en 2017 (Foto: David Buchan/Variety/Penske Media via Getty Images)

“Era algo de lo que era muy consciente, pero no sé si alguna vez pensé realmente en hacerlo profesionalmente. Disfrutaba al contar historias”, continuaba. Tuve una maestra realmente maravillosa en séptimo grado, que me envío a convocatorias de casting donde aparecerían cientos de niños. Y terminé consiguiendo una película y un comercial de esos. Empecé a trabajar como a los 13 años, me encantó. Era un niño bastante incómodo, un poco ansioso y tenía dificultades para concentrarme. Por alguna razón, estar en el escenario o frente a una cámara realmente me hace sentir cómodo”.

Nada más salir del colegio, consiguió su papel como Phillip “Lip” Gallagher en Shameless, el que con los años lo situaría en series como Homecoming con Julia Roberts, películas como The Birthday Cake con Ewan McGregor y finalmente en The Bear, la serie que le ha posicionado como una de las estrellas más prometedoras de nuestros tiempos y con la que apunta a seguir dando mucho que hablar en próximos años. Sin olvidarnos de los aplausos que está cosechando por su trabajo en The Iron Claw, el biopic sobre los hermanos Von Erich y luchadores de wrestling estadounidenses, donde sacó músculo junto a Zac Efron.

Al final, parece que Jeremy Allen White acertó dejando la danza como mero hobby, aunque quién sabe qué rumbo hubieran tomado los acontecimientos si no hubiera entrado en esa clase de interpretación y no hubiera descubierto el carácter sanador de esta profesión.

Jeremy Allen White cierra con broche de oro los reconocimientos obtenidos con la primera temporada de 'El Oso'. (Foto de Valerie Macon/AFP via Getty Images)
Jeremy Allen White cierra con broche de oro los reconocimientos obtenidos con la primera temporada de 'El Oso'. (Foto de Valerie Macon/AFP via Getty Images)

Rosalía y el éxito hollywoodense desde varios ángulos

Hace poco tiempo el nombre de Jeremy Allen White no resonaba con la fuerza de ahora. Y El oso es la culpable. La estresante pero arrolladora serie creada por Christopher Storer lo colocó en el horizonte del público cuando el boca a boca hizo su parte, generando conversación e interés a medida que el mundo iba descubriendo la historia con la primera temporada en 2022.

La serie lo catapultó al estrellato, colocando su nombre en los pasillos de Hollywood y despertando el interés mediático que acompaña al éxito popular. Y es que Jeremy Allen White estaba casado hasta hace unos meses con la actriz Addison Timlin y es padre de dos niñas, una etapa que vivió prácticamente en el anonimato y sin ningún tipo de acecho a su privacidad. Pero entonces llegó la fama y su vida personal pasó a la escena pública. Primero cuando Timlin solicitó el divorcio en mayo de 2023, una etapa que el actor vivió entre el éxito profesional y la tristeza personal, siendo "una locura", como dijo a GQ. “Muchos máximos y muchos mínimos terribles”, añadió mientras revelaba que le llevó "un año" encontrar cierta estabilidad de nuevo, tomando una pausa laboral para estar con sus hijas y encaminar su vida.

Y los detalles de su historia no tardaron en colarse en la inmediatez informativa. Por ejemplo, cuatro meses después de la presentación inicial de divorcio, US Weekly publicó que White acordó someterse a una prueba de alcohol como parte del acuerdo para la custodia compartida. El intérprete aceptó hacerse pruebas de alcoholemia cinco veces por semana cuando cuida de sus hijas y debe asistir a terapia y reuniones semanales de Alcohólicos Anónimos. Es decir, detalles que antes del éxito se habrían quedado en la privacidad mundana de quienes vivimos lejos de los brillantes focos de la fama.

Sin embargo, aquello era solo el comienzo. Luego llegarían los rumores sobre su supuesto romance con Rosalía para, entonces, confirmarse a través del lente de los paparazzi, haciendo que su vida privada cobre un interés mayor todavía. Sin ir más lejos, en las últimas horas su nombre disparó la voracidad de los fans de la cantante española al ver que llevó un broche en forma de rosa roja y tallo dorado en la solapa de su traje en los Critics Choice Awards. Un complemento que no pasó desapercibido porque era el mismo que había llevado el exnovio de la artista, Rauw Alejandro, cuando posaron juntos como pareja en los Latin Grammy de 2022.

Sin embargo, él no se pronuncia. De cara al mundo sigue manteniendo un perfil profesional de actor en alza sin responder a habladurías.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine 54.

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