Cuando Keanu Reeves atravesó EEUU en motocicleta por pura pasión

El actor de 'John Wick' llegó a conducir unos 2,000 kilómetros por una película

Keanu Reeves es un apasionado de las dos ruedas desde su juventud. (Foto de Jun Sato/WireImage)
Keanu Reeves es un apasionado de las dos ruedas desde su juventud. (Foto de Jun Sato/WireImage)

Keanu Reeves tiene varias pasiones más allá del cine y una de ellas son las motocicletas. Al actor de Matrix le apasiona subirse a una. Adora "la libertad, la concentración, cómo despiertan tus sentidos", dijo a CBS hace un tiempo. "Me encanta cómo se ven, cómo huelen, cómo se sienten", predicaba. "Cuando no ando en moto sufro abstinencia", llegó a decir a GQ.

Ese amor por las dos ruedas lo hizo poseer una colección impresionante, a ser cofundador de Arch Motorcycle Company -una empresa que fabrica y vende motocicletas personalizadas- e, incluso, a correr sobre las pistas en alguna ocasión. Por eso no debería sorprendernos que sea el presentador de Brawn GP: Una escudería imposible, la nueva serie documental de Disney+ que relata cómo un equipo de F1 superó todas las adversidades con un presupuesto de tan solo 1 libra esterlina. Al final, su amor por la velocidad viene de hace tiempo.

El actor, que se subió a motos en los rodajes de Reacción en cadena, Idaho: El camino de mis sueños o John Wick 3: Parabellum, aprendió a andar en motocicleta cuando rodaba una película en Munich. Vio a una mujer joven con una Enduro y le pidió que le enseñara a manejarla. Al volver a Los Angeles, entre 1986-1987, se compró su primera moto. Y así, años más tarde se lanzó a una aventura peculiar: conduciendo casi 2,000 kilómetros para únicamente llevar un guion a uno de sus mejores amigos, River Phoenix, motivado por el ansia que sentía de rodar una película a su lado.

Era guion de Idaho: El camino de mis sueños, uno de los grandes clásicos de la filmografía de ambos y un título que se ha ganado un lugar en la historia como pieza influyente en el nacimiento del nuevo cine 'queer' como parte de la industria mainstream de Hollywood.

Keanu Reeves viajó 2.000 kilómetros en motocicleta para llevarle un guion a River Phoenix. (Foto de George Rose/Getty Images)
Keanu Reeves viajó 2,000 kilómetros en motocicleta para llevarle un guion a River Phoenix. (Foto de George Rose/Getty Images)

Keanu, que decidió dedicar su vida a la actuación cuando tenía 15 años, tenía relación con la familia Phoenix a través de Joaquin porque habían trabajado juntos en la comedia Todo en familia (1989) bajo las órdenes de Ron Howard. Poco tiempo después cambiaría de hermano para colaborar con River en la comedia de Lawrence Kasdan Te amaré hasta que te mate (1990). Pero en 1990, cuando tiene lugar la anécdota que cuento a continuación, ninguno de los dos se había consagrado del todo todavía, sino que estaban en pleno ascenso como rostros a los que prestar atención en la industria del cine. En el caso de Keanu, poco después le llegó su primer taquillazo como actor protagonista, Punto de quiebre (1991) mientras River venía de haber cautivado los ojos de Hollywood con su breve aparición en Indiana Jones y la última cruzada (1989).

Keanu y River Phoenix se llevaban seis años, con 26 el primero en aquel entonces, y 20 el segundo. Quizás por esa diferencia de edad y por llevar más tiempo en la industria, el actor de John Wick habría disfrutado de más libertad a la hora de tratar con su agente sobre los proyectos que le ofrecían. Sin embargo, no pasaba lo mismo con el agente de River.

Y es que cuando Gus Van Sant por fin terminó el guion de Idaho: El camino de mis sueños, tras casi 20 años inspirándose en las obras de Henry de Shakespeare, retocándolo, descartándolo, recuperándolo de nuevo para cambiarlo otra vez, se topó con que el agente de River no quería entregárselo a su cliente.

El director se lo envió a los agentes de ambos actores convencido de que no estarían interesados. Sin embargo, Keanu lo leyó y aceptó enseguida pero el de River se negó a hacérselo llegar al joven intérprete en alza. Quizás, y esto es conjetura mía, porque se trataba de una película muy pequeña con un presupuesto diminuto para el potencial de estrella que tenía River, y por tratarse de una historia atrevida para aquel Hollywood tradicional ante el tema de la prostitución masculina y homosexualidad que proponía.

Convencido del fichaje perfecto que formarían interpretando juntos a Mike y Scott, dos amigos en busca de sus identidades mientras se dedican a la prostitución, el cineasta le pidió a Keanu que llevara el guion al joven Phoenix. Y el actor cumplió a rajatabla, se montó en su motocicleta Norton Commando de 1974 durante el frío navideño de Toronto y cruzó EEUU hasta Micapony, al norte de Florida, para plantarse en casa de su amigo con el guion en la mano. Nada menos que 2,000 kilómetros. Una travesía que, en teoría, se realiza en unas 19 horas.

Y tras leerlo, River también aceptó.

El único inconveniente es que él también quería el papel de Scott Favor, el joven privilegiado y buscavidas callejero que se prostituye y abandona a su amigo en plena búsqueda de su madre. Pero como Gus Van Sant ya había seleccionado a Keanu para dicho personaje, tuvieron que idear formas de convencerlo para que aceptara el papel del vulnerable Mike que sufre de narcolepsia. Desconozco cómo lo convencieron, pero lo hicieron, topándose más tarde con unas cuantas complicaciones para sacar el proyecto adelante.

CREANDO UN CLÁSICO

Según comentó Van Sant tiempo más tarde, la historia de representación homosexual y las técnicas visuales vanguardistas que quería utilizar, hicieron que “ciertas personas dudaran en la comunidad de Hollywood. Creo principalmente que fue el aspecto del hombre gay estafador. No era un tema candente en aquel momento” (vía Out).

El resultado fue un trabajo artístico que sacó a relucir el talento de ambos actores, pero sobre todo el de River a través de un personaje que él mismo alteró ante su propia necesidad de aferrarse a las emociones de sus papeles. Van Sant había escrito el papel de Mike como un joven asexual que veía el sexo como su moneda de cambio, pero fue River quien desarrolló la legendaria escena de la fogata, donde su personaje confiesa su homosexualidad por el amor que siente hacia Scott, pero quien le rompe el corazón diciéndole que no cree que dos hombres puedan amarse. River ganó la Copa Volpi a mejor actor en el Festival de Venecia y otros premios, mientras sentenciaba su imagen como actor de personajes inquietos y atrevidos.

La película no fue un exitazo de taquilla pero sirvió de ejemplo para conocer más a fondo el talento de ambos intérpretes, ganándose un lugar en la historia del cine como una de las producciones que despertaron el movimiento queer en la industria independiente de Hollywood. Ya pasaron 32 años desde su estreno, habiéndose convertido en un clásico de culto y en obra maestra por derecho propio.

Aquel viaje en carretera de Keanu sentenció esa pasión por los proyectos en los que cree. Años más tarde llegarían Drácula, Speed, Matrix y muchas más, consagrándose como uno de los intérpretes más queridos por el público. En cambio, River Phoenix llegó a saborear el dulzor de los aplausos y el reconocimiento con esta película y otros trabajos más, aunque su destino quedaría sentenciado la noche de Halloween de 1993 cuando murió de sobredosis en el club nocturno Viper Room a los 23 años.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO

Brawn: La increíble historia de la F1 | Tráiler oficial

La vez que Joaquin Phoenix pudo haber sido Batman

Jon-Erik Hexum y la tragedia que frenó el destino de un galán de los '80

'Rápidos y furiosos' tuvo que copiar a Tom Cruise para triunfar