La actividad que podría reducir el riesgo de cáncer, según un estudio

Un estudio reciente revela que una actividad que puedes hacer en casa podría reducir el riesgo de cáncer. (Getty Creative)
Un estudio reciente revela que una actividad que puedes hacer en casa podría reducir el riesgo de cáncer. (Getty Creative)

Reducir el riesgo de cáncer es algo que no podemos controlar con absoluta certeza, pero hay mucho que puede ayudarnos a prevenir o minimizar las posibilidades de que aparezca. Una vida saludable, con alimentos ricos en nutrientes antioxidantes y antiinflamatorios, la práctica de actividad física, evitar malos hábitos… Ya se ha dicho con frecuencia que esta pequeña lista está dentro de las cosas que podemos hacer para prevenir enfermedades, pero si además podemos agregar actividades como la jardinería, mucho mejor.

Sí, un estudio reciente revela que una actividad que puedes hacer en casa podría reducir el riesgo de cáncer. ¿Puedes creerlo? Pensándolo bien no es tan extraño. Para la mayoría de las personas el pensamiento mismo de un jardín genera bienestar, placer. Evocar la placidez de la naturaleza a nuestro alcance inmediato e intervenir en su belleza y esplendor puede resultar fascinante para muchos.

Hace poco, quien escribe estaba en una clase y alguien mencionó algunas herramientas de jardinería y cuando explicó cómo se usaba cada una, todos contemplábamos a la persona quizás imaginando algún rincón bucólico en el cual trabajar las plantas.

Quizás pensando en evocaciones parecidas, un grupo de científicos trató de probar que la jardinería, en su versión comunitaria, podría reducir riesgos de salud comunes en una población adulta diversa en términos de edad, etnia y nivel socioeconómico.

Publicado recientemente en The Lancet Planetary Health, el estudio fue más allá de la evaluación de la actividad placentera al aire libre que puede mejorar la salud emocional pues, a lo largo de dos años, evaluó a 291 individuos, con una edad promedio de 41 años y medio, no solamente en el ámbito de la jardinería, sino también en sus hábitos alimenticios, su nivel de actividad física, sus medidas corporales. Un grupo fue destinado a practicar la jardinería comunitaria frecuente y otro grupo se puso en espera para participar.

Uno de los sorprendentes resultados del estudio es que hubo una diferencia de 7% en la ingesta de fibra entre ambos grupos, siendo el grupo que practicó jardinería el que consumió más. Aunque fue, en promedio solo 1,4 gramos más de fibra, se considera que esta cantidad es significativa, sobre todo cuando la mayoría de las personas consumen menos de 16 gramos, cuando lo recomendado es entre 25 y 38 gramos.

El trabajo de las plantas, la siembra de plantas frutales o florales, y la actividad generosa de cuidarlas en casa u propia casa, también puede recoger algunos de estos beneficios. (Getty Creative)
El trabajo de las plantas, la siembra de plantas frutales o florales, y la actividad generosa de cuidarlas en casa u propia casa, también puede recoger algunos de estos beneficios. (Getty Creative)

Como se sabe, el consumo de fibra, contenida en vegetales y frutas, es beneficioso para mejorar la digestión y la salud intestinal y, en consecuencia, para todo el organismo. Además, es saciante lo que minimiza las posibilidades de ingerir snacks poco saludables o comida ultraprocesada, que es perjudicial.

Según se analiza en The Healthy, publicación especializada de Reader’s Digest, estos alimentos también contienen nutrientes fundamentales para prevenir enfermedades como el cáncer.

Asimismo, el movimiento que implica una jornada de jardinería también cuenta como actividad física, factor fundamental para la buena salud y la prevención de enfermedades, y también se confirmó el efecto que tiene la jardinería en el tratamiento del estrés, con lo cual también se previene el cáncer.

El estudio concluyó que “la jardinería comunitaria puede proporcionar una solución basada en la naturaleza, accesible a una población diversa, incluidos los nuevos jardineros, para mejorar el bienestar y los factores de riesgo conductuales importantes para enfermedades no transmisibles y crónicas”. Su autora principal Jill Litt, PhD, citada por The Healthy dice que lo que arroja el estudio es una evidencia concreta de que esta actividad podría ser muy importante en la prevención del cáncer, de enfermedades crónicas y de trastornos de salud mental.

Es importante mencionar que aunque el estudio se orientó a la jardinería comunitaria, todos estos beneficios mencionados los arroja también la jardinería individual. El trabajo de las plantas, la siembra de plantas frutales o florales, y la actividad generosa de cuidar las plantas de tu propia casa, también puede recoger algunos de estos beneficios.

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