La clave definitiva para evitar arrepentirse de aplicar rellenos faciales

Una ola de frescura y transparencia parece estar limpiando la playa del mundo la estética. No son pocas las famosas que han manifestado estar decididas a dejar atrás el furor por los pinchazos, los rellenos faciales y otros procedimientos que prometen arreglar sus rostros aunque, en muchos casos, lo que traen es problemas y complicaciones.

Amy Schumer, Nicole Kidman, Cameron Diaz, no son pocas las famosas que han reconocido que no les salió tan bien aplicarse rellenos faciales, y más recientemente, Tallulah Willis fue noticia por mostrarse en Instagram con un rostro libre de estos apliques. “¡Hola! Tenía miedo de decirlo, pero recientemente me disolvieron los rellenos —después de estar envuelta emocional y psicológicamente en lo que pensé que me aportaban— no había visto mi verdadera estructura ósea en 6 años…” comentó en un post en el que agregaba que estaba en el proceso de aceptarse tal como es.

Incluso, vemos celebridades retirándose huellas de procedimientos mucho más sencillos, como la conductora de televisión Karina Banda, quien hace poco aseguro que se sentía como otra persona con solo haberse quitado la tinta de sus cejas, y TikTok está repleto de videos que muestran testimonios de gente común que ha eliminado los rellenos. Todos estos procedimientos, desde el más complejo al más sencillo, implican un riesgo importante que es evitable.

Sin embargo, antes de tener que arrepentirnos, lo mejor es prevenir y la batalla contra el envejecimiento continúa, así que sigue habiendo mucha gente que quiere hacerse retoques, ajustar alguna facción o cambiar algo en su rostro, y eso también está bien, siempre y cuando se haga de manera responsable, preservando la salud, y qué tan responsables somos de ello, si lo lógico es confiar en los médicos y especialistas: mucho. Para evitar arrepentimientos debemos estar informados.

Primero que todo es importante saber cuáles son los rellenos faciales, no se trata de un solo tipo de sustancias, sino que van desde ácido hialurónico, hidroxiapatita cálcica hasta biopolímeros y otro tipo de rellenos disponibles en el mercado.

Luego, hay que conocer sus características y no simplemente dejar que el especialista nos aplique lo que le parezca. Recodemos que una de las claves primordiales para cuidar nuestra salud y minimizar los riesgos de estos procedimientos, es que nosotros mismos nos averigüemos todos los detalles que corresponden; quién es el médico que nos va a tratar, cuál es su experiencia, cuáles son las técnicas, qué tipo de productos nos pondrán, entre otros aspectos.

La doctora Karolina Landaeta, especializada en medicina estética, explica que el tipo de relleno más seguro es el ácido hialurónico, pero es necesario tomar en cuenta los siguientes elementos para disminuir posibilidades de error: que el procedimiento lo haga un médico preparado en el área, la técnica que realice, la cantidad de producto que use y que este sea diseñado específicamente para el rostro.

“Hay ácidos hialurónicos de voluminización, de término medio, reticulados y no reticulados, y dependiendo del tipo y del requerimiento se aplican en distintas zonas y con mayor o menor profundidad, de acuerdo a la técnico. La gran ventaja del ácido hialurónico es que se puede disolver completamente si algo no sale como es esperado aplicando un medicamento llamado hialuronidasa”.

Por otra parte, existen productos para rellenos faciales elaborados una forma sintética del ácido láctico; o de policaprolactona, que es un polímero biodegradable, y carboximetilcelulosa, que no pueden disolverse una vez aplicados. Si ocurre una reacción alérgica o se produce una oclusión, pueden aparecer granulomas que no se eliminan o pueden migrar hacia otras zonas del rostro.

La médico explica que cuando ocurre una reacción, lo que pasa es que se produce una respuesta inmunológica y es allí cuando empiezan los verdaderos problemas.

“Esto es lo que hemos visto con los biopolímeros que se aplicaron hace más de diez o veinte años. Para retirarlos hay que hacer intervenciones quirúrgicas e incluso, si no hay ningún problema inmunológico, ni inflamación, es mejor no tocarlos. No hay que pinchar en las zonas donde se aplicó biopolímeros. Hay operaciones en las que se hace un raspado en el área donde estaba, o se retiran los granulomas que aparezcan, pero muchas veces la cirugía no puede resolver el problema”, dice.

Además, estas sustancias migran a otras áreas como la columna, por ejemplo, y causan muchas complicaciones como inflamación, o dolor, tal como le ha ocurrido a famosas como Alejandra Guzmán o Yared Licona, o incluso pueden comprometer gravemente la salud produciendo otras patologías, como ha ocurrido con el Síndrome de Asia, que ha hecho que miles de mujeres en el mundo se retiren las prótesis mamarias.

Entonces, antes de tener que arrepentirnos, lo mejor es prevenir, tener en cuenta cuáles con las ventajas y las desventajas de determinados productos y procedimientos, y sobre todo ir poco a poco, de menos a más. De esta manera, la doctora Landaeta ofrece algunas recomendaciones esenciales: “Si usted tiene biopolímeros previos y no le han causado reacción, lo mejor es no intervenirlos, evitar el sol, evitar colocar otro relleno para sopesar la deformación que tenga. Luego, si se va a aplicar un relleno facial por primera vez, asegúrese de que su médico está preparado en el área y de que use productos de excelente calidad, diseñados para el área a tratar; y que use ácido hialurónico para que en caso de arrepentimiento pueda disolverse, y lo más importante, empezar por cambios pequeños que mantengan su esencia. Los pómulos y los labios desproporcionados nunca son una buena idea”.

Este artículo tiene como finalidad ofrecer información general y educativa sobre temas relacionados con la salud y el bienestar. Sin embargo, esta información no debe ser considerada como un reemplazo del consejo de su doctor ni debe ser utilizada para realizar tratamientos sin supervisión médica. Yahoo no se hace responsable de ningún diagnóstico hecho por un usuario basándose en este contenido. Si usted está preocupado por su salud, siempre consulte a su médico de cabecera u otro profesional calificado de la salud antes de tomar cualquier acción.

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