'La enfermera' y el detalle que hace la historia real aún más estremecedora

La enfermera. Fanny Louise Bernth como Pernille Kurzmann y Josephine Park como Christina Aistrup en La enfermera. (Tommy Wildner / Cr. Cortesía de Netflix © 2022)
La enfermera. Fanny Louise Bernth como Pernille Kurzmann y Josephine Park como Christina Aistrup en La enfermera. (Tommy Wildner / Cr. Cortesía de Netflix © 2022)

Los trabajadores de la sanidad no deben estar muy contentos con la nueva moda del true crime: la de plasmar casos reales de crímenes provocados por médicos y enfermos. Porque si Dr. Death (Starz) y El ángel de la muerte (Netflix) no fueron suficiente para sacudir nuestra vulnerabilidad de paciente, ahora Netflix comparte otro caso estremecedor. Les hablo de La enfermera, una miniserie danesa basada en el caso real de una trabajadora de urgencias que asesinó a pacientes inyectándoles drogas en altas dosis. Sin embargo, la serie omite exponer un detalle específico que se dio a conocer durante el juicio: ¿qué la motivó a hacerlo? Si viste la serie y te interesa saberlo, sigue leyendo.

La enfermera está basada en un libro escrito por la periodista Kristian Corfixen y producida por los responsables de otro thriller espeluznante de la plataforma, El caso Hartung. Y se nota. Cualquiera que haya visto la serie anterior notará que repite la misma táctica de potenciar el suspense y sabor a thriller, aunque sean propuestas diferentes. Porque esta nueva producción no es una serie documental, sino una versión dramatizada de los hechos pero que respeta los acontecimientos con fidelidad absoluta.

En esta historia conocemos a Pernille Kurzmann (Fanny Louise Bernth) durante sus primeros días en un pueblo de Dinamarca, donde se muda para estar cerca del padre de su hija y estrenarse como enfermera en un hospital local. Allí conoce a Christina Aistrup Hansen (Josephine Park), otra enfermera carismática, extrovertida y adorada por sus compañeros, que enseguida se convierte en su ala protectora. Sin embargo, a Pernille comienza a extrañarle que en un lugar tan pequeño sucedan tantas muertes inexplicables durante las guardias que tiene con Christina.

Josephine Park como Christina Aistrup y Fanny Louise Bernth como Pernille Kurzmann en La enfermera. (Tommy Wildner / Cr. Cortesía de Netflix © 2022)
Josephine Park como Christina Aistrup y Fanny Louise Bernth como Pernille Kurzmann en La enfermera. (Tommy Wildner / Cr. Cortesía de Netflix © 2022)

Pernille empieza a dudar y atar cabos, pero se enfrenta enseguida con una burocracia débil y pueblerina que teme más el qué dirán y los chismes de barrio, que descubrir la verdad. El hospital no sigue ningún protocolo de control con los medicamentos y que se retiran para la atención médica, por lo que Christina tiene vía libre para provocar sobredosis en pacientes hasta provocarles un paro cardíaco.

A lo largo de cuatro capítulos, la serie deja volar la sombra de la duda sobre la motivación de Christine para cometer sus crímenes. Por ejemplo, se expone su tendencia a la mentira y la exageración con historias que la convierten en el centro de atención. A su vez, comparte con Pernille la adrenalina que siente cuando salva a un paciente, demostrando lo mucho que disfruta de la sensación. Mientras todos sus compañeros la reconocen como la enfermera más eficiente y rápida del plantel, mostrando en diferentes secuencias cómo se apresura a ser la encargada de reanimar a un paciente por encima del resto de enfermeras. En resumen, dejan entrever que a Christina le encanta ser el centro de atención y que la aplaudan como la mejor.

Es decir, vamos conociendo diferentes facetas de su personalidad que van armando el perfil de una mujer que le encanta llamar la atención pero, a primera vista, no explicaría por qué asesina a los pacientes. Si busca reanimarlos y resucitarlos para ser la héroe del grupo o directamente matarlos. Sin embargo, para basarse en una adaptación fiel a la historia real, no expone los datos específicos que salieron a la luz en el juicio y explicarían su motivación.

Como explican los rótulos al final del cuarto capítulo, Christina Aistrup Hansen fue sentenciada a cadena perpetua por el asesinato de tres pacientes y el intento de otro, a raíz del testimonio clave de Pernille quien sirvió como testigo tras verla con jeringas en la mano. Sin embargo, luego redujeron la sentencia a 12 años porque era imposible demostrar que la morfina y diazepam eran la causa directa de la muerte. Christina tenía 31 años al momento de la sentencia.

Entonces, ¿por qué lo hizo? Según el medio danés Berlingske, el fiscal explicó durante el juicio que el motivo lo encontramos en el “trastorno de personalidad histriónica” que padecería Christina según los médicos forenses. Un trastorno que, según la descripción de Psychology Today, se caracteriza por “una búsqueda constante de atención, una reacción emocional exagerada y comportamiento seductor. Las personas con esta afección tienden a sobre dramatizar las situaciones”. Healthline añade que las personas con este desorden “suelen basar su autoestima en la aprobación de los demás. Esto crea una necesidad de hacerse notar. Debido a esto, las personas con HPD pueden recurrir a tácticas dramáticas”.

El fiscal también afirmó que el caso "trataba de dramatismo y de auto montaje". Esto es algo que la miniserie plasma a través de escenas que despiertan la sospecha hacia su tendencia a buscar protagonismo, dando a entender que colocar a pacientes al borde de la muerte le daría el escenario para salvarlos y ser el centro de atención. Sin embargo, La enfermera no lo especifica de forma directa y conclusa. En ningún momento se habla de un desorden de la personalidad, como hicieron en el juicio. Y este detalle petrifica aun más todavía, porque nos habla de un desorden de la personalidad que puede pasar desapercibido bajo la manipulación y es difícil de diagnosticar. Y si bien existen tratamientos y, según los sitios webs especializados, los pacientes pueden ser miembros activos de la sociedad, en este caso habría pasado inadvertido en una persona con acceso a la salud de otros seres humanos.

No es el ángel de la muerte, es el demonio de la muerte” dijo el fiscal Michael Boolsen en el juicio danés celebrado en 2016, como describió Berlingske. Porque además de los casos que llegaron a juicio, según los datos expuestos por la serie, su historia acumularía decenas de pacientes fallecidos a lo largo de sus tres años en el hospital. La primera muerte habría ocurrido en 2012, cuando un hombre de 72 años murió por una inyección letal de morfina y diazepam. Desde entonces, varios testigos explicaron en el juicio que habían tenido sospechas debido a la cantidad de paros cardíacos, el drama y muertes que sucedían durante los turnos de Christina. Sin embargo, los rumores no habían llegado a la gerencia del hospital.

Otro detalle a tener en cuenta es que la serie sugiere la posible tendencia a la manipulación y abuso sobre su hija que recuerda al síndrome de Munchausen por poderes, llevándola al médico constantemente cuando la niña y el padre decían que no tenía nada. En el caso real -y esto no lo dice la serie- también la declararon culpable de suministrar medicamentos para dormir a su hija que pueden ser fatales en el caso de niños.

Christina, que sigue cumpliendo su condena en una prisión danesa hasta 2028, dio una entrevista a la escritora y periodista del libro en que se basa la serie. “Muchos aquí hablan de que algún día llegarás a un punto en el que aceptarás tu juicio. Pero aún no he llegado” dijo, además de asegurar que sigue sintiendo ira y frustración, habiendo intentado quitarse la vida en una ocasión (Auralcrave). Cuando termine su condena y sea una mujer libre, no podrá ejercer como enfermera nunca más.

Evidentemende existen similitudes con el caso que retrata El ángel de la muerte, la historia real que interpretó Eddie Redmayne como un enfermo que confesó haber asesinado a 29 pacientes en EEUU, (aunque según la serie de Netflix la cifra ascendería a más de 400), y que también fue descubierto por una compañera (Jessica Chastain). Sin embargo, La enfermera es una propuesta más cercana y ligera. A lo largo de dos horas y media, nos hace testigos de una historia estremecedora y real pero apostando al estilo nórdico de bañar de naturalidad las historias dramáticas. En este caso, prestando atención al desarrollo de los personajes y jugando con el tono de thriller para crear una dramatización ligera, cercana y creíble.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO

Russell Crowe compara su sueldo por 'El padre exorcista' con el 'sexo en grupo'

'Citadel' pone en bandeja el casting de Richard Madden como James Bond

Elizabeth Olsen apuesta por un crimen real contado en otra serie y la táctica funciona

Keri Russell abandonó Hollywood en el pico de la fama y le vino de maravilla