Leo Woodall: el nuevo galán de Netflix, la actriz que lo conquistó y la audición que le cambió la vida
Su madre se formó para ser actriz, su padre es el actor Andrew Woodall y su padrastro Alexander Morton, un secundario habitual de la televisión británica con una dilatada carrera teatral. Además, es descendiente de la estrella del cine mudo Maxine Elliott, toda una celebridad de la época. Con estos referentes dentro de su propia familia y con ese tipo de cara bonita que adora la industria, Leo Woodall (Londres, 27 años) parecía destinado a continuar el legado familiar. Sin embargo, no siempre quiso ser actor. Cambió de idea cuando se enganchó a Skins, la ficción británica adolescente estrenada en 2007 y convertida en serie de culto. El personaje de James Cook, interpretado por Jack O’Connell, lo cautivó y despertó en él su interés por la actuación. Lo mismo le ocurrió con el carismático Tommy Shelby de Peaky Blinders, a quien imitaba siempre que podía.
Inspirado por estos personajes icónicos de la televisión británica, a los 19 años se matriculó en Arte Dramático y, entonces sí, optó por dedicarse al oficio más recurrente en su familia. Y de momento no le podría ir mejor. Su nombre se ha multiplicado en las últimas semanas gracias al estreno de la comedia romántica Siempre el mismo día, la adaptación para Netflix de la novela homónima de David Nicholls. Woodall debuta así con su primer papel protagónico en esta serie de 14 episodios que se ha colado entre los contenidos más vistos de la plataforma desde su estreno, el 8 de febrero. Pero la oportunidad que cambió su vida llegó en 2022, cuando formó parte del reparto de la segunda temporada de la exitosa serie The White Lotus con un personaje secundario pero muy jugoso para la trama.
En 2021, Mike White, el creador y director de The White Lotus, buscaba un actor para uno de los papeles secundarios de la segunda temporada. Woodall mandó un video con la prueba (cóctel en mano y con gafas de sol en la cabeza, como su personaje) y, al poco tiempo, recibió la llamada que catapultó su carrera: White quería verlo. Así logró el papel de Jack, un seductor joven de Essex que protagoniza uno de los giros argumentales más inesperados y comentados de la serie de HBO Max.
“Estaba con mi hermano cuando se emitió y grabé su reacción porque él no tenía ni idea de lo que iba a ocurrir. Algunas personas se habían dado cuenta, pero él no. Le envié el video a Mike [White] porque me lo había pedido. Mi hermano se quedó como: ‘Ay Dios, ¿qué está pasando?”, reveló Woodall a The Hollywood Reporter al referirse a esa escena. La primera temporada de la serie ya había sido un éxito, por lo que Woodall conocía el fenómeno detrás de The White Lotus. Eso añadía cierta presión, pero no restaba diversión al rodaje: “Me enamoré de la serie y solo un par de semanas después de verla me enteré de que tenía una audición para la segunda temporada. Creo que se alinearon los planetas y a pesar de la presión pensé que tenía que divertirme todo lo que pudiera”, explicó en una entrevista en Vulture.
Sus trabajos previos a The White Lotus se pueden contar con los dedos de una mano. Su debut tuvo lugar en 2019 con un pequeño papel en Holby City, una de las series dramáticas más longevas de la BBC. En 2021 participó con otro personaje muy secundario en Cherry, de los hermanos Russo, y se coló en dos episodios de la serie Vampire Academy. Es decir, su carrera apenas acababa de iniciarse cuando llegó prácticamente como un desconocido al rodaje en Sicilia de The White Lotus. “Es un show de estrellas y yo no era una estrella. Ni siquiera era alguien que hubiera hecho televisión antes”, se sinceró en The Guardian. Sin embargo, cuando terminó la emisión de esa segunda temporada empezó a experimentar la fama en primera persona.
Durante los meses de rodaje, Woodall estrechó su relación con su compañera de reparto Meghann Fahy (Daphne Sullivan en la ficción), hasta tal punto de convertirse en su pareja. Discretos al máximo con su vida privada, no han podido evitar que los siempre espabilados paparazzi les fotografíen juntos. No ha sido hasta esta semana cuando han hecho oficial su relación en redes sociales, en una foto viral en la que ambos aparecen de espaldas y en la que él comenta: “¿Quién es ese?”. Aun así, el británico no se siente “famoso”. “He experimentado migajas de lo que la gente realmente famosa vive”, dijo al periódico británico, al que detalló cómo un fotógrafo los persiguió para lograr la imagen de confirmación de su relación con Fahy. “Iba en bicicleta y se escondía de edificio en edificio”. Desde luego, el británico ha dejado de ser un anónimo más. Ahora, incluso otras celebridades lo felicitan por su trabajo, como cuando el actor de Breaking Bad, Aaron Paul, se acercó a él en un restaurante de Los Ángeles para declararse fan de su personaje, una experiencia del todo “surrealista”, explicó recientemente en GQ.
Los meses de rodaje de la serie fueron del todo fructíferos, además de apuntalar su carrera como actor y conocer a su actual pareja, Woodall inició las audiciones para Siempre el mismo día, un proceso largo e intenso: “Realmente me pusieron a prueba. Varias audiciones, escenas muy duras. Volé una y otra vez desde Italia, ronda tras ronda”. El esfuerzo mereció la pena y su trabajo en la ficción, así como el de su compañera de reparto Ambika Mod, está cosechando buenas críticas, además de millones de visualizaciones en todo el mundo. La edición británica de Vogue se refiere a él como “El nuevo protagonista de la televisión”, aunque el veloz ascenso de Woodall al éxito no se queda ahí. El intérprete tiene pendiente estrenar dos proyectos en cine: la película independiente de ciencia ficción Nomad y Nuremberg, una adaptación del libro El nazi y el psiquiatra, de Jack El-Hai, donde compartirá pantalla con Russell Crowe y Rami Malek. Los primeros pasos de Woodall como actor se asemejan a los de una estrella ya consolidada. En su mano está demostrar que no se trata de la suerte del principiante.