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Milias, los quistes en la cara que nunca debes extraer en casa

Yo tengo una milia. Cerca del puente de la nariz, del lado izquierdo del rostro. Pensaba que era un barrito que por alguna razón no dolía, pero sí molestaba visualmente. Así que, con la torpeza de quien se cree invencible, procedí a pellizcarme después de un baño de vapor. Fracasé. Y es que no se trataba de un barro o un comedón, sino de un quiste milium, los cuales están incrustados entre las capas de la epidermis.

Según explica Miguel Sánchez Viera, dermatólogo y director del Instituto de Dermatología Integral, a El Mundo, las milias o milliums aparecen cuando la queratina de la piel se queda acumulada en un poro obstruido, y son totalmente benignos.

(Getty Creative)
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Las milias, además de queratina, también se componen de sebo y otras sustancias que la piel no pudo desechar, así lo explica la cosmetólogo Johana Méndez, quien asegura que estos pequeños quistes blanquecinos pueden aparecer en los párpados, en la frente, en las mejillas, alrededor de la nariz, pero normalmente aparecen en zonas donde las capas de la epidermis son más delgadas. “A veces sustancias contenidas en cremas y cosméticos que aplicamos en estas zonas más delicadas son muy pesadas en carga lípida y la piel no tiene cómo distribuirla ni sintetizarla, dejándola encapsulada”.

Asimismo, suelen aparecer donde el flujo metabólico es más lento o más congestionado, lo que hace posible que estas sustancias se vayan quedando allí entre las capas de la epidermis. Por sus características, la zona del contorno de ojos es propicia para alojar las milias y si los productos que usamos para esta zona del rostro no son los adecuados será más probable que aparezcan.

“También pueden surgir por causas genéticas lo que significa que tienes una predisposición a que tu piel no metabolice bien sus propios desechos; también vemos bebés, niños y adolescentes que pueden presentar milias, pero no están relacionadas con la cosmética”, afirma Méndez.

(Getty Creative)
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Para prevenir su aparición, es necesario evitar las cremas, lociones y productos cosméticos en general que no están formulados para nuestra edad y tipo de piel. “Si usamos uno que está diseñado para un tipo de piel que tiene mayores necesidades de humectación, de lípidos y de otras sustancias, estaremos sobresaturando nuestro rostro de componentes que aún no necesitamos, con lo cual se desecharán o acumularán ocasionando estos puntos blancos”.

No hagas esto en casa

Mendez advierte que estos quistes, normalmente, no tienen agujero de salida, de manera que es muy difícil que puedan extraerse en casa. Es común que la gente las confunda con espinillas o comedones, y las aplasten y pellizquen para tratar de sacarlos, ocasionando un daño a la zona sin éxito.

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Lo sentimos, por más tentador que parezca encargarte por tu propia mano de esas pelotitas blancas puede ser incluso riesgoso. La experta lo confirma señalando que esta es una labor que debe realizar un experto pues, para extraer las milias, se hace un proceso de punción y extracción con utensilios adecuados, higiene y conocimiento de la dirección correcta en que se hacen los cortes.

“Es muy importante tener la instrumentación diseñada para esto y la técnica; además se necesitan condiciones sanitarias extremas. Si pinchas con una aguja más profundamente de lo adecuado, puedes abrir un canal de infección. Luego, debes saber cómo está encapsulada para saber cómo extraerla, y la dirección en que se hace la punción o el corte para no generar cicatrices. Debe hacerse en la dirección de las lineas de Langer”.

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Otra recomendación fundamental es la prevención, en este sentido, es mantener una higiene meticulosa, y evitar productos demasiado grasos, sobre todo si no son adecuados para nuestra edad y tipo de piel; los que son a base de agua son ideales porque se absorben y distribuyen más fácilmente.

“Es ideal que tengan grasas de buena calidad, con moléculas pequeñas diseñadas el laboratorios específicamente para tener mejor absorción, así como ingredientes antioxidantes, como vitamina C, ya que mejora las condiciones de la piel, y también es conveniente fomentar la circulación en la zona, con vibración, no con masajes”

Cabe resaltar que lo más importante es evaluar nuestra piel y conocer a profundidad cuáles son sus necesidades para poder usar los productos y tratamientos adecuados que proporcionen salud, bienestar y belleza, y no ocasionen daños o lesiones. Usar productos que no están diseñados para la piel del rostro lejos de brindarnos beneficios, nos generarán problemas como manchas, puntos negros, milias y hasta irritaciones.

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