Mitos de la cultura de las dietas que hay que desmontar
Ser una persona gorda es ser marginado y agredido sin razón hasta por desconocidos. Ejemplo reciente de ello fue el caso de la comediante Michelle Rodríguez, atacada por cientos de personas que simplemente no soportaron verla en la portada de una revista.Son años de falsas creencias y prejuicios con los que se ha bombardeado a la sociedad en el marco de una cultura gordofóbica, y es por eso que resulta muy útil explorar cuáles son esos mitos de las cultura de las dietas que hay que desmontar.
Una persona es gorda porque quiere y no se cuida.
Es común pensar que el que es gordo, simplemente no se cuida, no se quiere, no tiene fuerza de voluntad, es floja, y un sinfín de especulaciones más. Raquel Lobatón, nutrióloga que se define como anti dieta, y cuyo trabajo se enfoca en la salud no centrada en el peso, nos explica desde México, que el peso de una persona se regula por más de cien variables y la mayoría de ellas está fuera de nuestro control.
“Tiene que ver, en un 70% por variables genéticas. El peso de una persona que come de manera intuitiva, es decir, conectada con su cuerpo y sigue sus señales de hambre y saciedad, y que no se restringe, normalmente se estabiliza en lo que se llama su set point, que es el rango de peso de estabilidad, que no tendría por qué ser el peso que indica una tabla arbitraria”, dice y agrega que es imposible establecer el peso ideal de una persona, porque es como decir cual es su estatura ideal o su color de ojos ideal.
Dejar de cenar es bueno para adelgazar y mantener el peso ideal.
Teniendo en cuenta la definición anterior, Lobatón, que forma parte del grupo de especialistas Nutriológicas, explica que este es otro mito, pues dejar de cenar es una restricción, esto quiere decir que solo nos generará obsesión, además de miedo y culpa, si comemos cuando creemos que no debemos; y hambre si nos restringimos. Toda restricción puede dañar nuestra relación con la comida.
Las frutas como la banana y las uvas son malas, por su alto indice glucémico. Mejor consume jugos verdes.
“Ninguna fruta es mala ni buena. Los alimentos no son malos ni buenos, sino que tienen diferentes contenidos nutricionales. Las uvas y las bananas son frutas como otras, porque el aporte de todas las frutas es parecido”, dice Lobatón, y agrega además que se ha visto que la respuesta glucémica de los alimentos es muy individual y no se puede establecer un índice glucémico general para la población.
En este sentido aclara que el hecho de que un alimento genere o no picos de glucosa, o la eleve más o menos no lo vuelve malo, es normal, pero son factores que deben tomarse en cuenta especialmente en personas que tienen problemas en el metabolismo de la glucosa como resistencia a la insulina o diabetes. Es importante que, en todo caso, se revise el consumo de frutas si hay contraindicaciones médicas.
Con relación a los jugos, justamente la respuesta glucémica es menor cuando va a acompañada de la fibra y los jugos la eliminan, con lo cual elevarían la glucosa más que la fruta entera.
Para adelgazar hay que eliminar la ingesta de grasas.
Blanca García Orea-Haro, nutricionista clínica especializada en nutrición digestiva explica, en su libro Dime qué comes y te diré qué bacterias tienes, qué cuando alguien empieza una dieta de adelgazamiento que restringe las grasas suele padecer de estreñimiento.
En su opinión restringir o eliminar las grasas es un error porque, además de brindar otros beneficios para el organismo, las grasas son un lubricante intestinal fundamental. Las grasas buenas que ayudan a luchar contra el estreñimiento son las provenientes de los pescados azules, el aguacate, el aceite de oliva, entre otros, además de la fibra procedente de legumbres, cereales integrales, verduras y frutas.
Lo mejor que puedes hacer es sustituir el azúcar por edulcorantes
García Orea-Haro destaca también que sustituir el azúcar por edulcorante puede tener como objetivo desacostumbrar al paladar a la necesidad de sabores tan dulces. Sin embargo, afirma que los edulcorantes alteran la microbiota intestinal y provocan un aumento del apetito a causa de la distorsión de la señales de saciedad. Esto no quiere decir que se recomienda el consumo de azúcar. De hecho, la experta menciona que, en principio, siempre se debería evitar.
Los masajes adelgazan, hay que hacerlos todos los días con fuerza.
“Por supuesto que no. Cambiar o moldear el cuerpo con un masaje es un mito. No hay manera de mover la grasa de un lugar a otro masajeándonos”, dice Lobatón. Y es que un masaje no influirá en la forma en que nuestro cuerpo metaboliza los alimentos.
En este sentido, el fisioterapeuta Carlos Castaño dice en una entrevista que el volumen que se pierde por masaje se logra por drenar líquidos, con lo cual esta disminución es temporal. De esta manera. Para eliminar lípidos, se requiere actividad muscular que solicite su metabolismo y para esto hay que hacer ejercicios.
Una mujer gorda que usa un bikini o una falda corta es valiente, porque no le importa mostrarse.
Una persona gorda que use un bikini o lo que quiera vestir no es valiente. Al decirle que es valiente, o que “admiras su autoestima”, en realidad la estás agrediendo, porque le estás diciendo que es una osadía mostrarse. No es un halago.
Al respecto Lobatón coincide diciendo que todas las personas, con todo tipo de cuerpos tenemos derecho a usar la ropa que queramos. “Si lo vemos como un acto valiente es por la gordofobia que hay en la sociedad que no acepta que las mujeres gordas puedan ponerse ciertas prendas”.
Ser gordo quiere decir que no eres saludable, mientras que ser delgado es símbolo de salud.
La nutrióloga Raquel Lobatón afirma que no podemos saber absolutamente nada de la salud de una persona con solo mirar su cuerpo o conocer su peso o su índice de masa corporal. Estos no son indicadores de salud.
“Se que esto puede ser controversial, pero no hay ninguna condición médica que requiera que la persona pierda peso… No existe una sola enfermedad o condición que se presente solo en personas gordas. Si hay diabetes, desequilibrios en el colesterol y los triglicéidos, y problemas en las rodillas en personas delgadas, entonces la gordura no puede ser la causa de estas enfermedades”.
La experta agrega que aunque se considere que bajando de peso mejorará la condición, no existe a la fecha un solo tratamiento que haya demostrado que se puede perder peso y mantenerlo en el largo plazo, por lo cual, pensar que la cura dependa de que la persona baje de peso es absurdo.
“Está documentado que el 95% de las personas que pierden peso con cualquier intervención, lo recuperan en un período de entre dos y cinco años, entonces si una persona gorda sufre de una afección de salud lo que se debe hacer es tratarla de la misma forma que se trata en una persona delgada”.
Está bien aconsejar a alguien a que vaya al gimnasio. Lo haces por su bien.
Para Lobatón esto es un tema moral. Quién dice lo que está bien y lo que está mal. No debemos hablar del cuerpo del otro, ni del peso, ni hacer juicios sobre las conductas de los demás. Si somos adultos, cada quien debe ser responsable de su propia conducta. Además, la experta asegura que presionar a una persona para que haga ejercicio lo que logra es alejarla del ejercicio.
Comer una sola vez al día y tomar merengadas de proteína, te permitirá alcanzar un peso saludable.
“Ningún peso que se logre a través de la restricción puede ser saludable. El peso saludable es aquel que se estabiliza cuando comes suficiente, variada y adecuadamente, cuando lo mueves de una forma placentera. El peso saludable no lo marca una tabla, sino el que le corresponde a tu cuerpo”, dice Lobatón.
Es importante comprender que no se busca promover la obesidad, ni ninguna conducta alimentaria inadecuada. Sino preservar el derecho de cada ser humano a no ser estigmatizado ni agredido ni marginado por la forma de su cuerpo o su peso.
Si un médico y un nutricionista son éticos, ayudarán a quien lo necesite a alcanzar el objetivo que sea mejor para su salud, sin dietas restrictivas, ni fórmulas mágicas, ni medicamentos que a la larga pueden ser perjudiciales. Pasar hambre, matarse en el gimnasio, restringir alimentos, y tomar todos los días algún brebaje para adelgazar con el fin de ajustarse a un estereotipo, lejos de hacer bien, afecta la salud física, pero sobre todo la salud mental.
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