‘Mufasa: El rey león’: Disney sabe lo que hace fichando a la hija de Beyoncé... con o sin nepotismo

Cinco años después del éxito multimillonario del remake animado de El rey león, la historia de Simba y su familia volverá el próximo mes de diciembre con un remake centrado en los orígenes de Mufasa, el padre del protagonista original, rey de la selva y hermano de Scar. Para comenzar a calentar motores, Disney lanzó el primer tráiler de Mufasa: El rey león, presentando una película con estética similar a la producción de 2019 mientras revelaron los nombres de los artistas que darán voz a los personajes.

Y hubo uno que no pasó desapercibido: Blue Ivy, la hija de Beyoncé, que presta sus cuerdas vocales a Kiara, la hija de Simba y la reina Nala, quienes una vez más contarán con las voces de Donald Glover y la mismísima Beyoncé. Es decir, la cantante de Cowboy Carter y su hija de 12 años se encargan de interpretar a madre e hija como en la vida real. Una decisión que ha despertado todo tipo de reacciones en redes sociales. Desde críticas de nepotismo a celebraciones gracias al apoyo incondicional de los fans de Beyoncé.

Barry Jenkins, el ganador del Oscar por Luz de luna, dirige esta producción con canciones escritas por Lin-Manuel Miranda (Hamilton, En el barrio), que contará la leyenda de Mufasa. Rafiki (John Kani), Timón (Billy Eichner) y Pumba (Seth Rogen) son los encargados de contar la historia, desde sus orígenes como cachorro huérfano hasta que conoce a un león heredero de un linaje real. Este encuentro los llevará por un viaje donde se cruzarán otros personajes y enemigos letales.

Y en medio de esta leyenda surge el personaje de Kiara, uniendo a madre e hija en la primera producción hollywoodense de Blue Ivy a sus 12 años de vida. Porque si bien participó en documentales y videoclips de su madre prácticamente desde su nacimiento, la precuela supone su debut como actriz.

Si analizamos el asunto podríamos concluir que las reacciones en torno a su participación tienen todo el sentido del mundo. Si hacemos un repaso por plataformas como X (antes Twitter) podemos encontrar comentarios y respuestas en diferentes idiomas, críticas y apoyo a partes iguales, mientras algunos se preguntan qué hizo Blue Ivy para merecer un trabajo como actriz de doblaje.

¿Cómo actriz? Nada. ¿Cómo figura que atrae atención a las masas? Lo suficiente como para que Disney la sume a sus filas.

Disney (seguramente) sabe lo que hace

Hollywood siempre recurrió a estrellas de todo tipo para vender sus productos. En el caso del cine animado, la meca del cine suele apostar por figuras de renombre para dar voz a sus personajes protagonistas. Ryan Reynolds (Los Croods 2, Pokémon: Detective Pikachu), Chris Pratt (La gran aventura Lego, Super Mario Bros.: La película), la dupla formada por Tom Hanks y Tim Allen en la saga Toy Story, o la de Eddie Murphy y Mike Myers en Shrek, son algunos de los más populares en la actualidad, después de que Robin Williams sentara las bases con su interpretación animada del Genio en Aladdín. Con aquella producción de 1992, tanto Disney como la industria en general, descubrió la saludable conexión que existía entre el uso de estrellas del séptimo arte en producciones animadas, a la hora de crear, promocionar y vender una película.

Una estrella convoca a sus fans. Un actor o actriz conocida llama la atención del público, puede generar conversación y ayuda a promover el proyecto captando los focos de la prensa mientras traslada brillo y atención a los estrenos en alfombra roja. En otras palabras, es una estrategia que vende.

Es cierto que Blue Ivy no es actriz. Tampoco cantante, ni siquiera bailarina profesional. Es una niña que lleva transitando por la industria desde su nacimiento al ser hija de Beyoncé y Jay-Z, lo que nos lleva a concluir que si Disney la sumó a su propuesta en lugar de fichar a una intérprete con experiencia, es por ser hija de ‘Queen B’, dando lugar a otro ejemplo de nepotismo en la industria donde el mérito no cuenta, sino los grados de popularidad que arrastra un apellido. Sin embargo, en este caso, el asunto abarca dimensiones diferentes.

Porque Blue Ivy viene de vivir meses de protagonismo estelar después de participar en la gira mundial de su madre, generando vídeos virales y reacciones de todo tipo con sus actuaciones. La adolescente hizo su debut en la Renaissance World Tour en mayo de 2023 en París, formando parte de las coreografías de las canciones ‘My power’ y ‘Black Parade’. En un principio, hubo comentarios de todo tipo. Desde burlas a críticas, pasando por acusaciones de nepotismo o comentarios negativos que rozaban el bullying al denigrar sus movimientos sobre el escenario.

Pero entonces Beyoncé salió en su defensa. Y todo cambió.

Meses después de su debut, y tras varias actuaciones en diferentes rincones del mundo, la cantante estrenó el documental de la gira: Renaissance, A Film by Beyoncé. Y justamente en el estreno de Los Ángeles celebrado en noviembre de 2023, se pronunció en torno a las críticas que recibió su hija menor de edad. Pero lo hizo sin victimizarla, celebrando su resiliencia y consiguiendo algo increíble: dio la vuelta a la conversación.

Beyoncé revela en el documental que su hija le había pedido participar de su espectáculo a principios de enero, pero que rechazó su propuesta. Sin embargo, más tarde cambió de parecer, creyendo que Blue Ivy solo haría una única aparición sobre el escenario en París. Pero la popularidad de su hija creció, su participación en el show comenzó a generar expectación y su actuación continuó en otros escenarios del mundo.

No obstante, la cantante no pudo protegerla de las críticas iniciales que comentaban de forma negativa sus movimientos y bailes. Fue entonces, en aquel estreno meses más tarde, que Beyoncé reveló a The New York Times haberse quedado “consternada” al descubrir los comentarios contra su hija en redes sociales que “criticaban sus mediocres movimientos”. De todos modos, dijo haberse sentido “emocionada” cuando su hija decidió “esforzarse” en lugar de dejarlo todo.

Con aquel comentario, Beyoncé consiguió despertar el fervor incondicional de sus millones de fans, abriendo una puerta hacia la aceptación de su hija sobre los escenarios y generando, a cambio, la defensa fervorosa a favor de Blue Ivy. La retórica viral cambió de repente, colocando a la niña entre las tendencias de Twitter, mientras miles de fans celebraban su resiliencia y apoyaban sus esfuerzos en contra de los trolls de las redes (Glamour). “Esto es lo que llamamos REINA”, escribía un usuario, incluso.

Una defensa que todavía continúa como podemos ver ahora, con el tráiler de Mufasa: El rey león, en redes sociales.

Todo esto define el poderío de Beyoncé como fenómeno cultural, siendo capaz de cambiar o dar forma a una conversación con una sola reacción, apelando al fidelidad de sus fans como un ejército siempre a su favor. Lo que nos lleva a la estrategia redonda de Disney.

No dudo que los creativos y ejecutivos detrás de la precuela podían imaginarse que fichar a Blue Ivy como una de las actrices de Mufasa: El rey león tenía el potencial de generar críticas o acusaciones de nepotismo. Sin embargo, el poder viral que tiene la niña para generar conversación entre los fans de Beyoncé y la fidelidad de los mismos, construye una plataforma privilegiada para promocionar la película.

Incluso en el caso de que se genere polémica en torno a su fichaje al tratarse de una joven sin experiencia artística participando en una súper producción, cuando hay cientos de niños preparándose en escuelas de arte dramático en todo el mundo (y sin saber cuál habrá sido su caché, que es la hija de Beyoncé después de todo), se trata de un proyecto donde vuelve a tener a su madre y su legión de fans a su lado.

Interpretan a madre e hija, volviendo a compartir escenario como lo hicieron bailando en la gira. Un detalle que despierta el apoyo incondicional de los fans de Beyoncé y su fidelidad ciega, sirviendo a Disney una plataforma promocional que llevará a esos mismos fans y curiosos a querer descubrir el trabajo final. Sobre todo después del éxito viral de sus videos bailando (y cada vez mejor) en la gira de su madre.

En resumen, más allá de las críticas, se trata de un fichaje que genera conversación, que coloca a la precuela en la boca del mundo junto al poderío cultural que comanda una figura como Beyoncé. En resumen, con o sin nepotismo, Disney sale ganando.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VIDEO

Normani cree que Beyonce ha sido una fuerza 'revolucionaria' en la música country

El viaje de humildad de Hilary Swank tras ganar el Oscar y no tener seguro médico

El gesto generoso de Robin Williams que Jessica Chastain no olvida y le abrió las puertas del éxito

Clara Bow, la primera sex-symbol del cine olvidada por Hollywood que Taylor Swift rescató