Hacerse famoso con una serie de Netflix no es tan maravilloso como pensábamos
Oliver Jackson-Cohen, una de las estrellas de 'La maldición de Hill House', reflexiona sobre la fama en el mercado del streaming
Oliver Jackson-Cohen fue uno de los actores de La maldición de Hill House, la serie de terror de Netflix dirigida por Mike Flanagan que tras su estreno en 2018 obtuvo una fuerte aclamación crítica y se convirtió en todo un fenómeno en la plataforma. El actor fue el encargado de dar vida a Luke Crain, un personaje oscuro y adicto a la cocaína que lo encumbró como un intérprete de papeles turbios y derivó a que su agenda se llenara de thrillers, dramas oscuros y otros proyectos de horror.
Lo vimos cuando trabajó en El hombre invisible de Blumhouse, cuando siguió trabajando con Mike Flanagan para La maldición de Bly Manor o cuando Maggie Gyllenhall lo contrató para actuar junto a Olivia Colman, Dakota Johnson o Paul Mescal en su debut en la dirección en La hija oscura. Fue toda una alegría en su carrera, puesto que sus inicios como actor no fueron precisamente fáciles.
Tras trabajar en la cinta de acción Venganza letal con Dwayne Johnson o en el thriller El cuervo: Guía para un asesino junto a John Cusack, Luke Evans o Brendan Gleeson, tenía esperanzas de que la industria confiara rápidamente en él. Pero no fue el caso. La dificultad de ascender en Hollywood hizo que tomara la decisión de alejarse de las cámaras por casi un año, aunque afortunadamente las tornas cambiaron para él y Netflix le abrió las puertas del éxito. No obstante, este logro no fue todo lo satisfactorio que hubiera querido.
Como bien ha contado en una entrevista con The Independent, alcanzar la cima en un producto enfocado a la transmisión en streaming, lo que él denomina como convertirse en un “famoso de Netflix”, puede ser bastante desalentador.
Los ritmos de consumo de las plataformas, que semanalmente nos bombardean con infinidad de nuevas series y películas, incitan a que un producto no se mantenga en la conversación social por mucho tiempo. Por esta razón, los intérpretes llegan a sentirse desconcertados cuando de un día para otro pasan de ser la estrella del momento a ver que el público pasa página con ellos.
"Es algo bastante interesante", destaca en la entrevista. "Eres la persona más famosa del mundo durante un tiempo y luego llega la siguiente serie y esa te domina por completo". Es un hecho que podemos comprobar con facilidad, puesto que aunque La maldición de Hill House pusiera a Oliver Jackson-Cohen en boca de muchos en 2018, hoy en día es un actor que parece estar lejos de levantar pasiones, y no precisamente porque no haya pasado por proyectos interesantes.
Las consecuencias de la fama efímera
De hecho, en su intervención destaca que la fama tan efímera lo perjudicó a la hora de mostrar su capacidad interpretativa al completo y ampliar los horizontes de su carrera. El público solo se quedó con su vertiente de personaje oscuro, por lo que solo le llegaban guiones de películas de terror de las que sintió que eran “todas iguales”, calificándolas como “versiones diluidas y menos buenas de la serie”.
“No creo que haya una fórmula de: trabajas con este director y este escritor y luego, el éxito. Pero sí creo que llegas a un punto en el que piensas: 'Oh, en realidad quiero sacar más provecho de esto'”, reflexionaba.
No es que le moleste interpretar a hombres tóxicos, ya que considera interesante las reflexiones que pueden extraerse de estos papeles, pero, como le sucedió en los primeros años de su carrera, siente estar estancado y que necesita pasar página. “He interpretado a muchos hombres tóxicos. Me ha fascinado la pregunta de '¿cómo humanizamos a estos personajes moralmente corruptos?' Hay un desafío en eso, que creo que es bastante divertido. Pero, como todo, pasas por períodos en los que te gusta tocar algo determinado y luego llega el momento de seguir adelante”.
Afortunadamente, su último proyecto, un thriller de acción titulado Jackdaw, lo ha puesto por primera vez ante un gran héroe protagonista, pero dar ahora este salto lo conduce inevitablemente a estas afirmaciones sobre la fama y los servicios streaming. En definitiva, nos deja un esquema muy interesante sobre cómo los cambios en el mercado audiovisual, donde se ha impuesto el consumo rápido y la producción masiva, también afectan al star system de Hollywood, derivando a que la construcción del estrellato sea casi misión imposible si hay una falta de poso y no se deja que el espectador asimile las películas, las series o a sus protagonistas.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR | EN VÍDEO
Interpretar a 'La Reina de la Coca' llevó al pasado a Sofía Vergara: su hermano estuvo en el narco
La película que ayudó a Kristen Stewart a superar el terror de su infancia de la forma más temeraria
Javier Bardem tuvo que traicionarse a sí mismo para ganar el Oscar