Nicolas Cage vuelve a lo más alto de Hollywood derrochando su faceta más efectiva

Nicolas Cage como Drácula en Renfield, dirigida por Chris McKay. (© 2023 UNIVERSAL STUDIOS. All Rights Reserved.)
Nicolas Cage como Drácula en Renfield, dirigida por Chris McKay. (© 2023 UNIVERSAL STUDIOS. All Rights Reserved.)

Doce años. Es el tiempo que Nicolas Cage lleva alejado de las superproducciones de Hollywood. La última fue Ghost Rider: Espíritu de Venganza, la secuela de 2011 basada en el personaje de cómics de Marvel que fue destrozada por la crítica y público. El fracaso, sumado a otros batacazos previos como Furia ciega, En tiempo de brujas o El aprendiz de brujo, sentenciaron su destierro como figura habitual en proyectos de grandes estudios. Pero ese destierro se ha terminado. Porque el actor de 59 años vuelve a la cartelera con su primera película de estudio en todo este tiempo. Y no solo con un personaje que le sienta como anillo al dedo –nada menos que el conde Drácula–, sino que lo hace despilfarrando la faceta que lo ayudó a mantenerse a flote en todo este tiempo.

La película en cuestión se titula Renfield: Asistente de Vampiro y se trata de una comedia sangrienta que repasa la tóxica relación entre el legendario vampiro y su asistente personal que da título al filme (interpretado por Nicholas Hoult). El estudio detrás del proyecto es Universal, el mismo que lleva casi un siglo resucitando a Drácula desde la primera película con Bela Lugosi en 1931. Y a juzgar por el último tráiler que finalmente muestra a Nicolas Cage en todo su esplendor vampírico, la cosa promete. Algo que podemos sentenciar todos aquellos que seguimos su cine a lo largo de la última década, convertido en el príncipe de serie B por excelencia.

Para ser sinceros, Renfield: Asistente de Vampiro prometía desde el momento que supimos que la dirigía un director de comedia descarada como Chris McKay (Lego Batman: la película), que contaba con un guion de Ryan Ridley (de las originales series Ghosted y Rick & Morty) a partir de una idea de Robert Kirkman (el creador de The Walking Dead). Que además contaba con una estrella de la comedia en alza como Awkwafina (Locamente millonarios) y que Nicholas Hoult iba a seguir desplegando su talento para el sarcasmo y la comedia que tan bien le funcionó en Mi novio es un zombie o El menú. Pero la guinda que elevó a Renfield fue el fichaje de Nicolas Cage.

Prueba de ello es que cuando supimos que iba a interpretar a Drácula, la redes sociales enloquecieron de alegría. Y aún más cuando se filtraron las primeras imágenes que lo mostraban transformado en el famoso chupasangre en el rodaje. Y tiene sentido, después de todo, se trata de un personaje que parece hecho a su medida, que resume de forma grandilocuente la excentricidad gótica que su figura representa en el cine.

Sin embargo, ahora que por fin podemos verlo en todo su esplendor en el tráiler revelado por Universal antes de su estreno el 14 de abril, podemos sentenciar lo que muchos sospechamos. Que Renfield podría ser el escaparate que exponga a las masas la libertad creativa, excéntrica y original con la que Nicolas Cage lleva todo este tiempo deleitándonos.

Porque en el avance podemos ver al actor ganador del Oscar por Leaving Las Vegas completamente entregado a su versión de Drácula con excentricismo, malicia y comicidad, como si fuera una caricatura “a la Cage” de un personaje tan conocido. Lo hace imitando a Bela Lugosi con un parecido asombroso, como si Renfield fuera una secuela directa de la película original de Tod Browning. Y curiosamente, eso es lo que pretendía su director. Incluso intentó convencer al departamento de marketing que promocionara la película como tal, pero no lo consiguió según contó en una entrevista a Collider. Sin embargo, las semejanzas están presentes en el mero hecho de que la película repasa la relación de ambos personajes (Dwight Frye interpretaba a Renfield en la película de 1931) y el parecido de Cage con Lugosi. Y aun más cuando observamos uno de los clips en blanco y negro que están promocionando:

En 2011, Nicolas Cage pasó de ser una de las estrellas más consolidadas y solicitadas del nuevo siglo a verse forzado a reconstruir su carrera como príncipe del cine de serie B. Porque la estrella de blockbusteres como La roca, Contra/Cara, Con Air o La leyenda del tesoro perdido, entre tantas más, desapareció del radar de las grandes producciones, y había despilfarrado su fortuna estimada en $150 millones comprando cráneos de dinosaurios, islas privadas, una tumba en forma de pirámide en un cementerio de Nueva Orleans y otras excentricidades innecesarias. Encima, debía $6.3 millones al fisco estadounidense (Fuente: Variety). Pero encontró un camino para salir adelante, creyendo en sí mismo y su talento, refugiándose en un tipo de cine que lo recibió con los brazos abiertos.

Hablo de películas independientes o de bajo presupuesto que le brindaron una plataforma para dejar volar toda su libertad creativa a través de historias que no solemos ver en la faceta más comercial de la industria. Y a pesar de tratarse de producciones que, en su mayoría, se estrenaron directamente en formato de vídeo o streaming, algunas de ellas son de las más aclamadas de su carrera.

Desde la comedia violenta que lideró en Mamá y papá, al terror más sangriento en Mandy o al excentricismo psicodélico de The color out of space, pasando por su cruda interpretación en una de las joyitas de su filmografía, Pig, a la salvajemente creativa El peso del talento. Todas ellas producciones diferentes pero que tienen un denominador común: las interpretaciones volcánicas, comprometidas y excéntricas de Nicolas Cage.

No vamos a negar que el sobrino de Francis Ford Coppola siempre fue conocido por su excentricismo cinematográfico. Quedó sellado desde el momento que comió una cucaracha real en Besos de vampiro y se convirtió en meme histórico con sus ojos bien abiertos. Sin embargo, en estos últimos años siento que exploró su talento con una libertad creativa que no tuvo en las superproducciones. Él mismo dijo que no eligió estos proyectos por pura necesidad económica, sino que siempre creyó en ellos. Y se notó. Porque en todas estas producciones, que no han sido blockbusteres ni éxitos de taquilla multimillonaria, nos contagió la sensación de ser más libre que nunca. Dejó volar toda su creatividad y excentricidad, regalándonos algunas de sus mejores actuaciones.

Y viendo el tráiler de Renfield: Asistente de Vampiro me transmite la sensación de haber disfrutado de la misma manera. Que toda esa libertad y creatividad la plasmó en su regreso a las superproducciones de estudio, aportando toda su magia para crear un Drácula que rinde homenaje a Bela Lugosi y a su preciado Nosferatu (Cage estuvo obsesionado con la película muda alemana de 1922 y la incorporó en su estilo interpretativo en Besos de Vampiro, según Independent). Por más que Nicholas Hoult sea el protagonista de su nueva película, solo con ver el tráiler se nota que lleva la firma del Nicolas Cage más extravagante e irresistible, ese que transforma el ridículo en su mejor baza artística. Algo que Hollywood llevaba más de una década perdiéndose… hasta ahora.

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