La noticia más esperada: El papa Francisco recibe el alta médica después de 37 días ingresado

Es su primera aparición pública desde que fue ingresado el pasado 14 de febrero. El Papa se ha asomado al balcón del hospital en silla de ruedas para saludar a los fieles y agradecer con voz cansada las muestras de cariño durante este tiempo donde su salud se ha visto seriamente comprometida. A las puertas del hospital se congregaban miles de personas para ver en directo al Papa por primera vez desde su ingreso.

Ha sido una aparición breve para no perjudicar la recuperación del pontífice, delicada después de cinco semanas de ingreso, y ha estado acompañado durante los minutos que ha permanecido en el balcón. Poco después, el Papa ha abandonado el hospital sentado en el asiento del copiloto, ante la atenta mirada de los fieles que esperaban que llegase este momento desde hace 37 días, tras un ingreso que ha puesto en vilo a toda la comunidad católica.

Hace unas horas, el equipo médico que ha tratado al Papa durante las cinco semanas que ha estado ingresado ofrecía una rueda de prensa desde el Policlínico Gemelli de Roma para anunciar que el alta médica de su santidad era inminente. Los médicos Sergio Alfieri, director del Departamento de Ciencias Médicas y Quirúrgicas del Hospital Gemelli y director del equipo que siguió al Papa, y Luigi Carbone, subdirector y médico de referencia del Santo Padre, anunciaron que: "La buena noticia que imagino que todo el mundo está esperando es que mañana el Santo Padre será dado de alta, mañana vuelve a Santa Marta”. 

El equipo médico le ha prescrito un "alta protegida", señalando que debe “continuar parcialmente terapias farmacológicas orales, muy importante recomendación de periodo de reposo en convalecencia durante al menos 2 meses”.  "Nos hemos preparado para recibirlo en casa", aseguran los médicos, indicando que ya tienen cubiertas las necesidades médicas del Papa, como el suministro de oxígeno.Los médicos también ofrecieron un resumen de la situación clínica durante la hospitalización, desde el 14 de febrero, indicando que: “al ingreso, el Santo Padre presentaba una insuficiencia respiratoria aguda por infección polimicrobiana, neumonía bilateral, que requirió tratamiento farmacológico combinado". Durante la hospitalización, el Papa tuvo cuatro episodios muy críticos y dos con riesgo para su vida, aunque siempre estuvo “vigilante, orientado, no intubado”. Además de las terapias farmacológicas, el oxígeno a alto flujo y la ventilación mecánica no asistida "mejoraron de forma significativa su salud, sacando al paciente de los episodios más críticos”.

El pasado domingo, el Vaticano publicaba la primera foto del Papa desde que fue ingresado. La Sala Stampa del Vaticano difundía la instantánea con el pontífice sentado de espaldas, celebrando la misa en la capilla del hospital, situada en la décima planta y cercana a su habitación, y se le percibía visiblemente cansado tras un mes ingresado.

A pesar de estar hospitalizado durante las últimas cinco semanas, el Papa ha seguido con su trabajo, enviando mensajes, concelebrando Misa e incluso grabando un audio que fue difundido el 6 de marzo durante el rosario por su salud en la Plaza de San Pedro. En él, agradecía los testimonios de amor y solidaridad que ha recibido. Lo que aún se desconoce es qué pasará con los actos oficiales de su agenda, como los previstos para la Semana Santa.