El negocio que está llevando a muchos famosos a dejar de firmar autógrafos
Mantenerse como estrella de Hollywood conlleva tener una buena relación con la audiencia que paga entradas de cine, consume el merchandising de sus películas o se suscribe a plataformas de pago para ver los trabajos que protagonizan. Y aunque en la actualidad ningún famoso está a salvo de los flashes repentinos gracias a la expansión masiva de los smartphones o los selfies sin permiso, los autógrafos siguen siendo una técnica infalible para conectar con el público. Porque por mucho afán que tenga el mundo de publicarlo todo en redes sociales, la firma real, tangible y decorativa de un famoso nunca pasa de moda. Sin embargo, los autógrafos también son los protagonistas de un negocio paralelo y consecuente de la fama, en donde existe una cara que ha llevado a muchos famosos a renegar de la práctica. Incluso algunos decidieron dejar de firmar autógrafos por su culpa.
Bill Hader lo expuso recientemente en una entrevista. El actor de Barry explicó en un episodio del podcast Happy, Sad, Confused que dejó de firmar autógrafos y productos coleccionables después del encuentro con un fan de Star Wars que le dejó mal sabor de boca. El fan en cuestión habría utilizado a su hijo, y a altas horas de la noche, para conseguir que le firmara un juguete de la saga con la intención de venderlo en Internet.
Antes de seguir con la historia, es probable que una gran mayoría de lectores se estén preguntando qué tiene que ver el comediante con la saga galáctica dado que no aparece interpretando a ningún personaje de acción real. Sin embargo, Bill Hader prestó su voz a uno de los roles más populares de los últimos años: BB-8, el tierno robot que debutó en el Episodio VII, El despertar de la fuerza. Aunque no está solo, la voz en realidad es una mezcla entre el sonido de Hader y Ben Schwartz.
Bill Hader explicó en el podcast que no le cae bien a la gente que pide autógrafos, porque ahora no firma nada. "Solía firmar cosas pero en una ocasión vi a alguien que hizo que su hijo viniera hacia mí para que le firme algo de BB-8 y eran las 3 de la mañana", dijo el actor. "Me estaba yendo de la premier de Intensamente, luego fuimos a una after-party y era súper tarde y este tipo mantuvo a su hijo despierto toda la noche. [Él] dijo: 'Ve allí para que lo firme y pueda venderlo online'".
La situación le disgustó tanto que decidió que no iba a firmar autógrafos nunca más. Sin embargo, Bill Hader no es el único que rechaza el negocio de los autógrafos por motivos similares donde la intención ajena de lucrarse hace sombra al entusiasmo fan. Tobey Maguire es uno de ellos. En una entrevista de 2002 durante la promoción de Spider-Man, Howard Stern le preguntó por qué odiaba tanto firmar autógrafos.
El actor aclaró que no le molesta firmar autógrafos cuando los fans son genuinos o se acercan a eventos profesionales; pero no soporta aquellos que buscan hacer dinero con su firma. "En Los Angeles, salgo del auto a comer a un restaurante y hay gente esperando que vende autógrafos o quieren mi autógrafo. No me interesa firmar ese tipo de autógrafos", explicó. "Quiero decir, si un niño que es un fan de verdad quiere un autógrafo o alguien realmente fan o estoy trabajando en un evento, firmaré algunos. Pero si estoy viviendo mi vida personal y la gente quiere hacer dinero con mi firma, no le doy mi tiempo”.
Esas personas a las que Tobey Maguire hacía referencia se las conoce como 'cazadores de autógrafos'. Es decir, gente que se dedica a esperar a celebrities en eventos, a la salida de aeropuertos, restaurantes, etc. con carpetas llenas de fotografías para que les firmen y, luego, venderlas a coleccionistas, sitios como eBay, etc.
Por lo general, las estrellas experimentadas suelen reconocerlos enseguida. Por ejemplo, como muestra un video de Splash News, Harrison Ford amenazó en una ocasión con marcharse de un evento donde estaba firmando autógrafos, gritando a los ‘cazadores’ que dejaran espacio y se marcharan al fondo. Porque estos profesionales no se movían después de recibir un autógrafo, sino que se quedaban delante pidiendo más firmas. Pero el actor de Indiana Jones los obligó seriamente a moverse y dejar espacio al resto. Es decir, a los fans de verdad.
Russell Crowe también rechazó firmar a los ‘cazadores’ a la salida de un evento hace años recibiendo críticas de los ‘cazadores’ y abucheos, mientras Mark Hamill les dijo a la salida del aeropuerto de Los Angeles que “no lidiaba con distribuidores”, pero en cambio les ofrecía hacerse selfies, consciente de que no les sirve para hacer negocio (Splash).
Lo peor de esta faceta es que, en ocasiones -no siempre- estos ‘cazadores’ reaccionan con provocaciones o negatividad al rechazo de un famoso de seguirles el juego. Le pasó a Daniel Radcliffe cuando era un niño durante la época de Harry Potter. Lo explicó en Off Camera with Sam Jones, contando que después de sufrir el abucheo de los ‘cazadores’ desarrolló “una necesidad patológica de firmarlo todo”. “Hay gente que lo hace bien y eso está ok. Pero también hay gente que abuchea y grita a un niño”, dijo, recordando ocasiones en donde salía de estrenos y fiestas donde debía promocionar una película, sin tiempo suficiente para firmar nada.
“Pero, en ese momento, desearías poder entrar pero escuchas a la gente abucheando y gritándote cosas. Eso, de niño, apestaba. Recuerdo que fue muy desalentador, y probablemente ahora sea por eso que tengo una necesidad patológica de firmar cada vez que puedo”.
Bryan Cranston anunció en 2018 que se retiraba de los autógrafos porque se había sentido tan “abrumado con las peticiones” tras el éxito de Breaking Bad, que no firmaría nada más. Y si bien no dijo nada de los ‘cazadores’, ofreció en cambio que los fans se tomen un selfie con él. Lo que deja a los ‘cazadores’ sin un producto que vender online. Ringo Starr de The Beatles, también dijo adiós a las firmas en 2008 "en respuesta directa a una cantidad excesiva de artículos que han aparecido recientemente a la venta en eBay" (BBC).
Steve Martin y Jonah Hill llevan tarjetas en los bolsillos que entregan a quienes les piden autógrafos y que simplemente dicen que lo conocieron en persona. Los dos optaron por esta táctica para no firmar autógrafos.
Personalmente, he sido testigo de las tácticas de los ‘cazadores de autógrafos’ en decenas de ocasiones a lo largo de las muchas alfombras rojas y eventos cinematográficos que llevo cubriendo a lo largo de toda mi carrera. En Londres, donde he cubierto la mayoría de estrenos de blockbusteres, suelen agolparse decenas de “cazadores”. Son de los primeros en hacer fila para acceder al acceso de seguridad donde se acomodan los fans y curiosos que más tarde verán de cerca a las estrellas. Estos “cazadores” son personas adultas que llegan a las premieres con carpetas llenas de fotos diferentes de cada celebrity y suelen ocupar la primera esquina entre el público. Es decir, son los primeros en recibir a las estrellas cuando empiezan a saludar a la gente. Se nota que no son fans porque van preparados con diferentes imágenes, no suelen pedir fotos con el famoso de turno pero gritan desaforados para conseguir la atención del personaje.
A veces, en la vorágine del evento, los famosos parecen no darse cuenta de la diferencia y firman sin ton ni son a todo aquel que estire un papel o fotografía desde esa primera instancia. Es decir, que estos “cazadores” suelen llevarse su recompensa pero a costa de los fans que se ubican más lejos en la hilera tras la valla protectora dado que raras veces los famosos completan todo el paseo por falta de tiempo. Tom Cruise y Will Smith son de los que llegan primeros para atenderlos a todos. En el caso del actor de Top Gun, acostumbra pasar unas dos horas firmando autógrafos en sus estrenos, como hizo en Madrid con La Momia u Oblivion en Irlanda. Además, se rumorea que hizo unas cuatro horas en París con Misión Imposible - Fallout. Will Smith, por ejemplo, aseguró haber estudiado la táctica de Tom para intentar seguir sus pasos y convertirse en estrella.
Según publicó Observer en 2022, el negocio de los autógrafos habría aumentando desde la pandemia. Por ejemplo, la compañía que facilita la firma de autógrafos en convenciones de celebridades como Comic-Con, Zobie Productions, habría visto un aumento del 25% y 30%, “con artículos autografiados que se vendían por $500 en 2019 y ahora se venden por $650, dijo el presidente de la compañía, Jayare Gallegos”. Lo que nos permite imaginar la vorágine e interés de estos ‘cazadores’ a la hora de conseguir las firmas.
En resumen, Bill Hader no es el único que optó por cerrar la puerta a los autógrafos. Evidentemente los que salen perdiendo en estos casos siempre son los verdaderos fans que buscan una firma que recordar y atesorar del personaje de su película favorita.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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