Patrick Swayze sufrió una lesión en ‘De profesión: Duro’ que lo salvó de otro fracaso

Patrick Swayze siempre tuvo que luchar por los papeles que interpretó, como reveló su esposa en el emotivo documental de 2019 dedicado a su carrera. Tenía un carisma especial que traspasaba la pantalla y un nivel de compromiso máximo con sus películas, pero igualmente le tocó enfrentarse a los muros del encasillamiento, viéndose obligado a demostrar su valía ante cada proyecto que le interesaba. Por ejemplo, desafío una lesión de rodilla para sacar adelante Dirty Dancing (1987), entrenó paracaidismo a espaldas de los productores de Punto de quiebre (1991) para rodar él mismo las escenas de riesgo y hasta pidió a su compañero de peleas en De profesión: Duro (1989) que se dieran golpes reales para convencer a la audiencia. El resultado fueron dos costillas rotas y una lesión que lo salvó de un nuevo fracaso.

De profesión: Duro está justamente resucitando de sus cenizas 35 años después gracias al remake que Jake Gyllenhaal protagoniza para Amazon Prime Video, El duro. Si bien esta versión dirigida por Doug Liman propone un reboot con ciertas diferencias narrativas, la verdad es que termina respetando la misma tendencia hacia la cursilería, la exageración violenta y una trama que no se toma demasiado en serio. Y, de paso, rinde homenaje a Patrick Swayze, un detalle que era esencial para Gyllenhaal al haber sido uno de sus mentores en los inicios de su carrera. Es más, incluso lleva un tatuaje en su honor a lo largo del metraje. “Él era único. Fue el más amable, siempre me apoyó mucho al principio de mi carrera”, dijo Jake Gyllenhaal en The One Show ante el estreno del remake en la plataforma streaming (vía Yahoo!)

La rodilla que lo salvó de otro fracaso

Patrick Swayze era consciente de que De profesión: Duro era una película que no se tomaba en serio y jugaba en las ligas del cine B. Sin embargo, se comprometió de lleno como era su costumbre, aportando dosis de vulnerabilidad a su personaje de portero de bar que frena peleas cada noche con su fuerza letal aunque se tratara de una producción que imponía superficialidad, cursilería y dosis de violencia en exceso. Y lo hizo justamente porque quería seguir demostrando a Hollywood el amplio repertorio que tenía para ofrecer. “El motivo principal por el que acepté hacer De profesión: Duro fue porque estaba años luz y en la dirección opuesta de Dirty Dancing”, dijo en una entrevista de la época.

Y en sus planes por seguir expandiendo horizontes se encontraba el drama Vientos de justicia (1989) y la secuela de un éxito de ciencia ficción: Depredador 2.

El director contratado para desarrollar la segunda parte, Stephen Hopkins, quería recuperar a la estrella de la película original, Arnold Schwarzenegger, y crear una dupla con Patrick Swayze en la piel del policía coprotagonista mientras se enfrentaban al letal alienígena en una jungla urbana como Los Angeles (JoBlo). Sin embargo, la estrella austríaca no regresó a la historia por una disputa salarial de $250.000, según contó el productor John Davis, mientras que el actor de Dirty Dancing se quedó fuera gracias a una lesión sufrida en el rodaje de De profesión: Duro que no le permitía tomar otro rol en el cine de acción en ese momento, según un artículo de Eighties Kids.

Patrick Swayze sufría de un problema de rodilla desde su juventud. Se lesionó a los 18 años durante un partido de fútbol americano, olvidando su futuro en el deporte y encaminando su destino hacia el ballet que había aprendido con su madre (era profesora y bailarina) y las artes escénicas. Se tuvo que someter a cinco cirugías, una de ellas reconstructiva (Inquirer). Años más tarde, sufrió otro incidente cuando un absceso dental provocó una infección en el torrente sanguíneo que atacó su rodilla. La infección se complicó tanto que los médicos le advirtieron que tenía una semana para sanar o tendrían que amputarlo.

Curiosamente, pasó dolor en la misma rodilla debido al agua extremadamente fría en la escena del lago de Dirty Dancing y poco después rodó las peleas y patadas voladoras en De profesión: Duro. Se lesionó tanto que “tuvieron que drenar 80 CC de líquido de su rodilla izquierda”, según explica Moving Picture Show.

Y precisamente por la lesión en esa rodilla no habría estado disponible para aceptar Depredador 2, salvándose en el camino de otro fracaso que no hubiera ayudado a su carrera tras la mala recepción inicial que tuvo De profesión: Duro.

Protagonizada por Danny Glover y Gary Busey, Depredador 2 fue destrozada por la crítica ante una premisa repetitiva que había perdido toda la adrenalina de la película original, y pasó a la historia como la entrega con menor recaudación de la saga.

El camino despejado hacia el éxito

Patrick Swayze no solía leer guiones, sin embargo, su agente lo convenció de que tenía que prestarle atención al libreto de Ghost, la sombra del amor. El actor siguió su consejo durante los meses siguientes a la lesión y recuperación de rodilla, encontrando una historia que tenía que ser suya. “Tengo que hacer esta película”, le dijo a su esposa después de leer el libreto y con lágrimas en los ojos.

El problema era que el director de Ghost, Jerry Zucker, no tenía ningún interés en ficharlo después de haber visto De profesión: Duro. Según cuentan familiares y amigos en el documental Yo soy Patrick Swayze de 2019, tuvieron que hacer varias llamadas y mover cielo y tierra para conseguir que Patrick formara parte del proceso de casting. Y en ese momento los convenció. Emocionó tanto a todos los presentes en la audición que el papel fue suyo en ese instante.

Y así, gracias a una lesión sufrida en De profesión: Duro que lo apartó de Depredador 2, habría tenido el tiempo suficiente para meterse de lleno en la historia de amor con Demi Moore, coronándose como una de las estrellas más exitosas de los ’90 y con la película más taquillera de toda su carrera ($517 millones).

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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