Patrick Swayze se adelantó a Tom Cruise dónde más le puede doler

El productor y actor Tom Cruise, quien interpreta a
El productor y actor Tom Cruise, quien interpreta a "Ethan Hunt" en Misión: Imposible Fallout, camina por la alfombra roja del estreno en Estados Unidos en el Museo Nacional Smithsonian del Aire y el Espacio en Washington, D.C., el domingo 22 de julio de 2018. (Foto de Cheriss May/NurPhoto a través de Getty Images)

No hace falta ser amante del cine para saber que Tom Cruise es el amo y señor del género de acción. Que por mucho que Jason Statham, Dwayne Johnson, Keanu Reeves o Chris Hemsworth intenten arrebatarle el trono con sus espectáculos a gran escala, nadie consigue superar las experiencias adrenalínicas que el actor de Misión Imposible recrea a través de sus riesgos constantes. Ya sea colgándose de aviones en pleno despegue, trepando el edificio más alto del mundo o saltando desde un precipicio en moto, no existe la menor duda de que Tom Cruise es el rey del cine más arriesgado.

Pero no fue el primero.

Estamos tan acostumbrados a asociar el cine de riesgo con la estrella de Top Gun que, en realidad, se nos olvida que Patrick Swayze se le adelantó a principios de los 90.

Patrick Swayze murió el 14 de septiembre de 2009 tras luchar intensamente contra el cáncer de páncreas. Tenía tan solo 57 años y había pasado gran parte de su carrera luchando contra los estereotipos asociados a sus habilidades como bailarín y su cara bonita. Quería que la industria lo tomara en serio. Que no lo vieran únicamente como el actor sensible que podía bailar y hacer suspirar a las masas con Dirty Dancing (1987) y Ghost, la sombra del amor (1990). Quería hacer películas que se sintieran reales y auténticas. ¿Les recuerda a alguien? Porque eso mismo es lo que pretende Tom Cruise cuando se lanza al vacío en sus películas.

LONDRES - 28 DE NOVIEMBRE: El actor Patrick Swayze (R) y su esposa Lisa Niemi llegan al estreno británico de
LONDRES - 28 DE NOVIEMBRE: El actor Patrick Swayze (R) y su esposa Lisa Niemi llegan al estreno británico de "Keeping Mum" en Vue Leicester Square el 28 de noviembre de 2005 en Londres, Inglaterra. (Foto de MJ Kim/Getty Images)

Tal era el deseo de Patrick Swayze de romper con el estigma que le perseguía que no dudó en aceptar proyectos que marcarían la diferencia. Tanto como hombre rudo en El duro (1989), como en villano criminal en Punto de quiebre (1991). Y en ambas producciones se adelantó a Tom Cruise llevando las escenas de riesgo a un extremo insospechado hasta el momento.

El actor estadounidense de origen libanés Keanu Reeves y el actor estadounidense Patrick Swayze se paran en una playa mientras Swayze sostiene una tabla de surf durante el rodaje de la película de acción 'Point Break' dirigida por Kathryn Bigelow, 1991. (Foto de Richard Foreman/Fotos International/Getty Images )
El actor estadounidense de origen libanés Keanu Reeves y el actor estadounidense Patrick Swayze se paran en una playa mientras Swayze sostiene una tabla de surf durante el rodaje de la película de acción 'Point Break' dirigida por Kathryn Bigelow, 1991. (Foto de Richard Foreman/Fotos International/Getty Images )

Así lo contaban sus seres queridos en el documental de 2019, Yo soy Patrick Swayze. Por ejemplo, en la primera -donde interpretaba a un rudo guardia de seguridad junto a Sam Elliott- protagonizó una pelea al final de la historia cuando su personaje, James Dalton, se enfrentaba a un criminal interpretado por Mashall Teague. Era una pelea de vida o muerte y Patrick Swayze quería que se sintiera auténtica. Era su primera película de acción después de Dirty Dancing y quería que se notara la diferencia. Así que apartó a su compañero -que era experto en artes marciales- y le pidió que no fingieran. Que sintieran el dolor. Que lo transmitieran. Y fueron a por todas.

La única regla fue que no se tocaran las caras ni la cabeza porque todavía tenían que terminar la película. Y así se lanzaron a darse puñetazos y patadas. Se lastimaron e hicieron sangrar. Cada grito que oímos en la escena fue real. Cada ruido de golpes también. Y terminaron con una costilla fracturada (Swayze) y una cuenca del ojo lastimada (Teague).

Años después volvió a las andadas cuando llegó el turno de interpretar al amante de la adrenalina en Punto de quiebre. Patrick Swayze se tomó tan en serio su papel que, una vez más, quería que toda la acción en torno a su personaje se sintiera auténtica. Que lo viéramos surfeando las olas y saltando en paracaídas, aunque el estudio se opusiera.

Nunca había practicado paracaidismo, pero cuando aceptó interpretar la película de Kathryn Bigelow junto a Keanu Reeves, enseguida se puso a practicar. Se levantaba a las 4 de la mañana para practicar y saltar en paracaídas. Cada día y a espaldas del estudio.

“El estudio habría sufrido un síncope si hubiera sabido lo que estaba haciendo”, cuenta su agente Nicole David en el documental. Cuando los jefes se enteraron, le enviaron una carta de infracción. Pero ya era tarde. Ya había aprendido lo que necesitaba para plasmar la misma adrenalina a su personaje.

Y es que Patrick había llegado a un acuerdo con el estudio: después de rodar todos sus diálogos podía filmar las escenas de riesgo. Es decir, una vez que se aseguraban que la película estaba terminada, sin arriesgar el coste de producción poniendo en juego la vida de su estrella, podía recrear lo mismo que ya habían filmado los dobles de riesgo. “Eso nunca se hace, reemplazar escenas ya filmadas con un doble para grabarlas de nuevo con el actor real”, recordaba su hermano Don Swayze. Pero Patrick lo hizo.

Y así, aunque las emblemáticas secuencias saltando en paracaídas ya se hubieran filmado con especialistas, Patrick las repitió. Y por eso es él a quien vemos flotando en el aire. Por su propio deseo de recrear autenticidad en pantalla, levantándose a la madrugada, aprendiendo y entrenando al máximo para, entonces, servir a la acción de la manera más real posible. Como hace Tom Cruise.

“Antes que Tom Cruise hiciera sus saltos ‘HALO’, Patrick lo hacía en Punto de quiebre”, recuerda Rob Lowe en el documental, quien trabajó con Swayze en Rebeldes (1983) de Francis Ford Coppola. “¿Crees que Tom no se acuerda todos estos años que Patrick lo hizo primero?”, se preguntaba con ironía. Incluso el especialista de riesgo Cliff McLaughlin añade que “Patrick era el actor principal que todos los dobles de riesgo sabían que podía hacer cualquier cosa. Que era un atleta capaz de hacer lo que quisiera. Y en su caso no era una cuestión de ego, le gustaba hacerlo”.

Todo esto ocurrió a finales de los 80s y principios de los 90s, cuando Tom Cruise no estaba pensando en convertirse en el rey del riesgo cinematográfico. Por aquel entonces dedicaba sus esfuerzos a ganarse la reputación de actor serio. De entrar en el selecto grupo de ganadores del Oscar como demuestran El color del dinero, Rain Man, Cuestión de honor, Sin salida, Entrevista con el vampiro o, la producción que le valió su primera nominación, Nacido el cuatro de julio. Pero después de protagonizar su primera secuencia de riesgo a gran escala todo cambió.

Fue con una escena de Misión Imposible, en donde huía de un restaurante tras la explosión de una pecera gigante. Y así, la película de 1996 levantó el telón a un nuevo acto en su carrera marcado por la adrenalina y la intención de crear las experiencias cinematográficas más intensas para los espectadores, superándose a sí mismo con cada secuela y con escenas cada vez más arriesgadas. Pero evidentemente no fue el único, ni el primero que se lanza al vacío para hacernos sentir experiencias auténticas en la gran pantalla.

El actor estadounidense Tom Cruise como Ethan Hunt, escapando del acuario que se derrumba en un restaurante, en una escena de la película 'Misión: Imposible', 1996. (Foto de Murray Close/Getty Images)
El actor estadounidense Tom Cruise como Ethan Hunt, escapando del acuario que se derrumba en un restaurante, en una escena de la película 'Misión: Imposible', 1996. (Foto de Murray Close/Getty Images)

Porque Patrick Swayze se le anticipó unos años antes, apostando por el riesgo a favor de la autenticidad cinematográfica para demostrar que era mucho más que el héroe romántico y el experto bailarín de sus películas. Y aunque hoy veamos a Tom Cruise como el rey de las secuencias arriesgadas en la gran pantalla, y él mismo alimente su rol como sinónimo de adrenalina cinematográfica elevando el nivel de riesgo con cada película, la verdad es que ya se le habían adelantado.

Probablemente el mundo no lo sabía. Después de todo, no tuvo la misma repercusión mediática que arrastra Tom Cruise desde aquella primera escena en Misión Imposible. Pero Patrick Swayze había hecho lo mismo saltando en paracaídas y desafiando a la industria por amor al arte. Y varios años antes.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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