Qué tan buena es realmente la leche de avena

La leche de avena se ha vuelto cada vez más popular, pero ¿cómo se compara con otras leches vegetales, como la de almendra o la de soya? ¿Es tan nutritiva como se dice? Te lo contamos.

Beneficios de la avena

La avena en sí tiene varios beneficios para la salud, como recoge el portal Healthline. Por ejemplo, es rica en nutrientes como manganeso, fósforo, magnesio, zinc, hierro y vitamina B1 y B6.

Además, es rica en antioxidantes, específicamente avenantramidas, que ayudarían a reducir la presión sanguínea y a mejorar su flujo, además de combatir la inflamación.

Otra maravilla de la avena es que es rica en beta-glucanos, una fibra soluble que ayudaría a reducir los niveles de colesterol y a controlar los niveles de azúcar en la sangre. También ayudarían a la proliferación de las bacterias saludables del tracto digestivo, y generarían una mayor sensación de saciedad, ayudando así a combatir el sobrepeso.

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¿Cómo se compara con otras leches vegetales?

Ante la variedad de opciones que hoy existen de leches vegetales, estas serían algunas ventajas y desventajas de la leche de avena, según recoge el portal Health:

• Tiene una consistencia y sabor más parecido al de la leche de vaca.

• Tendría más proteína que su competencia, a excepción de la leche de soya.

• Tendría más fibra.

• Tendría más calorías. Un vaso de leche de avena contiene entre 120 y 130 calorías, mientes que la avena tiene 40 y la soya sin azúcar 80.

• Tendría más carbohidratos, lo cual podría no ser bueno para quienes llevan una dieta Keto.

• Sería más ecológica, pues como recoge el diario HuffingtonPost comparada con las almendras, la avena requeriría seis veces menos agua para crecer.

• Podría ser apta para veganos, siempre y cuando esté procesada en espacios certificados.

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No todo lo que brilla es oro

Si bien la avena tiene beneficios para la salud, y la leche de avena mantendría muchos de ellos, no debería de considerarse un sustituto de la leche de vaca sino un complemento alimenticio, como menciona Álvarez Hernández al diario El País, y lo mismo ocurriría con todas las leches vegetales.

En general esto se debería a que las leches vegetales no enriquecidas, tendrían proteínas de bajo valor biológico, además de poco calcio difícil de absorber, entre otros nutrientes.

A pesar de esto, la leche de avena sería una muy buena opción para quienes tienen intolerancias alimentarias pues no tendría que tener nueces, lactosa, soya ni gluten, siempre y cuando sean enriquecidas, pues la casera no tendría tantos nutrientes.

Pero ojo con las etiquetas

No todas las marcas de leche de avena son iguales, y hay que prestar mucha atención a los ingredientes de las mismas para evitar problemas. Por ejemplo, en caso de ser alérgico o intolerante a ciertos alimentos, hay que estar seguro de que su proceso esté completamente libre nueces, gluten o lácteos, por ejemplo.

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Además, hay que prestar atención a cuánta azúcar añadida contienen, qué tipo de conservadores se le añaden así como saborizantes, o colorantes.

Cómo hacerla en casa

Si te animas a probar la leche de avena como un complemento a tu dieta, te invitamos a hacerla en casa con esta receta que nos compartió Bárbara Asnaghi, periodista digital y colega, y que nos consta que queda muy buena.
Ingredientes:

• 2 tazas de avena arrollada (en copos)

• 6 tazas de agua

• 1 cucharada de azúcar mascabado o miel

• Pizca de sal

Para hacerla, agrega el agua y la avena al vaso de la licuadora y deja reposar al menos 10 minutos para que se remoje bien. Después solo licúa bien, incluso durante 2 minutos.

Lo que sigue es colar muy bien la mezcla. Como recomendación, utiliza una cuchara para remover la mezcla en el colador, pues la avena se espesa mucho. Se puede colar una segunda vez con una tela.

Una vez colada, puedes guardarla en el refrigerador durante unos cinco días. Eso sí, remuévela bien antes de tomarla, pues tiende a asentarse.

@travesabarros