El tortuoso problema que está acabando con las parejas y no es la infidelidad

Es agotador y no es una exageración. Además de las tareas que debes hacer como persona funcional, cuidar de ti, de tu entorno, cumplir con tus labores profesionales también tienes que armarte de paciencia para incentivar a tu pareja para que se haga cargo de algunas tarea del hogar, sin que tengas que pedirlo. Claro, ¿por qué tendrías que pedirlo si ambos viven en la misma casa? Los dos ensucian trastes o ropa; los dos usan el baño, los dos necesitan alimentarse y los dos merecen vivir en un espacio confortable y limpio. Las relaciones son de dos para todo.

Es un planteamiento que parece sencillo y, sin embargo, nunca se queda ahí porque quienes son víctimas de ello siempre tienen que estar argumentando la importancia de hacer equipo con la pareja y de que ambos se encarguen de los quehaceres en la misma medida.

No existe ninguna ley universal que indica que solo uno -el que prefiere el orden y la limpieza- debe ocuparse y mucho menos existe hoy en día ningún mandato que obligue a las mujeres a encargarse de las labores del hogar, las diligencias, las compras. Por lo menos no en este lado del mundo.

Si bien en algún momento la sociedad indicaba que el hombre debía tener el papel de proveedor del hogar mientras a la mujer le correspondía ocuparse de la casa y los niños, ha corrido mucha agua debajo del puente, y desde hace muchos años las mujeres trabajan y se preparan en la misma medida que los hombres, y aún así, muchas deben encargarse también de la casa por esa imposición tácita que no termina de superarse.

Aunque parezca increíble, hay personas que se escudan en que mejor no se encarga de las labores comunes porque no las saben hacer bien, se sienten ofendidas cuando se les dice que deben hacerlas de determinada manera y se presenta la discusión que suele incluir frases como “es que mejor lo haces tú porque no te gusta cómo lo hago yo (o no sé hacerlo)”.

¿Les suena? Esto no es nuevo. Desde siempre los seres humanos han buscado evadir lo que les incomoda, y lo hacen de manera consciente, pero hoy en día ya existe un término para denominar esta actitud: weaponized incompetence, lo que en español podría ser "incompetencia estratégica".

El médico Alexander Moreno, terapeuta psicoanalítico, experto en relaciones de pareja, explica que es un término bastante nuevo que se introdujo en la psicología para tratar de explicar estas conductas tanto de hombres como de mujeres y que se dan no solamente en relaciones amorosas, sino también en la amistad, en ámbitos profesionales y académicos.

La queja que ha vuelto a resurgir en la terapia de pareja

Recientemente las redes sociales se han convertido en el escenario perfecto para discutir si realmente se finge no saber hacer las tareas para librarse del trabajo o es culpa de la mujer quien, al querer controlarlo todo, asume que solo ella debe hacer los quehaceres.

Jimmy Knowles, entusiasta del tema de las relaciones de pareja, después de haber pasado por una crisis, hace el planteamiento en su cuenta de TikTok de manera brillante y el debate está servido.

Pero de qué se trata realmente la incompetencia estratégica y cómo podemos librarnos de ella.

Moreno explica que "la incompetencia estratégica es una neurosis, la neurosis de evitación, que podría catalogarse como manipulación o maniobra, esto consiste en evitar realizar tareas indeseadas de manera consciente. Esto es muy importante porque se finge con total consciencia ser incapaz de hacer la tarea que te asignan o te corresponde” y agrega que sí es posible que alguien no asuma sus tareas porque realmente no sabe hacerlas, con lo cual no estaría aplicando la incompetencia estratégica.

Pero ¿por qué alguien es capaz de usar la incompetencia como un arma? No suena como algo que deba ocurrir entre dos personas que se aman. Las razones pueden ser variadas, la especialista Claudia del Llano, en un artículo de Verywell Mind, señala que algunas de ellas son, en primer lugar y la más obvia, evitar responsabilidades. Hacerse el incapaz permite a las personas eludir deberes como tareas del hogar, cuidar a los niños, asumir obligaciones financieras o incluso, brindar, apoyo emocional.

Otra razón es usarlo para escapar de situaciones incómodas como enfrentar tareas que generan inseguridad, duda o miedo. Al delegar la tarea, se alivia su ansiedad y también le pasan la carga a su pareja.

Además, esto no se trata de una práctica que ejecuta un género exclusivamente. Las mujeres también pueden ejercer la incompetencia como arma para, por ejemplo, buscar atención, pues al aparentar vulnerabilidad o deficiencia, cree provocar la preocupación, simpatía o apoyo de su pareja.

"Es bastante complejo porque estamos viendo recientemente en terapia de pareja que esta es una queja que está volviendo a ser muy frecuente de las mujeres, quienes señalan que el hombre no la apoya en las labores del hogar. Mientras tanto, el hombre se queja de que la mujer lo espera para que él se encargue de cosas que ella pudo haber hecho de su cuenta", dice Moreno, y lo adjudica a que las generaciones más jóvenes, al estar más conectadas con la tecnología, se desentienden más fácilmente de las ocupaciones cotidianas en el hogar, cosa que en la generación X se había superado al provenir de la generación que normalizó el divorcio.

¿Cómo saber si estás ante la incompetencia estratégica?

Es posible que realmente la pareja sea incompetente para muchas cosas, que nunca aprendió a hacer, quizás por crianza, por parámetros culturales o por su posición económica, pero esto no quiere decir que no aprenda. Para ello es muy importante identificar ejemplos claros de incompetencia estratégica.

Del Llano enumera algunos de ellos: cuando le pides a tu pareja arreglar la cama, terminas teniendo que enseñarle a hacerlo correctamente, y probablemente esto se repite frecuentemente. Otro ejemplo es cuando encargas a tu pareja comprar víveres, pero necesita que le hagas una lista detallada y además olvida la mitad.

Asimismo, hay frases frecuentes que usan quienes emplean esta estrategia. “Realmente no soy bueno en eso, tú lo haces mucho mejor” o “puedo hacerlo, pero soy tan lento que me llevará una eternidad”.

Aunque parece imposible y desgastante tener que explicar por qué esto está mal, y por qué ambos deben encargarse por igual de las tareas domésticas, el primer paso es hablar de ello y escuchar activamente y con buena disposición lo que nuestra pareja tiene que decir.

Qué hacer para romper con el ciclo tóxico

"Las parejas actuales tienen que empezar a convivir antes de casarse, y deben establecer sus roles con claridad y hablar mucho sobre qué asume cada quién. Tal como si fuese una descripción de cargos en una empresa. En un mundo tan acelerado como el de hoy en día, esto permitirá una comunicación mucho más fluida", indica el doctor Moreno.

Además, sugiere como una buena manera de establecer estas funciones, que no solo se hablen, sino que se escriban y se comprenda que el fin no es imponer tareas, sino cumplir el objetivo de una vida en familia en armonía. “Todo tiene que estar claro. Hay que establecer cosas como que ambos irán al mercado, ambos se ocuparán de cocinar y de la limpieza en la misma medida, ambos cuidarán de lo hijos, ambos trabajarán. Si esos acuerdos se rompen de manera consciente, se está vulnerando la estabilidad de la relación".

La psicóloga Holly Schiff, explica en un artículo en Mind Body Green que la comunicación abierta y establecer límites serán la clave. "La delegación y el establecimiento de estándares claros y acordados garantizarán que ambos socios se apropien de tareas específicas y que las responsabilidades sean equilibradas e iguales" y agrega que esta conversación frecuente en la que tratamos de enseñar y establecemos límites puede ser una oportunidad para fortalecer la relación y la intimidad.

Aunque sueña sencillo no lo es, porque es muy necesario que exista el compromiso de cambiar y de que cada quien asuma la parte que le corresponda. Si esto sigue siendo un problema en el tiempo aunque se haya hablado claramente al respecto, debe ser un factor decisivo para continuar, porque las relaciones de pareja son de dos para todo lo que implique y todos merecemos una relación respetuosa con reciprocidad y trabajo en equipo.

Este artículo tiene como finalidad ofrecer información general y educativa sobre temas relacionados con la salud y el bienestar. Sin embargo, esta información no debe ser considerada como un reemplazo del consejo de su doctor ni debe ser utilizada para realizar tratamientos sin supervisión médica. Yahoo no se hace responsable de ningún diagnóstico hecho por un usuario basándose en este contenido. Si usted está preocupado por su salud, siempre consulte a su médico de cabecera u otro profesional calificado de la salud antes de tomar cualquier acción.

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