Alimentos y hábitos que ayudan a mantener el intestino saludable (más allá de los probióticos)
El tema de la salud intestinal es mucho más amplio que el clásico “ingiere probióticos”. Son muchos los factores que inciden en el buen funcionamiento de esta parte del sistema digestivo, pero el más común y cotidiano, la alimentación, puede estar en nuestras manos para ayudarnos a mantenernos sanos y prevenir enfermedades.
Así como cualquier otra parte del cuerpo, el intestino amerita revisión periódica del especialista, por lo que no debemos dejarlos por fuera dentro de los chequeos anuales recomendados. Pero a lo largo de todo el año podemos incorporar algunos hábitos para cuidarlo.
El doctor Pablo Saz, investigador de la Universidad de Zaragoza, España y columnista del portal especializado Cuerpomente, explica que el intestino constituye un ecosistema que cuenta con más de dos mil tipos de microorganismos entre los que se encuentran algunos que actúan en la prevención del cáncer de colon. Mantener ese universo estable pasa por hábitos como la práctica regular de ejercicios para tonificar la musculatura abdominal y de yoga; los masajes en movimientos circulares en el sentido de las agujas del reloj mientras nos acercamos y alejamos de la zona del ombligo; el uso de compresas calientes para estimular la digestión y, por supuesto, la alimentación.
El profesor de Epidemiología Genética en el King's College de Londres, Tim Spector, recomienda en un artículo de la BBC la ingesta de vegetales para alimentar adecuadamente la microbiota intestinal. Específicamente alcachofas, achicoria, lechuga, estragón, ajoporros, cebollas, ajo y espárragos, son algunos de los que la benefician particularmente.
Asimismo, se recomienda la ingesta de fibra dietética y los cereales integrales, los cuales, según un estudio publicado en la revista Nutrients, tienen una combinación única de almidones resistentes, vitaminas, minerales, fitoquímicos, antioxidantes y otros componentes bioactivos que inciden positivamente en los procesos del organismo.
Según publica la Clínica Mayo, estos componentes son favorables para la salud intestinal, pues previene la aparición de afecciones como hemorroides, diverticulitis; y previene el desarrollo de cáncer colorrectal. Las fuentes más eficientes de fibra son los productos integrales, las frutas, las verduras, las leguminosas y los frutos secos.
Las grasas insaturadas también deben estar incluidas en la lista, a través de alimentos como el salmón y otros pescados azules. Estas grasas saludables son más fácilmente procesadas por el intestino y disminuyen la ingesta de grasas saturadas, lo que favorece la salud intestinal y estimula la absorción de nutrientes.
Los tan mencionados probióticos -y sus alimentos, los prebióticos- también son beneficiosos para la salud intestinal. El neurólogo David Perlmutter, consultado por la BBC, los recomienda para prevenir la inflamación, y específicamente destaca el Lactobacillus Plantarum, pues su efectividad para permeabilizar las paredes del intestino está probada. Esto quiere decir que se fomenta la capacidad que tienen las membranas del intestino para permitir el paso de nutrientes e impedir el paso de sustancias tóxicas, bacterias y virus que pueden ser perjudiciales, según se explica en TopDoctors.
Algunos alimentos probióticos comunes son el repollo agrio, o chucrut, el yogur natural, los encurtidos, y el pan de masa madre, mientras que los prebióticos están presentes en frutas y verduras.
Cabe destacar la importancia de limitar o suprimir los alimentos de difícil digestión como carnes rojas y alimentos ultra procesados, si sufrimos de intolerancias alimentarias, así como también la forma en que ingerimos nuestros alimentos. “Conviene ser totalmente consciente del hecho de que estamos comiendo, de la importancia de la masticación, de la completa trituración y licuación del alimento”, dice Saz, quien explica que al mover las mandíbulas para masticar estimula las glándulas salivales y la saliva influye poderosamente en la predigestión.
Otro hábito recomendado por muchos expertos naturistas es ayunar eventualmente. El doctor Saz recomienda reservar un día para ingerir solo agua, zumos naturales, y caldos en la búsqueda de una especie de reseteo corporal, pero estas prácticas deben llevarse a cabo solo por recomendación médica.
Finalmente, hay que resaltar, por una parte, el evitar automedicarse tomando antibióticos, que eliminan las bacterias dañinas, pero también las buenas, ocasionando desequilibrios en el organismo, y por otra, el consumo de agua. Tomar agua en cantidades adecuadas favorece la circulación sanguínea, la digestión, la absorción de nutrientes y el desecho de toxinas.