Sharon Stone se sintió 'tan avergonzada' cuando vendieron su ropa interior con todos sus trajes de cine
Sharon Stone se sintió "tan avergonzada" cuando vendieron su ropa interior con todos sus trajes de cine.
La actriz, de 66 años, tiene una cláusula en sus contratos que le permite llevarse a casa todos sus trajes de cine, tras una experiencia al principio de su carrera, cuando las prendas que llevaba se vendieron para intentar recuperar los costes de rodaje de una película que había protagonizado.
Así lo contó a la revista Style del Sunday Times: "Después de hacer una película para televisión en los años 80, vendieron mi vestuario con descuento en el estudio para recuperar el dinero, y con él iba mi ropa interior. Me sentí tan avergonzada e incómoda de que los chicos del equipo estuvieran hurgando en mis calzoncillos que pensé que nunca más permitiría eso. Así que hice que en mis contratos pusieran que me quedaba con toda la ropa de las películas, a menos que fueran alquiladas por los estudios".
Aunque algunos de los trajes más emblemáticos de Sharon están a buen recaudo, admite que suele llevar los zapatos que ha utilizado en sus películas.
Y añadió: "Guardo el minivestido blanco de 'Bajos Instintos' en una caja fuerte, pero tengo un montón de zapatos de esa película en mi armario, como los tacones negros de Gucci con puntera abierta y los de tiras con tachuelas doradas. El resto del vestuario está guardado. La ropa de 'Casino' era magnífica. Rita Ryack, la diseñadora de vestuario, hizo un trabajo increíble. Me llevé la chaqueta de Pucci con la que muere Ginger".
La actriz de 'What About Love' sabe que su cuerpo ha cambiado con la edad, pero ha aprendido a amar sus defectos.
Dijo: "Mucha gente se rinde con la edad. Se desprenden de su cuerpo porque se está derrumbando o porque dicen: 'Mi cuerpo ya no me define'. Pero hay que seguir amando ese cuerpo. Bromeo diciendo que ahora mis axilas tienen pliegues. Pienso: 'Bueno, tenía unos brazos preciosos y ahora son fuertes y pintones y como alas de ángel. ¿Y qué si tienen pliegues? Quizá sea eso lo que los hace maravillosos ahora'. Una vez estaba en casa de Jackie Collins jugando billar con ella y su hermana, Joan, y ella me dijo: 'Déjame darte un consejo. Después de los 40, nunca te pongas encima y nunca saludes con la mano'".