¿Existe un vínculo entre la enfermedad renal y la insuficiencia cardiaca?

Son muchos los estudios que profundizan en el vínculo entre la enfermedad renal y la insuficiencia cardiaca crónica. Así,  dos análisis llevados a cabo en España utilizando el Registro Cardiorrenal Español (CARDIOREN) tenían como objetivo evaluar la prevalencia de la enfermedad renal en pacientes con insuficiencia cardiaca crónica y explorar, además, las diferencias en el síndrome cardiorrenal según el sexo del paciente.

¿Cuáles fueron los resultados? Lo más destacable que se extrajo es que el 70% de pacientes con insuficiencia cardiaca crónica tenía algún grado de disfunción renal. “Esta prevalencia del 70% es la más alta registrada en una población contemporánea, con insuficiencia cardiaca estable”, puntualiza la doctora Marta Cobo, del  Servicio de Cardiología del  Hospital Universitario Puerta de Hierro Majadahonda (IDIPHISA), investigadora del CIBERCV (Centro de Investigación en Red de Enfermedades Cardiovasculares) y una de las autoras de ambos estudios. “Además, hemos descrito el fenotipo cardiorrenal, caracterizado por edad avanzada, sexo femenino, y fracción de eyección ventricular izquierda preservada”, añade.

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La enfermedad renal crónica, comorbilidad importante en pacientes con insuficiencia cardiaca

Estamos, además, ante un problema importante, pues no podemos perder de vista de que forma están influyendo factores como el envejecimiento de la población, el hecho de que vivamos más, en un aumento progresivo de las cifras de la enfermedad renal crónica (ERC). Además, también influye la mejora continua del diagnóstico y el tratamiento. Lo que se constata es que la ERC se ha convertido en una importante comorbilidad en los pacientes con insuficiencia cardiaca (IC). Además, se espera que la ERC se convierta en la quinta causa mundial de muerte en 2040. Hasta ahora, se estimaba que la prevalencia de la ERC en pacientes con IC oscilaba entre el 26% y el 57%, pero se trata de información con más de 5 años de antigüedad.

El diagnóstico precoz de insuficiencia renal en pacientes con insuficiencia cardiaca permitiría la implementación de medidas terapéuticas con beneficio pronóstico establecido”, señala la experta.

“Tomar conciencia de este creciente fenotipo 'cardiorrenal' debería favorecer la creación y organización de estructuras de atención multidisciplinar, como unidades de insuficiencia cardiaca o unidades cardiorrenales, que aborden de una manera holística y coordinada a los pacientes con enfermedad cardiorrenal”, destaca la doctora.

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Diferencias por sexos cuando hablamos de síndrome cardiorrenal

Otro de los análisis que han aprovechado los datos del registro CARDIOREN analiza las diferencias específicas entre sexos en pacientes con enfermedad cardiaca y renal combinadas que, hasta ahora, no se habían descrito completamente. Los expertos apuntan que una de las posibles explicaciones a las diferencias específicas entre sexos puede ser la compleja interrelación fisiopatológica cardiorrenal.

Así, de acuerdo con los resultados obtenidos en el estudio, se observa que, en mujeres, predomina el fenotipo cardiorrenal caracterizado por ERC avanzada, valvulopatía, anemia, congestión e insuficiencia cardiaca con fracción de eyección preservada (ICFEp) mientras que la IC con fracción de eyección reducida (ICFEr), la etiología isquémica, la hipertensión, la hiperpotasemia y la fibrilación auricular se observaron con mayor frecuencia en varones.

“Al analizar la población general con insuficiencia cardiaca y enfermedad renal de nuestro estudio, también observamos que los pacientes varones con enfermedad cardiorrenal presentaban predominantemente ICFEr con una mayor prevalencia de miocardiopatía isquémica, hipertensión y fibrilación auricular”, explica el doctor Julio Núñez, del Servicio de Cardiología del Hospital Clínico Universitario de Valencia, investigador del INCLIVA y uno de los autores del estudio. “El tabaquismo y la hipertensión eran los únicos factores de riesgo tradicionales más elevados en esta población masculina. Además, es destacable el hecho de que la prevalencia de hiperpotasemia moderada y grave hallada en nuestro estudio fue mayor en los varones”, puntualiza el doctor.

La hiperpotasemia o hiperkalemia se caracteriza por niveles elevados de potasio en la sangre y es un trastorno grave, pues los pacientes corren un riesgo significativo de sufrir arritmias cardiacas, que pueden conducir a una parada cardiaca. Entre un 2-3% de la población mundial sufre de hiperpotasemia, y en pacientes con ERC afecta a un 12-13% de los mismos.