Zoe Saldaña y Nicole Kidman se chocan con un problema para destacar en su nueva serie de acción

Laysla De Oliveira, Zoe Saldaña, Michael Kelly, Morgan Freeman y Nicole Kidman en el póster de 'Operrativo: Lioness' (Foto: Paramount+)
Laysla De Oliveira, Zoe Saldaña, Michael Kelly, Morgan Freeman y Nicole Kidman en el póster de 'Operrativo: Lioness' (Foto: Paramount+)

De la mano de Taylor Sheridan, el creador de Yellowstone o Tulsa King, el pasado mes de julio llegó a Paramount+ la serie Operativo: Lioness, propuesta de acción bélica que apuntaba a convertirse en uno de los fenómenos seriéfilos del 2023. Solo había que ver el carrusel de estrellas de Hollywood que formaban parte de su reparto, encabezado por Zoe Saldaña y con nombres tan potentes como el de Nicole Kidman o Morgan Freeman entre sus secundarios. Además, valorando la aclamación que siempre arrastra Sheridan con sus series, los grandes datos de audiencia que atrae a Paramount y su experiencia en el género firmando aclamados guiones cinematográficos como Sicario, era difícil que un producto de estas características no resultara mínimamente atractivo.

Su propuesta sigue a una agente de la CIA, a quien da vida la actriz de Avatar o Guardianes de la Galaxia, en su labor al frente de una operación para acabar con una organización terrorista desde dentro, en la que una joven marine, interpretada por la actriz de ascendencia brasileña Laysla De Oliveira, deberá infiltrarse y hacerse amiga de la hija del líder.

Sobre el papel, las dosis de tensión, acción bélica y entretenimiento parecen garantizadas, sobre todo teniendo en cuenta sus intenciones de entrar en la psique y decisiones morales de sus protagonistas y convertirse en un vehículo de lucimiento para su reparto. Sin embargo, creo que Operativo: Lioness fracasa estrepitosamente en extraer los muchos matices que hay tras su historia, lo que también se convierte en un obstáculo para que sus estrellas puedan exprimir su potencial en pantalla.

La serie me enganchó en sus inicios. Tenía acción bien ejecutada, los personajes venían cargados de detalles y sus actrices ofrecían interpretaciones de altura. Especialmente quedé cautivado por el rol de Saldaña, por su dureza a la hora de enfrentarse al dolor y la culpa de sus errores militares y en cómo se extiende entre las personas de su entorno, tanto en sus complicadas relaciones familiares como en el choque con su nueva pupila, con la que Laysla De Oliveira también construye otra de las interpretaciones más potentes de Operativo: Lioness.

El problema es que desde el segundo episodio sentí que toda esta carga dramática no conduce a nada, que se diluye en medio de una trama genérica más centrada en explorar el contexto militar y la fiereza de sus personajes que en ahondar en lo emocional, que es donde creo que Operativo: Lioness tenía ventaja frente a las muchas historias similares que hemos visto. La consecuencia es una serie llena de lugares comunes y carente de sorpresas que deriva a la intrascendencia, donde ni el sobresaliente trabajo de sus actrices levanta el interés.

Creo que entra en juego un error que arrastran casi todas las series y películas de Taylor Sheridan con los personajes femeninos. Siempre presenta mujeres de armas tomar, pero a veces asocia demasiado su éxito a poseer una fuerza y entereza masculina que les resta toda credibilidad y no deja poso a lo emocional. Y es justo lo que ocurre en Operativo: Lioness, donde el carácter de sus mujeres militares se construye en base a comparaciones con las capacidades del género contrario.

Así, todos los matices que arrastran personajes como el de Zoe Saldaña quedan relegados a un segundo plano, lo que hace que ni siquiera el brillante trabajo de sus actrices pueda extraer todo el oro que hay en el transfondo de la serie. Y más sangrante es en el caso de Nicole Kidman, que pese a erigirse como una de las mayores estrellas de Operativo: Lioness se tiene que conformar con un rol de presencia testimonial con desarrollo nulo. O al menos en los primeros episodios, donde el personaje, un alto cargo de la CIA, se limita a marcar su posición desde esa severidad ruda que vengo comentando.

Aún así, y pese a llevar emitida la mitad de su primera temporada, aún siento que Operativo: Lioness tiene margen de mejora. Como digo, en su trasfondo hay mucho potencial a exprimir, y solo hace falta un ligero cambio de enfoque para encauzar la trama y el desarrollo de personajes. De hecho, que actores como Morgan Freeman, también vendido como uno de los grandes reclamos de la serie, no hayan hecho acto de presencia en sus cuatro primeros episodios, me hace pensar que aún hay mucho por ver. Y por difícil que sea creerlo en este punto y por irregular que pueda ser su conjunto, ojalá termine siendo otra serie a reivindicar de Taylor Sheridan.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine 54.

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