A 20 años de su estreno: así están hoy Malena Luchetti y Mariano Colombo, protagonistas de la versión argentina de La niñera
En 1996, la pantalla estadounidense se vio revolucionada con una ficción cómica en la que se planteaba la irrupción de una graciosa, particular y bella niñera en la familia de un viudo y sus tres hijos. Su misión era solo cuidar a los menores, pero su alegría y sus ocurrencias cambiaron por completo a todos. Creada y protagonizada por Fran Drescher, fue un éxito mundial. Tal es así que La niñera tuvo diversas adaptaciones en el mundo y la Argentina no fue la excepción. Estrenada en 2004, con Florencia Peña, Boy Olmi, Carola Reyna y Roberto Carnaghi a la cabeza, completaban el elenco Agustina Córdova, Malena Luchetti y Mariano Colombo. A 20 años del desembarco de la familia Iraola a la pantalla, dos de los entonces niños que brillaron en el proyecto dialogaronc con LA NACION y recordaron cómo el éxito del programa los cambió para siempre.
La vida de un acaudalado viudo y sus tres hijos cambió por completo de un día para el otro. Lo que comenzó con la búsqueda de una niñera, derivó en la mezcla de dos mundos completamente diferentes y dio como resultado desopilantes escenas de la vida cotidiana. Mientras la historia original transcurrió en Nueva York, la adaptación argentina se dio en Buenos Aires.
Los argentinismos, chistes locales y adaptaciones a las costumbres nacionales le dieron la particular esencia a la ficción que contó con un elenco de lujo. Mientras Florencia Peña fue la niñera, Boy Olmi personifcó al millonario que buscaba ayuda para cuidar a sus hijos tras la muerte de su esposa. Los niños en cuestión fueron Agustina Córdova, Malena Luchetti y Mariano Colombo. Los dos últimos ya tenían gran popularidad, pero La niñera cambió sus vidas por completo. Tras la culminación del programa, dieron un volantazo y pasaron un tiempo alejados de las cámaras. A 20 años de su estreno, celebran haber sido parte de ese éxito.
Malena Luchetti: actuación, búsqueda y retorno
En los 2000, Malena Luchetti tenía 8 años y ya había ganado su primer Martín Fierro a Mejor actuación infantil por su papel en la novela Campeones (eltrece). A su corta edad ya contaba con gran experiencia frente a las cámaras. Desde que nació, el arte la abrazó de la mano de sus padres, quienes la empaparon con sus enseñanzas. A los 3 interpretó un cuento infantil durante una presentación de un corso barrial y fue cuando su naturalidad arriba del escenario llamó la atención de alguien que sugirió que estaba preparada para hacer un casting.
Pero, no fue hasta que tuvo cinco años que su tío la llevó a una prueba ante cámaras: consiguió su primer papel en la tira Mamitas (Canal 9) y trabajó junto a Ana María Picchio. Su próximo papel fue en Campeones. Todas las puertas para mostrar su talento fueron abiertas por ella misma. Son amores (eltrece) y Resistiré (Telefe) se sumaron a su lista de éxitos. Luego, continuó con un proyecto muy distinto a los que había realizado hasta ese momento: La niñera. Allí se puso en la piel de Micaela Iraola, la menor de la familia.
“Cuando me convocaron nos dábamos cuenta por las reuniones y por todo lo que contaban antes de filmar, que iba a hacer algo muy difícil porque yo tenía en la cabeza la versión original”, recordó Malena en diálogo con LA NACION. A pesar de su corta edad, sabía que la actuación no era un juego: “Sentía la presión igual que cualquier persona, muy consciente de las cosas que me divertían”. La responsabilidad de este nuevo papel estaba presente y eso fue lo que la hizo ver que La niñera requería otras formas de trabajo diferentes a las que venía acostumbrada.
Al tratarse de la adaptación de una ficción ya existente, los requerimientos eran más exigentes. La actriz, de ahora 31 años, recuerda que el guion era un punto fundamental que debía seguirse tal cual como estaba pautado, lo que dejaba afuera cualquier tipo de improvisación. En ese sentido, destaca el apoyo incondicional del elenco, el cual fue fundamental para el resultado que se vio en pantalla.
El estreno de la ficción fue sinónimo de éxito y llegó a alcanzar los 29 puntos de rating. Los actores sentían esa popularidad en las calles y Micaela no fue la excepción. Sumado a esto, tuvo otro pico de exposición posteriormente al ser parte de programas de entretenimiento como VideoMatch (Canal 9) en la sección 30 segundo de fama kids.
Fue en ese momento en el que decidió poner en pausa su carrera. “Fue demasiado fuerte el tema de salir a la calle y que la gente me reconozca y en un momento necesité tomarme un tiempo para vivir una vida un poco más normal”, manifestó. Se alejó de las cámaras y cursó sus estudios secundarios como “una adolescente más”. Cine fue la carrera universitaria que eligió y de la que se graduó. Le siguió Comunicación Audiovisual y, a la par, estudió teatro musical.
“Fue una búsqueda interna de saber si realmente era para mí, si yo lo elegía genuinamente, porque cuando estás en automático, que no parás de hacer algo, llega un momento en que necesitás frenar y pensar ‘che esto que estoy haciendo, ¿Qué pasa si no lo hago? ¿Me va a tocar la puerta de nuevo? Yo no sabía que me iba a pasar”, precisó.
La búsqueda fue a través de un movimiento constante y, poco a poco, la actuación volvió a ser parte de sus días, pero ya con algunos años más y con otra visión de lo que quiere transmitir con sus proyectos.
En 2015, con su papel de “Pato” en Esperanza mía (eltrece) regresó a la televisión. De allí continuaron los proyectos en teatro y cine. El 2024 la espera con el lanzamiento de su primera obra, escrita por ella, titulada No soy la de Chiquititas, en la que juega con la frecuente confusión del público que cree que fue parte de la exitosa ficción de Cris Morena. Sus vivencias serán plasmadas con ironía y juegos físicos para transmitir su crecimiento delante y detrás de las cámaras.
Hoy, Malena sabe que ser actriz es el gran camino que elige, en el que busca explorar sus conocimientos, deseos y dar lo mejor de sí en lo que tiene claro que es su gran pasión: la actuación.
Mariano Colombo: de la actuación al periodismo
Mariano tenía 9 años cuando “jugó” por primera vez frente a cámaras. Su personalidad extrovertida fue la que llamó la atención de adultos que lo rodeaban. Por sugerencia de un productor de televisión, comenzó a hacer castings y así llegó su primer trabajo: las cámaras ocultas de VideoMatch. Los chistes y remates graciosos eran su fuerte. “Se me dio bastante fácil al ser tan caradura, para mí fue siempre un juego superdivertido”, le expresó a LA NACION sobre sus primeros pasos en la pantalla chica.
Le siguieron diversas participaciones en televisión hasta que quedó seleccionado en el ciclo conducido por Jorge Guinzburg, Guinzburg & Kids (Telefe), donde realizó diversos personajes. “En ese programa el director era Claudio Ferrari, que fue el director de La niñera y él me convocó porque no encontraban al nene para el papel de Brighton. Hice el casting y al poco tiempo ya estabamos grabando”, sostuvo al hablar de cómo obtuvo su papel para ser Juan Agustín Iraola.
De ese momento, recuerda la advertencia que recibió junto a su padre de parte de los productores del ciclo: le auguraron un cambio radical en su tranquila vida de niño. “Nos parecía una exageración”, asegura, pero fue así. Tal como le sucedió a sus compañeros de elenco, debido al gran éxito de la adaptación de la serie su popularidad creció exponencialmente.
Mariano ingresó a un mundo que no conocía, con largas jornadas de grabaciones. “Me la pasaba jodiendo con los camarógrafos, con los maquilladores, los volvía locos a todos, porque también estaba muchas horas en el canal. Esa etapa la recuerdo de una manera muy linda, fue como un juego muy entretenido”, indicó.
Al mismo tiempo, se trató de un momento de aprendizaje debido a que el proyecto requería ciertos lineamientos de trabajo que, hasta ese entonces, él no había realizado. “Era muy extricto el guion por la aptación, pero podías tener un ida y vuelta con ciertas cosas, por ejemplo con las palabras que se usaban. Era extricto porque todo tenía sus remates y estaban los reidores ahí, que esperaban el remate. Estuvo bueno porque era aprender de cosas que no sabía”, señaló.
Más allá de las risas, hubo algo que no esperaba: “Para mí era un juego, me divertía muchísimo y siempre me trataron excelente. Pero, lo que me costó fue la popularidad, lo que me habían anticipado del cambio de vida fue así”.
Los fans comenzaron a reunirse en el frente de su casa para poder verlo y los paseos tranquilos se terminaron porque siempre había gente a su alrededor. Hoy, ya adulto, considera que fueron esos momentos de alta exposición los que lo llevaron a que poco a poco tomar distancia de la actuación: “Fue una de las cosas a las que no terminé de adaptarme”.
“Fue una decisión mía actuar o no. Siempre tuve la opción de salirme cuando quise”, aseguró. De esta manera, la libertad que tenía en sus elecciones fue lo que lo llevó a -en un momento dado- alejarse de los luces y las cámaras.
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“Me pasaba que hasta mis amigos no se quería juntar conmigo. Si bien no era una gran estrella, en ese momento la gente solo miraba tele y donde iba me miraban. Lo padecí porque quería ser un nene normal, pero al mismo tiempo lo disfrutaba un montón. Ahí me alejé de los castings aunque seguí haciendo algunas participaciones”, dijo.
Todo cambió para Mariano cuando el periodismo llegó a su vida. Completó sus estudios y comenzó con la vorágine de comunicar. Dejó su trabajo en un call center para volver a estar frente a las cámaras, pero, en esta ocasión, desde una perspectiva relacionada a sus conocimientos en el automovilismo: “Mi premisa es hablarle de autos a todo el mundo, al que sepa y al que no”.
En la actualidad se lo puede escuchar en Pop Radio 101.5; también conduce Automás en Canal 9 y está al frente de Fox Sports Verano. Además, está en los ciclos de streaming Marketing Registrado y Arranca con fuerza; y es parte de las coberturas de Kru, el equipo que lidera el Kun Aguero.
Hoy, Mariano no ve que en un futuro vuelva a la actuación, pero conserva un gran recuerdo de esa etapa que vivió. Su sueño es continuar en el periodismo y llegar a ser parte de la comunicación en la Fórmula 1, viajar y transmitir todos aquellos torneos que lo apasionan. Día a día se prepara para cumplirlo.