Alejandro Fernández, el gran revolucionario de la música mexicana en conflicto con un imitador

Alejandro Fernández en el escenario del Auditorio Nacional en la Ciudad de México en 2021(Medios y Media/Getty Images)
Alejandro Fernández en el escenario del Auditorio Nacional en la Ciudad de México en 2021(Medios y Media/Getty Images)

Alejandro Fernández es el verdadero revolucionario de la música mexicana. No es una frase que se use a menudo para describir al segundo hijo de Vicente Fernández y al hoy en día patriarca de una de las familias más influyentes en el mundo latino del espectáculo, que además tiene dos Latin Grammys y seis premios Billboard a la música latina. Sin embargo, él mismo lo dice aunque con mucha más modestia: "Yo fui el primero que se atrevió a fusionar la ranchera clásica con otros géneros".

Fue una iniciativa que le causó duras peleas con su padre. Algunas de las más intensas entre Chente, como le decían los fanáticos que más amaban al Charro de Huentitán, y su potrillo, el único de sus hijos que siguió sus pasos sobre el escenario, a pesar de que muchas veces dudó que ese fuera su camino.

Alejandro nunca tuvo ni el temperamento, ni la obediencia necesaria para ser un clásico cantante de música mexicana. Desde chico sus padres lo vieron como el más tímido de sus tres varones, incluso más que Alejandra, la sobrina de su madre que criaron como propia. Él era el más soñador, el que quiso estudiar arquitectura por su gran pasión por el arte. De adolescente y joven adulto era el más parrandero, el amiguero y el más sensible.

Sin embargo, también es el que heredó la voz y la pasión por entretener. Una pasión tan avasalladora que le hizo superar el terror que le daba el escenario y el gusto por estar cerca de los suyos.

El ataque de pánico que lo alejó de los escenarios

Vicente Fernández y María del Socorro 'Cuquita' Abarca tuvieron a Alejandro Fernández el 24 de abril de 1971 cuando la carrera del artista ya iba por buen camino. Creció muy apegado a su mamá y adoraba la música. De hecho, no tenía problemas en cantar mientras jugaba o estaba en familia. Por eso, su padre decidió subirlo al escenario cuando tenía cinco años. Ya para entonces había actuado en la película 'Picardía mexicana'.

"Cuando vi a toda esa gente allí me paralicé, pensé que me iba a morir", contó Fernández a Yahoo Vida y Estilo. El plan era que cantara la canción 'Alejandra', una de las que le salía mejor, pero se quedó en blanco y comenzó a temblar. Su padre salió a cantar con él y le ayudó, pero debieron pasar más de 15 años para que volviera a repetir la experiencia.

En 1991, cuando estaba por casarse con su novia de la adolescencia y actual exesposa América Ginart y estudiaba arquitectura, Chente lo convenció de cantar a dueto 'Amor de los dos', de Gilberto Parra, en un disco homenaje a la música mexicana. Tenía apenas 20 años y se dio cuenta que era imposible luchar contra el amor al aplauso del público. Un año después ya había sacado su primer disco, que llevaba su nombre.

"Quería hacer historia con mi música"

El matrimonio de Alejandro Fernández y América Ginart duró entre 1992 y 1998 y tuvo como fruto a los tres hijos mayores del artista Alex, Camila y América. Estas dos últimas son gemelas. Hoy en día también los unen sus dos nietas. Aunque la relación romántica se rompió por las constantes ausencias del artista, la relación entre ellos sigue siendo estrecha.

Para el momento de su divorcio, El Potrillo ya había sacado los discos 'Alejandro Fernández' (1992), 'Piel de niña' (1993), 'Grandes éxitos: a la manera de Alejandro Fernández' (1993), 'Que seas muy feliz' (1994), 'Muy dentro de mi corazón' (1996) y 'Me estoy enamorando' (1997).

Ese último, producido por Emilio Estefan, marcó el despegue de la carrera de Alejandro Fernández como un artista global. Más pop que mariachi y con esas fusiones que no se atrevían a hacer los artistas clásicos mexicanos. 'Me estoy enamorando' que tiene la canción 'Si tú supieras', fue un éxito rotundo, pero también representó el dolor de un hijo que había ido en contra de los deseos de un padre muy amado.

"Yo sabía que tenía que seguir por ahí si quería hacer historia con mi música y llevar a la música mexicana a otro nivel", recordó el artista, quien en aquella época fue bienvenido por el público en general, pero acusado hasta de "traidor" por el público más tradicional.

Ximena Díaz y el regreso a la rancheras

Aunque Alejandro Fernández nunca se ha vuelto a casar, una de las relaciones más importantes de su vida fue la que tuvo con la modelo colombiana Ximena Díaz, quien es la madre de sus dos hijos menores Emiliano y Valentina. Estando con ella, el artista regresó a las rancheras y comenzó a alternar una banda de músicos con un mariachi en sus presentaciones en vivo.

El famoso disco 'Niña amada mía', que acompañó a la telenovela del mismo nombre, salió en esa época.

Alejandro Fernandez, el revolucionario de la música mexicana desde sus inicios (Scott Gries/ImageDirect)
Alejandro Fernandez, el revolucionario de la música mexicana desde sus inicios (Scott Gries/ImageDirect)

La relación entre ellos se rompió en 2004, pero Díaz ha hablado muchas veces de forma muy halagadora de su ex y de la familia Fernández en general. El artista comparte muy regularmente con sus hijos y ha hecho esfuerzos a lo largo de su vida para que sus cinco hijos convivan y compartan entre sí.

Fernández comenzó a meterse de lleno en el mundo empresarial como una forma de diversificar sus inversiones y mantener sus ingresos independientes de los altibajos de la vida artística. Le había aprendido bien a su padre.

Del escenario global a la fallida incursión en el cine

Muchos se sorprenden hoy en día de como los artistas de fama mundial de habla inglesa han hecho canciones con los latinos que cantan en español. Sin embargo, Alejandro Fernández lo había logrado mucho antes. En 1997 cantó 'En el jardín' con Gloria Estefan, en 2002 hizo un dueto con Julio Iglesias titulado 'Dos corazones, dos historias', que fue el tema principal de la telenovela colombiana 'Amantes del desierto', en 2007 sacó 'Amor Gitano' con Beyoncé, en 2013 lanzó 'Nobody Knows When You Are Down' con Rod Stewart y 'Hoy tengo ganas de ti' con Christina Aguilera, entre otros.

El Potrillo también incursionó en el cine con la muy comentada 'Zapata', de 2004, pero ni la recepción del público, ni la crítica, fueron favorables y desde entonces no ha vuelto a hacer una película.

Los escándalos en su carrera

Las revistas del corazón siempre han estado interesadas en la vida íntima de Alejandro Fernández, sus amores y desamores. A lo largo de su carrera ha estado en el centro de chismes y comentarios sobre su aspecto, o muy mexicano o muy moderno, más gordo o más flaco, el cabello muy largo o muy corto, con barba o sin barba. Siempre hay motivos para dar una opinión en los medios y más recientemente en las redes sociales.

Sus romances también han dado para escribir ríos de tinta primero y millones de bytes en la era de Internet. Desde hace varios años el artista ha estado en una relación con la modelo mexicana Karla Laveaga.

Sin embargo, los dos episodios más serios de su carrera estuvieron vinculados con las leyes. En 2009, Alejandro Fernández tuvo un terrible enfrentamiento con su disquera Sony Music, con la que había terminado el contrato, cuando la empresa decidió sacar algunas de sus canciones inéditas sin su autorización, por lo que el artista los demandó por “piratería”. La situación desbordó hasta las órdenes jurídicas y la policía federal mexicana debió irrumpir en la sede de la compañía e incautar 6.000 unidades del disco 'Alejandro Fernández, clásicos a mi manera'. Desde entonces es artista de Universal Music.

En 2017, volvió a conmocionar al mundo del espectáculo cuando demandó a Luis Miguel por incumplimiento de contrato, en relación a una gira que habían convenido hacer un año y medio antes. Eventualmente solucionaron el tema a través de un acuerdo extrajudicial, cuyos detalles se desconocen.

A pesar de que Fernández se mantuvo aislado durante los primeros meses de la pandemia de covid-19, él y su familia fueron muy criticados por realizar una boda por todo lo alto de su hija Camila, en agosto de 2020. En octubre de ese mismo año y a pesar de estar vacunado, el artista contrajo la enfermedad y pasó una cuarentena en Miami que le impidió recibir el Premio a la Trayectoria durante la ceremonia de entrega de los Latin Billboards, en los que él era el invitado de honor.

Solo un Potrillo Fernández

Como todos en la familia Fernández, El Potrillo es muy celoso del uso público de su nombre y de su imagen. Ha apoyado con todo a los esfuerzos por detener la bioserie sobre la vida de su padre que grabó la cadena Televisa con el protagónico de Pablo Montero.

Y desde antes de la pandemia lleva un proceso contra uno de sus imitadores, que se ha dado a conocer como 'Simi Potrillo', por el uso ilegal del nombre.

El artista, cuyo nombre es Emmanuel Mercado, interpuso una queja frente al Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR) de México por los daños causados a su carrera debido al escándalo desatado por la demanda contra Simi Potrillo. El hombre asegura que no busca remuneración económica sino una disculpa pública del artista para limpiar su nombre.

El organismo citó a Fernández para que explicara su punto de vista, pero hasta ahora no ha dado respuesta.

Un abuelo feliz

Cuando Alejandro cumplió 50 años en 2021, la salud de Vicente Fernández ya declinaba. El Potrillo había aprendido durante la pandemia la importancia de tener serenidad. Comenzó a meditar y a hacer ejercicio de forma regular. Está también convencido de que es esencial cuidarse y evitar excesos que, en otras épocas, le habían metido en problemas. Su palabra norte hoy en día es paz.

Aunque siempre fue un hombre de familia, la muerte de su padre y el nacimiento de sus nietas Cayetana, hija de Camila, y Mía, hija de Alex, lo han hecho más sensible que nunca y lo han puesto en contacto con aquel niño de cinco años que se asustó con el público. “No por lo nervioso”, aunque dice que eso nunca se le ha quitado. “Si no por esa capacidad de sentir la energía de toda esa gente".

Un legado de voces

Su hija Camila fue la primera de sus hijos que se lanzó como solista y el orgulloso padre la apoyó en todo, incluso cantando con ella en dueto la canción de Disney 'El círculo de la vida' para la banda sonora en español de la nueva versión de la película 'El rey león'.

Alex, su primogénito, había mostrado aptitudes para la música desde la infancia y fue educado como pianista clásico, pero solo comenzó una carrera profesional en la música a los 25 años, de la mano de su abuelo Vicente Fernández.

Emocionado por la pasión por la música de sus potrillitos, justamente los dos que le han dado la felicidad de ser abuelo, Alejandro Fernández se está tomando muy en serio la misión de seguir llevando a México por el mundo y a todas las generaciones. Le encanta lo que están haciendo nuevos artistas como Christian Nodal y Natanael Cano, que han impulsado nuevos géneros dentro del regional mexicano. También ha trabajado con artistas jóvenes como la chilena Mon Laferte y el colombiano Sebastián Yatra.

Cuando la salud del patriarca comenzó a declinar, Alejandro tomó la batuta en la vida artística de su hijo, que se había enfocado en las rancheras tradicionales. Además impulsó una presentación de las tres generaciones de hombres Fernández en la música en los Latin Grammy de 2019.

Alex, Vicente y Alejandro Fernández en el escenario de los premios Latin GRAMMY en Las Vegas, Nevada. (Kevin Winter/Getty Images for LARAS)
Alex, Vicente y Alejandro Fernández en el escenario de los premios Latin GRAMMY en Las Vegas, Nevada. (Kevin Winter/Getty Images for LARAS)

"Mi papá siempre fue de esas personas que estaba convencido de que su manera era la única manera. Yo le he hablado a Alex. Le he dicho que no le conviene hacer música como se hacía hace 70 años", contó Fernández.

Un revolucionario de la música mexicana incluso al inicio de su cuarta década de carrera.

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