El problema legal que obligó a Bruce Willis a borrar su nombre de una película

Aunque fue un fracaso de taquilla y crítica, Cuatro habitaciones fue una de las películas más atractivas que nos dejó Hollywood en los '90. Directores como Quentin Tarantino o Robert Rodriguez se pusieron al frente de una cinta episódica que contó con estrellas de la talla de Antonio Banderas, Madonna, Tim Rotho Marisa Tomei, lo que irremediablemente la convirtieron en una propuesta glamurosa y tentadora. También estuvo involucrado Bruce Willis, sin embargo, la participación del protagonista de Duro de matar o El sexto sentido estuvo envuelta en misterio.

En concreto, Willis fue uno de los protagonistas del fragmento titulado El hombre de Hollywood, el dirigido por Quentin Tarantino que cerraba el film. El director de Tiempos violentos, que también trabajó como actor en este título, narraba cómo el personaje de Tim Roth, un botones que entrelazaba los diferentes relatos de Cuatro habitaciones con su presencia, se involucra en una arriesgada apuesta con personalidades de Hollywood, con Tarantino interpretando a un famoso actor y Willis dando vida a uno de sus amigos.

Pese a ser un reclamo importante, ya que hablábamos de una de las mayores estrellas de los '90, Cuatro habitaciones mantuvo la aparición de Bruce Willis en secreto y ni siquiera le acreditó en la película. Podríamos pensar pensar que fue para sorprender al espectador, pero la realidad fue mucho más compleja e incluso involucró una amenaza legal que podría haber puesto al actor y a su carrera en un compromiso.

En verdad, Willis nunca se tomó esta película como un trabajo serio. De hecho, ni siquiera estuvo en el plan de reparto inicial. Su participación vino motivada como un favor a Quentin Tarantino, quien todavía daba sus primeros pasos hacia el prestigio en Hollywood y pidió ayuda al actor, con quien había alcanzado su primer gran éxito gracias a Tiempos violentos, para que le ayudara a elevar esta comedia. Como el presupuesto del film ya iba muy ajustado tras pagar a estrellas como Madonna, era inviable que pudieran permitirse el contratar de forma oficial a Willis, por lo que se ofreció a actuar gratis.

Como señalaban medios como el Daily Mail o Collider, no le importó no recibir ni un dólar, ya que, además de hacer el favor a su amigo, solo quería divertirse. No obstante, en Hollywood hay normas estrictas que prohíben este tipo de prácticas, ya que organizaciones como el SAG, el sindicato de actores de cine que busca reivindicar la profesión y evitar las prácticas abusivas, establece en sus estatutos que ningún intérprete puede trabajar sin percibir una remuneración.

Como cualquier estrella del cine, Willis estaba adscrito al sindicato, y, al tratarse de indicaciones consensuadas por todo el sector y adscritas un reglamento registrado, el SAG lo puso frente a la espada y la pared por saltarse las normas tan a la ligera. De hecho, tal y como se destaca en las publicaciones mencionadas, hasta amenazaron con tomar represalias legales.

La solución al conflicto con el SAG

Puede que para un actor millonario de su talla no sea un percance no percibir un salario, pero si se normalizan estas prácticas no sería raro que grandes magnates se aprovecharan de intérpretes de menor estatus con acciones como, por ejemplo, pidiéndoles actuar gratis con promesas de prestigio.

Afortunadamente, el asunto quedó en un mero aviso, ya que un problema legal con el SAG, que no deja de ser la mayor representación de los actores en Hollywood, podría suponerle un percance profesional serio.

Eso sí, para salir ileso tuvo que acatar una limitación referente a su interpretación en Cuatro habitaciones. En su negociación con el SAG, acordó borrar todo rastro de su nombre en el film y que su imagen no se usara como reclamo publicitario, de ahí que, pese a ser una de las mayores estrellas de este filme de los '90, no apareciera en los créditos, ni en el póster ni en ninguna imagen promocional, lo que hizo que el público valorara su interpretación como un cameo sorpresa.

Aunque tampoco es que le supusiera percance alguno. Como decía, Cuatro habitaciones fue un sonado fracaso en su momento, con críticas muy frías y una taquilla de poco más de cuatro millones de dólares, por lo que no parece que el llevarse un crédito le hubiera traído una nueva alegría en su carrera. A fin de cuentas, ya iba bien servido con todos los éxitos que cosechó por aquellos años con Tiempos violentos, Duro de matar, 12 monos, El quinto elemento, El sexto sentido o Armageddon, entre otros clásicos.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine 54.

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