Yahoo Estilo El calvario de Stephen Dorff ante el desprecio de Hollywood que nunca mereció
Stephen Dorff fue uno de los actores más prometedores del Hollywood de finales de los '90 y principios de los 2000. Papeles como el del vampiro Deacon Frost en Blade lo catapultaron a protagonizar muchos de los títulos de aquella década, como Cecil B. Demente con Melannie Griffith o La casa con Dennis Quaid o Sharon Stone. Además, fue recurrente en videoclips de grandes estrellas musicales, como el caso de Everytime de Britney Spears. Pero su carrera no tardó en estancarse.
Ahora mismo, Dorff acapara la atención en Netflix con Leatherface, la precuela de La matanza de Texas de 2017 sobre los orígenes de su villano, siendo una de las películas más populares del momento en países latinoamericanos. Incluso es número 1 en México, Chile y Brasil. Y si bien no se trata de un título para el recuerdo (en realidad fue destrozado por la crítica y tuvo una carrera comercial limitada), este resurgir repentino nos hace pensar en el poder que el actor llegó a mover antaño y cómo el tiempo lo acabó sepultando injustamente.
Solo hay que ver que su filmografía se compone mayormente de títulos de acción de serie B, terror de baja calidad, roles secundarios sin apenas opción de lucirse en pantalla y alguna que otra comedia. Revisando sus trabajos, se pueden encontrar cintas como Brake, Tiempo de venganza, Bajo un sol abrasador, American Hero o Wheeler, títulos que posiblemente a pocos les suenen y que ejemplifican el perfil bajo en el que Dorff se ha podido mover en Hollywood. Sin embargo, no es una cuestión de falta de talento o carisma, porque eso nunca le ha faltado.
Por ejemplo, solo hay que ver de lo que ha sido capaz cuando las oportunidades llamaron a su puerta. Puede ser el caso de Somewhere, la cinta de Sofía Coppola que coprotagonizó junto a Elle Fanning en 2010. Pese a que su estrella ya estaba apagada, la directora de Las vírgenes suicidas supo apreciar el talento de Dorff y consiguió que fuera una de las grandes virtudes de su película, con la crítica rindiéndose a su trabajo. Además, la promoción de Somewhere condujo a la industria a recordar el diamante en bruto que tenían entre manos, lo que se vio cuando volvió a acaparar portadas de revistas como la de VMan, donde posó desnudo.
No obstante, a largo plazo esto no se tradujo en nada. Pudimos verle con actores como Henry Cavill en cintas como Inmortales de Tarsen Sight, pero su rutina pasó de nuevo por la acción y la serie B y la motivación del actor cayó por los suelos. En entrevistas a medios con People, Dorff confesó que tras enfrentarse a una tragedia familiar sintió que debía dejar la interpretación, que no tenía ánimos para seguir y los papeles que le ofrecían no eran de su agrado. Por suerte, su opinión volvió a cambiar cuando entró a trabajar en la tercera temporada de True Detective, la protagonizada por Mahershala Ali en 2019.
"Hace dos años, prácticamente iba a dejar de actuar porque estaba aburrido y no me gustaban los papeles que me daban", confesó en 2020. "Perdí a mi hermano pequeño y prácticamente estaba acabado", matizaba. “No entiendo por qué suceden ciertas cosas, pero la vida es dura. Tuve mucha suerte mientras crecía, tenía una familia increíble. A medida que crecí, recibí algunos golpes en el estómago después de perder a algunos miembros de mi familia. En todo caso, crecemos y aprendemos”.
Cuando le llegó la oportunidad de actuar en la prestigiosa ficción de HBO, volvió a encontrar todo aquello que le motivaba de la profesión, como el tener un personaje rico en matices con el que dar rienda suelta a su creatividad interpretativa. Además, se encontró de nuevo ante la admiración crítica de este aclamado título creado por Nic Pizzolatto
“Eso cambió todo, porque pasé de no querer hacer nada a tener muchas opciones y se me presentaron muchas oportunidades interesantes”, resaltaba para People. "Era exactamente lo que necesitaba". Continuó: “Necesitaba crear y estar con gente y conseguir el papel de mis sueños. Era donde necesitaba concentrarme. Era un personaje muy rico. Eso realmente me impulsó nuevamente a un lugar creativo y pude tener un nuevo enfoque. Ahora estoy en el mejor lugar en el que he estado”.
Pero, de nuevo, nada cambió en su carrera.
En los últimos años la dinámica se ha mantenido, trabajando en críticadas series como Deputy de David Ayer o en acción de serie B como Paradise City con Bruce Willis y John Travolta. Y valorando lo mucho de lo que ha sido capaz cada vez que le han dado la oportunidad de demostrar su talento, se siente realmente injusto el poco aprecio que ha tenido Hollywood con Stephen Dorff, siendo una figura que de haberla aprovechado como merecía desde sus comienzos, cuando empezó demostrando su poderío en pantalla como el villano de Blade, perfectamente podríamos estar hablando de otra estrella de altura.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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