Las últimas cancelaciones de Netflix manifiestan el riesgo y mayor pesadilla para la plataforma

Aneurin Barnard, Emily Beecham, Andreas Pietschmann en la temporada 1 de '1899. (Crédito: Netflix)
Aneurin Barnard, Emily Beecham, Andreas Pietschmann en la temporada 1 de '1899. (Crédito: Netflix)

Si la cancelación de 1899 no fue suficiente para que miles de usuarios de Netflix comenzaran el año con la decepción en el cuerpo, la plataforma continúa su derroche de baldes de agua fría con otra noticia. Porque después de darse a conocer el fin inesperado de la serie creada por los responsables de Dark, ahora se confirma que una de sus series animadas más aplaudidas tampoco volverá al servicio. Se trata de Trabajo incógnito (Inside Job), la sitcom de ciencia ficción creada por Shion Takeuchi que en junio de 2022 había confirmado el desarrollo de una segunda temporada, solo para ser cancelada meses más tarde.

Es decir, que todos los misterios creados en torno a los pasajeros inmigrantes del Kerberos se quedan, definitivamente, sin resolver. Así como cualquier tipo de continuación a la serie animada sobre teorías conspiratorias. Y tal como sucedió hace unos días cuando el cocreador de 1899, Baran bo Odar, reveló la noticia a través de Instagram con un comunicado que reflejaba la misma decepción que se percibió a continuación en redes sociales, ahora se repite la historia tras el anuncio de Shion Takeuchi en Twitter donde dice tener “el corazón roto” ante las novedades. Dos cancelaciones en una semana y un mismo efecto dominó que manifiesta el riesgo que toma Netflix y que parece traducirse en su mayor pesadilla como servicio streaming.

Me explico. De momento, nadie ha explicado los motivos reales de ambas cancelaciones. Los responsables de Netflix no se han pronunciado y lo único que dijo Odar es que le hubiera “encantado terminar este increíble viaje con una segunda y tercera temporada como hicimos con Dark. Pero a veces las cosas no salen como las habías planeado. Así es la vida.” Mientras que Takeuchi lamenta no dar a sus personajes “el final que merecían”. De esta manera, la ausencia de explicaciones nos obliga a atar cabos como si fuéramos un personaje más dentro de 1899 intentando descifrar el misterio. Y digo misterio porque, al menos en el caso de 1899, los datos que reveló el propio Netflix nos hicieron pensar que se trataba de un éxito.

Desde que se conociera la noticia el pasado lunes 2 de enero, Twitter se convirtió en un vertedero de críticas hacia Netflix y en un nido de teorías que intentaban comprender lo ocurrido. Y ahora la historia se está repitiendo con Inside Job, siendo una de las tendencias del día en la red del pajarito azul. Para empezar, si bien 1899 no fue una serie que liderara los datos de audiencia del servicio streaming, fue la segunda serie de habla inglesa más vista por detrás de la quinta temporada de The Crown a tres días de su estreno con 79.27 millones de horas visionadas. Un dato relevante cuando tenemos en cuenta que la dramatización de la familia real británica había acumulado 84 millones en toda la semana. Desde aquel momento se mantuvo con buenos datos, bajando poco a poco del podio hasta desaparecer del Top10 de las series más vistas a nivel mundial en la semana del 19 de diciembre.

Por los datos que facilita Netflix sabemos que 1899 fue vista unas 257 millones de horas en cinco semanas. En otras palabras, para que se hagan una idea, vendría a ser una cuarta parte de los visionados conseguidos por un fenómeno como Dahmer. Un buen dato si observamos la inmensa cantidad de series que estrena la plataforma cada semana y que, en su gran mayoría, terminan pasando desapercibidas o caen en el baúl del olvido inmediato. Inside Job no tuvo tanta suerte, sino que apenas logró unas 77.9 millones de horas y solo estuvo en el Top10 unas dos semanas. Pero sí obtuvo buenas críticas y hasta nosotros la uncluímos en nuestro repaso a Las mejores series de 2022 que no encontrarás en (casi) ninguna lista.

Inside Job: Part 2. (L to R) Adam Scott as Ron Statler and Lizzy Caplan as Reagan Ridley in Inside Job: Part 2 . Cr. NETFLIX © 2022
Inside Job: Part 2. (L to R) Adam Scott as Ron Statler and Lizzy Caplan as Reagan Ridley in Inside Job: Part 2 . Cr. NETFLIX © 2022

1899 era la serie que pretendía ocupar el hueco que dejó Dark tras el final de su tercera temporada en junio de 2020, siendo otra apuesta donde el misterio se cuece a fuego lento, las preguntas desbordan cada arco dramático y las respuestas se hacen desear dejando muchas incógnitas en el aire de cara a futuras temporadas. Y si bien no estuvo a la altura de su predecesora, siendo una serie lenta en sus desarrollos narrativos y con misterios que pecaban de una ambición demasiado alta para lograr satisfacernos más adelante, aquellos que fuimos pacientes y vimos sus ocho episodios, terminamos con la luz de la curiosidad encendida.

Y si bien entre esas 257 millones de horas visionadas debemos tener en cuenta a los usuarios que la abandonaron en el camino, no dudo que entre ellos se encuentren millones de televidentes que la disfrutaron hasta el final. Y la prueba la encontramos en Twitter, donde cientos de usuarios volcaron su frustración contra Netflix, criticando la decisión junto al hashtag #Save1899 o #Renew1899.

Y ahora lo mismo está pasando con Inside Job.

Es probable que este sentimiento decepcionante venga arrastrado por las últimas cancelaciones, no solo de Netflix. Que HBO Max también haya cancelado sin previo aviso series adoradas por los fans de la ciencia ficción como Westworld o nos haya dejado con ganas de descubrir a Batgirl con Brendan Fraser como villano, no le hizo ningún favor a la confianza del público. Como tampoco el conocer que el universo DC se renueva y abandona a la Wonder Woman de Gal Gadot o al Superman de Henry Cavill. Además, Netflix canceló recientemente series bien recibidas como Warrior Nun, otras que se quedaron sin conclusión como Archivo 81 o que habían encontrado a su público a pesar de no ser lo mejorcito de la televisión online, como Destino: la saga Winx o Space Force. Incluso creo que el anuncio de la despedida de Henry Cavill como Geralt de Rivia en la cuarta temporada de una serie tan exitosa como The Witcher (será reemplazado por Liam Hemsworth) tampoco ayuda a la relación con los fans.

De todos modos, si hacemos un ejercicio de sinceridad y evaluamos los datos quitando de la ecuación cualquier sentimiento de decepción, podemos llegar a conclusiones racionales que expliquen la cancelación de 1899. Por ejemplo, según datos recopilados por el sitio What’s On Netflix a partir de los análisis y estadísticas de medidores de audiencia, existen ciertas cifras que aseguran que el porcentaje de usuarios que terminó la serie fue muy bajo. Se habla de un tercio de aquellos que empezaron la serie. Un dato nada positivo al sugerir que, de cara a una renovación, debería existir algún tipo de interés o fidelización masivo que justifique la inversión. Y si solo un tercio terminó la historia, entonces sería más alto el porcentaje de abandono que el de fidelidad.

Además, no olvidemos que 1899 fue una serie costosa, la más cara de la televisión alemana, con un presupuesto de al menos 63 millones de dólares, de los cuales 50 millones habrían sido invertidos por Netflix (según Die-Tagespost). De continuar con las dos temporadas planificadas por sus creadores con un presupuesto similar o más alto si la historia lo pedía, podría comprender que Netflix necesitara justificarlo con una recepción a la altura.

Sin embargo, en este caso y por mucho que comprendamos la necesidad de negocio en la decisión de la plataforma, hay un ‘pero’. Y tiene que ver con la confianza del público en una era de gran competencia streaming. Porque, si seguimos con el ejemplo de 1899, estamos hablando de una serie de los creadores de Dark. Dos nombres que eran desconocidos a nivel global pero que lograron ganarse la confianza ciega del público amante de las historias de misterio gracias a una serie inteligente que rompió con todos nuestros esquemas seriéfilos entre 2017 y 2020. Baran bo Oda y Jantje Friese lograron que depositáramos toda nuestra confianza en sus ideas y estoy convencida que fueron el motivo principal detrás de las millones de horas visionadas de 1899.

Que Netflix haya cancelado entonces la primera serie que desarrollaban tras el final de Dark dejando a los fans colgados sin desenlace o conclusión, y que una semana después repitan la noticia con otra serie con aprobación de los amantes de la animación, puede derivar en algo muy peligroso para cualquier servicio streaming o estudio: la pérdida de confianza del público. Porque más de uno ahora puede tentar a las dudas a la ahora de darle 'play' a una nueva serie. ¿Con qué seguridad empezamos una nueva historia si Netflix puede cancelarla sin darnos explicaciones?

Desde el origen de 1899 se supo que era una serie diseñada para durar tres temporadas, con misterios y preguntas que iban a necesitar de continuación para llegar a su desenlace. Esa noción, al final, forma parte de la decisión que tomamos como público a la hora de invertir nuestro tiempo. Y por ende, si esto se sabe de antemano, ¿por qué arriesgarse a dar luz verde a una serie de estas características, que se sabe que será costosa y cuando existe la posibilidad de cancelación? ¿Por qué no darle una temporada, incluso breve y resumida, que concluya la trama pretendida y no deje colgado a ese tercio que sí compró la propuesta? Lo mismo con Inside Job. Más aun cuando ya se había oficializado y confirmado una segunda temporada en junio de 2022 para ahora cancelarla.

Es cierto que 1899 no tuvo el peso de Dark, no enganchó de la misma manera ni generó la misma conversación, pero encontró a su público gracias a ser justamente hija de los mismos padres creativos. Baran bo Odar y Jantje Friese se ganaron la confianza del público siendo dos nombres de peso entre los generadores de contenidos de Netflix, y que la plataforma cancele su nueva creación cuando hay tantas preguntas y misterios sin resolver, nos contagia una sensación de incertidumbre y falta de atención hacia esos usuarios que nos comprometimos con la propuesta y que ahora dejan en ascuas.

Y ese es el mayor riesgo que corre Netflix a la hora de cancelar series que conectan con parte del público y que, desde su origen, están diseñadas para crear misterios que resolverán más adelante. Y sin explicarnos por qué. Un riesgo que tiene el potencial de ser la mayor pesadilla para cualquier servicio streaming como sería perder la confianza de sus usuarios. Y no es algo que digo yo, sino lo que transmiten las reacciones que ahora encontramos en Twitter.

Porque no me extranaría que una serie como 1899 se hubiera perdido entre la gran cantidad de estrenos que la plataforma tuvo entre noviembre y diciembre. Que debido a su enrevesada historia muchos usuarios no tuvieran prisa y la hubieran incluido en su lista de 'series que veré cuanto tenga tiempo'. Después de todo, no todas las series son un éxito inmediato, muchas necesitan tiempo para encontrar a su público y ganar adeptos. Y cancelar 1899 a tan solo un par de meses de su lanzamiento puede parecer apresurado, sobre todo para ese supuesto tercio que acaba de terminarla y aquellos que recién la estaban empezando.

Y en un momento de tantas cancelaciones correlativas, me pregunto si Netflix y el resto de plataformas no deberían tratar con más tacto y explicaciones el anuncio de nuevas cancelaciones. Después de todo es nuestro tiempo y compromiso el que también está en juego, apostando por series y dejando de lado otras en esa marea tan abismal de historias que nos inunda cada semana.

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