'Desafiantes' esconde un as bajo la manga para impulsar la carrera de Zendaya (más todavía)

El drama deportivo y erótico es una de las experiencias cinematográficas más provocadoras, juguetonas y sensuales de los últimos años

Mike Faist, Zendaya y Josh O'Connor en 'Desafiantes', dirigida por Luca Guadagnino y producida por Metro Goldwyn Mayer Pictures. (Foto: Metro Goldwyn Mayer Pictures/Warner Bros)
Mike Faist, Zendaya y Josh O'Connor en 'Desafiantes', dirigida por Luca Guadagnino y producida por Metro Goldwyn Mayer Pictures. (Foto: Metro Goldwyn Mayer Pictures/Warner Bros)

Quedarse en la zona de confort no va con Zendaya, que una vez más ha roto expectativas gracias a su papel en Desafiantes (Challengers), la nueva película de Luca Guadagnino (Llámame por tu nombre, Suspiria) con Josh O’Connor y Mike Faist. La cinta se nos presenta como un drama romántico con temática deportiva, donde la aparición de una jugadora de tenis llamada Tashi Duncan en la vida de dos jóvenes pondrá sobre el tablero un juego de seducción, celos y rivalidad deportiva.

No es una trama que rompa moldes. De hecho, se mueve por el terreno de lo predecible, con un triángulo amoroso visto en infinitas ocasiones. Pero la película no busca un argumento con el que sorprender, más bien usarlo de excusa para exhibir un seductor juego erótico que, gracias a la técnica de su director y al carisma de sus protagonistas, nos deja una de las experiencias cinematográficas más provocadoras, juguetonas y sensuales de los últimos años.

Es más, me atrevería a decir que no se ha visto nada igual en el panorama comercial de Hollywood desde hace varias décadas, cuando el cine erótico se convirtió en una insignia de la meca del cine con thrillers como Atracción fatal, Bajos instintos, Acoso sexual, Juegos salvajes o Eyes Wide Shut. No es que estemos ante una película explícita y retorcida, ya que tira hacia lo ligero y disfrutable valiéndose de la insinuación, pero la carga erótica de cada escena, la tensión sexual in crescendo y su juego visual tan provocador en este sugerente universo deportivo, la hace igual de deleitable que todo ese cine de antaño.

Teniendo en cuenta lo provocador y elegante que siempre ha sido el cine de Luca Guadagnino, no debería sorprendernos, sobre todo valorando que se trata de un cineasta italiano que trabaja mayormente en su país, se guía por los códigos del cine europeo y no tanto por la comercialidad y moralidad de Hollywood. Llámame por tu nombre, Hasta los huesos o A Bigger Splash, donde sacó el lado más excitante y sentimental de estrellas como Timothée Chalamet, Dakota Johnson, Ralph Fiennes, Armie Hammer, Taylor Russell o Matthias Schoenaerts, lo ejemplifica a la perfección. Sin embargo, el trabajo del reparto de Desafiantes, y en especial Zendaya, si consigue tomarnos desprevenidos.

Por supuesto, el talento de todos ellos juega un papel relevante, pero en el caso de Zendaya hay otro detalle que ayuda a resaltar la propuesta del film. Aunque en los últimos años se haya consagrado como una de las grandes promesas del cine y demostrado que no hay reto que se le resista, la imagen de chica adolescente ha seguido pegada a ella. A fin de cuentas, comenzó su carrera en Disney, alcanzó la fama mundial gracias a Spider-Man y consagró sus dotes dramáticos en una serie como Euphoria, que, por muy dura y explícita que fuera, su target seguía siendo el juvenil y era inevitable ver una función moralista respecto a los excesos en la adolescencia.

Esta estela la ha arrastrado en blockbusters como Duna, donde, a pesar de dar más profundidad al personaje de Chani, su rol se guiaba por el interés amoroso hacia Paul Atreides desde una perspectiva típica de cualquier romance comercial. Por ello, el verla de repente como mujer seductora y manipuladora, en un rol 100% adulto que implica secuencias sexuales, mala uva y hasta secuencias de mujer treintañera con una hija pequeña, resulta bastante sorprendente, porque, ya alejada de los conceptos juveniles, destaca un lado de la actriz que nunca habíamos visto hasta ahora y que podríamos comparar con las estrellas que labraron su carrera en el thriller erótico de antaño.

Llama la atención ver a Zendaya de repente como mujer seductora y manipuladora, en un rol 100% adulto. (Foto: Niko Tavernise / Metro Goldwyn Mayer Pictures/Warner Bros)
Llama la atención ver a Zendaya de repente como mujer seductora y manipuladora, en un rol 100% adulto. (Foto: Niko Tavernise / Metro Goldwyn Mayer Pictures/Warner Bros)

Como decía, la película lo usa a su favor en sus ideas provocadoras, para tomar desprevenido a todo aquel que venga con la idea de ver a la Zendaya que Hollywood nos ha mostrado hasta ahora. Recurriendo a los juegos visuales donde se insinúa toda la carga sexual, que es justo donde el carisma de la actriz reluce y da pie al impacto con sus miradas y gestos.

Por todo ello, creo que Desafiantes va a ser una película clave en la filmografía de Zendaya, ya que el trabajo de Luca Guadagnino demuestra que sus registros van más allá de las expectativas y pone todo a su favor para que, una vez más, vuelva a dejarnos con la boca abierta. Si a eso le sumamos un más que probable éxito en taquilla, que será consecutivo al de Duna: Parte 2, raro sería que Hollywood no la eleve hasta lo más alto y empiece abrirle muchas más puertas de las que cabríamos imaginar.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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