El juguete sexual que puede ser perjudicial para las relaciones íntimas

Expertos afirman que el succionador de clítoris puede perjudicar nuestra salud sexual y la forma en que nos relacionamos sexualmente con otras personas. (Getty Creative)
Expertos afirman que el succionador de clítoris puede perjudicar nuestra salud sexual y la forma en que nos relacionamos sexualmente con otras personas. (Getty Creative)

La salud sexual implica tantos detalles. No solamente se trata de estar bien físicamente, sino también emocionalmente. Y dentro de estos objetivos hay un amplio rango de factores que aportan o restan. Sobre todo si, como en la salud en general, procuramos guardar el equilibrio. Justamente de equilibrio se trata la noticia que ha encendido las alarmas con relación a un juguete sexual dedicado a la masturbación femenina.

Si bien hemos insistido en que la masturbación incluso en pareja tiene muchos beneficios y los juguetes sexuales, nos permiten explorar nuestro placer para conocernos mejor, también se ha dicho que es necesario un uso cuidadoso de los mismos porque pueden influir en la forma en que abordamos el sexo.

En un artículo publicado por la Universidad de Cantabria, España, con motivo de la realización del curso Avances en la prevención y tratamiento de las disfunciones del suelo pélvico, se ha asegurado que el succionador de clítoris puede perjudicar nuestra manera de tener sexo.

El texto aborda detalles sobre la aplicación de la fisioterapia para mejorar el rendimiento sexual y explorar las posibilidades de recuperación de trastornos sexuales. Dentro de estos tópicos se habla del papel de los juguetes sexuales en el proceso de rehabilitación, para lo cual se consulta a la experta Concepción Pérez Castro, quien asevera que los succionadores de clítoris hacen que lleguemos al orgasmo muy rápido y es corto en el tiempo, mientras que en terapia intentamos lograr el orgasmo pero que sea duradero.

Pérez dice que un orgasmo muy rápido no es bueno porque lo que realmente debemos buscar es conseguir el placer a través de la estimulación, erotización de distintas zonas del cuerpo, pero también de nuestra mente. Es como si la rapidez que proporcionan estos artículos no dieran cabida a todas las fases por las que tenemos que pasar para alcanzar el orgasmo.

El succionador de clítoris es muy popular porque permite alcanzar orgasmos de forma rápida, pero esto podría ser perjudicial si no tomamos ciertas medidas. (Getty Creative)
El succionador de clítoris es muy popular porque permite alcanzar orgasmos de forma rápida, pero esto podría ser perjudicial si no tomamos ciertas medidas. (Getty Creative)

Los pros y los contras

Este juguete erótico, que ha sido un éxito desde su lanzamiento y cuyas ventas en 2019 alcanzaron un 440% sobre el año anterior, según Marketing News, consiste esencialmente en enviar ondas sónicas para estimular específicamente el clítoris, con lo cual se puede alcanzar un orgasmo en un promedio de dos minutos.

Suena tentador por supuesto, pero allí está su primera gran desventaja. Si se usa demasiado, y en su máxima intensidad, es posible que no podamos alcanzar el orgasmo de otra manera que no sea usando este aparatito.

La psicóloga Claudia Nicolasa, reconocida divulgadora de información sobre relaciones, parejas y empoderamiento, opina en su cuenta de Instagram que, aunque no está en contra del uso de estos artefactos, es cierto que este tipo de estimulación nos está acostumbrando a “una sexualidad inmediata, ultraintensa, pasiva, solitaria”. Y esto trae dificultades importantes que afectan nuestro comportamiento y respuesta al tener relaciones sexuales.

“Primero, estás acostumbrando a tu cuerpo y a tu cerebro a no tener que hacer nada para encontrar el placer y eso en una relación de dos no es real. Segundo, el umbral de estimulación es tan alto que las comparaciones serán odiosas. Tercero puedes terminar prefiriendo estar solo contigo mismo, porque es más cómodo y más fácil en lugar de tener relaciones satisfacciones en pareja…”

Consolidar relaciones e pareja requiere cierto esfuerzo, implicación y búsqueda activa del placer y de conocerse mutuamente. Entonces no está mal, pero todo depende de cómo lo utilicemos y el contexto que traigamos.

Lo más recomendable es alternar el uso de estos aparatos con otras formas de masturbación. Así lograremos sostener también relaciones sexuales reales más satisfactorias. (Getty Creative)
Lo más recomendable es alternar el uso de estos aparatos con otras formas de masturbación. Así lograremos sostener también relaciones sexuales reales más satisfactorias. (Getty Creative)

Asimismo, la ginecóloga y coach de salud sexual Sofía Herrera quien dirige la plataforma de educación sexual Tu Salud Íntima junto a la doctora Klara Senior, dice que es muy importante tomar medidas con el uso de este y otros vibradores para no hacernos adictas, insensibilizar la zona o tener dificultades para lograr sostener relaciones con una pareja. Lo recomendable es que no se usen en su máxima potencia, y alternar su uso con otras formas de masturbación menos intensas.

Entre las ventajas de este aparato, está que realmente hará vivir la experiencia del orgasmo de manera eficiente a la mayoría de las mujeres; también que, al no ser de fricción, no es necesario el uso de lubricantes y no se da la hipersensibilidad que puede ser molesta y hasta dolorosa para algunas personas. Por último, como otros vibradores y juguetes sexuales, favorece la circulación sanguínea en la zona y la lubricación, especialmente cuando comienza a mermar por los cambios hormonales, así como también incentiva el fortalecimiento del suelo pélvico y, por supuesto, el autoconocimiento.

Este artículo tiene como finalidad ofrecer información general y educativa sobre temas relacionados con la salud y el bienestar. Sin embargo, esta información no debe ser considerada como un reemplazo del consejo de su doctor ni debe ser utilizada para realizar tratamientos sin supervisión médica. Yahoo no se hace responsable de ningún diagnóstico hecho por un usuario basándose en este contenido. Si usted está preocupado por su salud, siempre consulte a su médico de cabecera u otro profesional calificado de la salud antes de tomar cualquier acción.

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