El polen de abeja mejoraría tu piel, ¿cierto o falso?

Recientemente ha habido un auge en los productos que contienen polen, asegurando múltiples ventajas nutricionales y de belleza. Sin embargo, igual que el consumo de colágeno, todas las promesas podrían no ser tan reales. ¡Entérate y decide!

Las abejas recolectan el polen de las flores para alimentarse. Foto: susan.k. / Getty Images.
Las abejas recolectan el polen de las flores para alimentarse. Foto: susan.k. / Getty Images.
Qué es el polen de abeja

Primero, hay que diferenciarlo de la miel de abeja y de su veneno. El polen es la sustancia polvosa que las abejas colectan de las flores para transportarla a sus enjambres y después mezclarla con su saliva y otras sustancias para almacenarla y utilizarlo como alimento.

Durante años, los apicultores la han recolectado para su uso como suplemento alimenticio y por sus supuestas propiedades de belleza.

Sus supuestas ventajas

El uso del polen no es nuevo. De hecho, ya los antiguos chinos y egipcios lo utilizaban por sus propiedades curativas y de belleza, según recoge el portal Underground Health Reporter. Además se le consideraba un alimento muy nutritivo.

Hoy la industria de salud y belleza vende productos con polen de abeja prometiendo que ingerirlo o aplicarlo tópicamente podría ayudar a:

  • Rejuvenecer y sanar la piel

  • Mejorar el metabolismo.

  • Sanar heridas más rápido.

  • Mejorar la libido.

  • Mejorar la salud del hígado.

  • Ayudar al sistema inmune.

  • Tiene efectos antioxidantes que combatirían el estrés.

  • Aumentar la energía.

Los beneficios del polen no están realmente comprobados. Foto: Jack Wild / Getty Images.
Los beneficios del polen no están realmente comprobados. Foto: Jack Wild / Getty Images.
¿Qué dice la ciencia sobre el polen de abeja?

El portal WebMD advierte que no hay reales estudios que demuestren ninguno de los beneficios del polen de abeja específicamente en humanos.

Como recoge el portal Health Line, la mayoría de los estudios que se han realizado, han comprobado las ventajas antes mencionadas en animales, pero no en humanos.

Sin embargo, algunos estudios recogen posibles beneficios de algunos de sus componentes, como los aminoácidos. Estos se ha comprobado que ingeridos o aplicados vía tópica podrían: mejorar las líneas de expresión (European Journal of Dermatology, 2013), hidratarían la piel (Journal of Peptid Science, 2012), promoverían la sanación de heridas (JPEN, 2014).

Pero, los aminoácidos no solo están presentes en el polen, sino también en muchos alimentos, como verduras verdes, arroz integral, aguacate, chía, granos, nueces, avena, leguminosas, huevos, pollo y atún, entre muchas otras. Es decir, que no tendrías que consumir o usar polen de abeja para conseguir dichos beneficios.

Los riesgos del polen de abeja

Si a pesar de esto decides probarlo como lo han hecho algunos pueblos durante milenios, debes tomar precauciones, sobre todo si es para consumo interno. Como advierte WebMD el polen parece ser seguro para la mayoría de las personas en el corto plazo, pero puede causar alergias graves. Además, no se recomienda su uso en mujeres embarazadas ni lactantes.

Otros efectos secundarios de su consumo incluyen efectos laxantes e irritación estomacal.

Si eres alérgico a los piquetes de abeja, mucho ojo, porque también podrías ser alérgico al polen.

Otro punto a considerar, es que no existe realmente un órgano que regule los productos con polen.

Recuerda consultar tu médico antes de realizar algún cambio drástico en tu dieta.

¿Has probado el polen como suplemento de tu rutina de belleza? ¿Cómo te ha ido?

@travesabarros

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