La genialidad de Robin Williams superó todos los límites en ‘Papá por siempre’

Existen 972 cajas de rollos de cinta guardadas en Hollywood que inmortalizaron la magia de Robin Williams

Robin Williams rodó 'Papá por siempre' dejando volar su talento para la improvisación hasta que el rodaje se quedaba sin rollo de película. (Photo by 20th Century-Fox/Getty Images)
Robin Williams rodó 'Papá por siempre' dejando volar su talento para la improvisación hasta que el rodaje se quedaba sin rollo de película. (Photo by 20th Century-Fox/Getty Images)

Robin Williams fue un actor único. Su talento cómico, su don para la improvisación y presencia magnética fusionaban la sátira, la excentricidad y la vulnerabilidad hasta dejarnos boquiabiertos. Drama, comedia, aventura, thriller, cine familiar… lo que fuera. Tenía una rapidez mental descomunal para improvisar, crear personajes, diálogos y voces que hizo que muchos actores y directores se vieran incapaces de seguirle el ritmo. Y uno de sus mayores clásicos no fue la excepción. Al contrario, Papá por siempre resume la genialidad de Robin Williams en su máxima expresión, aunque la prueba esté guardada en 972 cajas en algún depósito de Hollywood.

Así lo reveló el director Chris Columbus justo cuando se cumplen 30 años del estreno de la comedia, explicando a Business Insider que filmó “casi 2 millones de pies de película” que reflejan la alucinante magnitud del talento de Williams. Un total de rollos de cinta que equivalen aproximadamente a 379 millas o 609 kilómetros. Lo que vendría s ser lo mismo que la distancia que separa Los Angeles de San Francisco.

Columbus recuerda que el actor quería dejar volar su imaginación, sugiriéndole que rodaran “tres o cuatro tomas” basadas en el guion y que luego “jugaran”. “Lo que quiso decir es que quería improvisar”, aclaró el cineasta. “Y así es exactamente como filmamos cada escena. Tendríamos exactamente lo que estaba escrito, y luego Robin se disparaba y era algo digno de contemplar”.

Existen 972 cajas guardadas en Hollywood con rollos de película que captaron las improvisaciones de Robin Williams en 'Papá por siempre'. (Photo by 20th Century-Fox/Getty Images)
Existen 972 cajas guardadas en Hollywood con rollos de película que captaron las improvisaciones de Robin Williams en 'Papá por siempre'. (Photo by 20th Century-Fox/Getty Images)

Sin embargo, seguirle el ritmo no fue tarea fácil. Según continuó el director, Robin cambiaba cada secuencia e improvisaba tanto que, a veces, ni recordaba lo que había dicho. Con frecuencia, eran “tomas completamente diferentes” a las que estaban escritas en el libreto. Ni siquiera la supervisora de guion llegaba a captar todo lo que se decía en cada improvisación.

La capacidad imaginaria de Robin Williams para soltar frases, expandir los diálogos y cambiar sus voces era tan extraordinaria que, según Columbus, en la actualidad no terminaría nunca debido a la amplitud técnica que permite el formato digital. Pero en aquel entonces, cuando todavía se filmaba con rollos de película, la actuación de Robin estaba limitada por la cantidad de film que tenían cada día. Con frecuencia, se quedaban sin rollo para seguir grabando porque Robin literalmente no paraba de improvisar, secuencia tras secuencia.

“Llegué al punto en que tuve que filmar toda la película con cuatro cámaras para seguirle el ritmo”, explica Columbus. “Ninguno de nosotros sabía lo que iba a decir cuando comenzaba, así que quería una cámara enfocando a los otros actores para ver sus reacciones”.

Chris Columbis terminó rodando 'Papá por siempre' con cuatro cámaras para captar todos los ángulos de las improvisaciones de Robin Williams. (Foto de Kevin Winter/Getty Images)
Chris Columbis terminó rodando 'Papá por siempre' con cuatro cámaras para captar todos los ángulos de las improvisaciones de Robin Williams. (Foto de Kevin Winter/Getty Images)

La buena noticia es que todo ese material sigue guardado en 972 cajas “en un depósito” y Chris Columbus quiere que vea la luz algún día en forma de documental. “Nos gustaría contratar a un editor para que vaya y vea todo el material”, dijo. “Queremos mostrar el proceso de Robin. Hay algo especial y mágico en cómo hacía su trabajo y creo que sería divertido profundizar en ello”.

LAS PRUEBAS DE LA MAGIA DE ROBIN WILLIAMS

Por mucho que la historia de Chris Columbus sirva para evidenciar la capacidad titánica de Robin Williams para improvisar y sorprender, en realidad, existen muchos vídeos, behind-the-scenes y anécdotas que reflejan esa verborrea imaginaria.

Por ejemplo, en las secuencias de Buenos días, Vietnam donde su personaje se encuentra haciendo sus transmisiones, el actor tuvo vía libre para improvisar. “Dejamos que las cámaras grabaran”, dijo el productor Mark Johnson en las notas de producción (vía Robin-Williams.net). “Se las arregló para crear algo nuevo para cada toma”.

En el caso de Mente indomable hubo un diálogo improvisado cuya naturalidad y espontaneidad quedó grabado ante la cámara. Se trata de la secuencia donde el personaje de Matt Damon confiesa su miedo de entablar una relación con una chica porque piensa que terminará desilusionándose cuando conozca sus imperfecciones. Pero entonces el profesor de psicología y terapeuta de Williams recuerda que su esposa solía tirarse pedos que eran tan sonoros que despertaba al perro y a sí misma mientras dormía. Sin embargo, Williams se inventó el monólogo en ese mismo momento y, por ese motivo, la risa de Damon es genuina, al igual que la del camarógrafo. Y es que si prestan atención verán que la cámara tiembla de la risa:

Tampoco podemos olvidar las grabaciones de Aladdín donde pasaba cuatro horas al día plasmando las voces del Genio de la lámpara, cambiando tonos, imitando a otros e inventándose personajes que los animadores ni siquiera sabían si iban a poder plasmar luego en el dibujo animado.

Robin Williams no solo utilizaba su talento para plasmarlo en sus personajes, sino también para levantar el ánimo. Lo contó Terry Gilliam a GQ al recordar el tiempo que trabajaron juntos en Pescador de ilusiones revelando que una noche, cuando el equipo estaba exhausto, Williams acudió al rescate improvisando un monólogo compuesto por imitaciones de cada miembro del reparto y equipo técnico, revitalizando el set de energía y buen humor.

A todo esto debemos sumarle sus discursos que hacían reír a todo Hollywood en las ceremonias -como en los Globos de Oro cuando ganó el premio a Mejor Actor por Pescador de ilusiones-, sus monólogos espontáneos y las magníficas entrevistas donde no había manera de hablar seriamente con él. Tuve la suerte de entrevistarlo durante la promoción de Happy Feet 2: el pingüino en 2011 y recuerdo que tras reírme de su primera broma ya no frenó, inventándose personajes, haciendo voces e imitaciones que me hacían imposible hacerle preguntas. Sin dudas, uno de mis recuerdos más añorados de mi vida como periodista de cine.

En resumen, no hace falta imaginarse la genialidad que se esconden en los cientos de kilómetros de cinta de Papá por siempre. Todos aquellos que vimos este clásico familiar (varias veces, por cierto) y seguimos su carrera, nos hicimos testigos cinematográficos de esa capacidad nata que tenía Robin Williams para crear secuencias que transmitían espontaneidad y naturalidad. Incluso debajo de las prótesis, maquillaje y vestuario de la señora Doubtfire que requería cuatro horas al día para colocarlo.

Sin embargo, un documental sobre la genialidad que plasmó en el rodaje de la comedia de 1993 podría ser la guinda perfecta para rendirle homenaje. Saber que se quedaban sin rollos de cinta debido a su verborrea cómica y que existen kilómetros de metraje con material nunca visto que captó a Robin Williams haciendo magia una y otra vez, no tiene precio.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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