La historia de Marius Borg, de los salones de palacio a la celda de una prisión, ¿qué pasó en el camino?
Llegó a palacio cuando tenía cuatro años de la mano de su madre y siendo casi un bebé a la vida del príncipe Haakon para el que es un hijo más. Nunca una madre soltera se había casado con un príncipe heredero -25 agosto de 2001- ni llevado un paje tan especial. Como dijo la futura Reina era una boda de tres, con Marius Borg en el corazón de toda la familia.
“Intentaremos darle suficiente amor y seguridad para que se sienta cómodo”, dijo el Príncipe Heredero en la primera rueda de prensa que concedieron como prometidos. Y cumplió a raudales, aunque no pidió adoptarlo porque Marius tenía un padre. El mismo día de la boda lo cogió en brazos para saludar juntos desde el balcón y, horas después, cuando daba el discurso nupcial volvió a incluir al pequeño. "Gracias por darme la oportunidad de vivir con Marius. Esto ya es un regalo en sí mismo", dijo conmovido, mientras los noruegos también se secaban las lágrimas delante del televisor.
Port si quedaba alguna duda se lo llevaron de luna de Miel -estaban en Nueva York cuando tuvieron lugar los atentados terroristas que derrumbaron las torres gemelas-, y todo fue perfecto durante algunos años. Incluso la Reina Sonia, que confesó que “al principio pensé que tal vez la situación era un poco especial”, acabó rendida y jugando en el suelo con un pequeño muy “encantador y simpático”.
Uno más en todo
Marius siempre fue uno más en todo Los acompañó en sus viajes, a las celebraciones familiares, de amigos y de diferentes casas reales, e incluso a las del Día Nacional de Noruega, cada 17 de mayo. En lo personal, fue un hijo más -misma educación, valores, colegio, actividades y deportes que sus hermanos- criado con el mismo amor. En lo oficial, nunca recibió un título, pero fue reconocido oficialmente como miembro de la familia real por el rey Harald. Desde antes de la boda… hasta hace algo más de dos meses cuando se hicieron cambios en la página web de la casa real noruega cayendo de su posición junto a la princesa Marta-Luisa casada en segundas nupcias con el chamán Durek Verrett.
Los índices de popularidad se desplomaron y había que acotar, bien es cierto que el Rey en su último discurso en el Parlamento noruego dijo: "somos una familia con las alegrías y los desafíos que esto conlleva. Tanto en los buenos tiempos como en los difíciles, intentamos estar juntos y apoyarnos unos a otros. A veces la vida es simplemente muy difícil".
Con 15 años empezaron los problemas
Mette-Marit cambió por completo su vida cuando nació su hijo -13 de enero de 1997- y siempre lo ha protegido, aunque ya no lo puede hacer más. En 2012, empezaron los problemas. Con 15 años publicó en una red social información sensible sobre la Casa Real, aunque los príncipes negaron rotundamente que Marius tuviera una cuenta en Twitter-; y a los 17 pulverizó la seguridad familiar al compartir dónde estaban pasando las vacaciones. Asimismo, en otra ocasión, puso a la venta una motocicleta con sus datos personales y la dirección del palacio real.
Cumplidos 18, pasó a ser el soltero de oro… el príncipe soñado por miles de jóvenes. Tanto que Marius aceptó un papel secundario en SKAM. En la serie de éxito internacional se le puede ver junto a la artista Astrid S.
En 2017 Marius cumplió 20 años y Mette-Maritt volvió a defender a su hijo ante los medios en una carta en la que explicaba que: “Marius siempre ha tenido un papel difícil de definir en la esfera pública” … Que tanto ella “como los profesores han tenido expectativas diferentes sobre su comportamiento” y que “no quiere que se escriba sobre él”.
Diseñador de ropa con mensajes como 'Soy un problema'
Poco después, para alejarse de la presión mediática, Marius tomó la decisión de salir de casa e ir al extranjero para estudiar en Los Ángeles. Se matriculó en el Santa Mónica College, y comenzó una carrera como diseñador de ropa… Pero sus creaciones también generaron revuelo en Noruega por incluir mensajes como 'Vete a la mierda' o 'Soy un problema'.
No duró mucho la aventura americana. Marius interrumpió sus estudios, abandonó Estados Unidos y se trasladó a Milán para trabajar junto al diseñador alemán Philipp Plein. Y, pocos meses después, en la primavera de 2018, entró a trabajar en la revista londinenseTempus Magazine como editor de estilo, en la que figuraba como 'príncipe de Noruega'.
Perseguido por los acreedores
En diciembre de ese año, dejó su trabajo en Londres, regresó a Noruega y adquirió una vivienda unifamiliar en Tønsberg junto a su novia Juliane Snekkestad, aunque acabaría siendo perseguido por los acreedores.
A principios de 2019, Marius encontró un nuevo trabajo como agente comercial de una aplicación de ocio nocturno; y en mayo de 2020 compartió la noticia de otro nuevo empleo como mecánico de motocicletas. Desde niño le encantan las motos.
En marzo de 2022, rompió su relación con Juliane y en verano conoció a la que sería su nueva pareja, Nora Haukland, famosa por su participación en un reality televisivo, que ha acabado acusándolo de maltrato.
Ese mismo año, en diciembre Marius regresó a Skaugum, pero no al palacio de los príncipes herederos. Para preservar su independencia, Hakoon y Mette-Maritt le dejaron una vivienda cercana a su residencia en la misma finca.
Todo acabó en descontrol
Seguramente querían tenerlo cerca para poder controlarlo, aunque finalmente todo acabó en descontrol. Durante casi un año, Marius mantuvo un perfil muy bajo, pero el 26 de agosto del año pasado, cuando prefirió irse de discoteca en lugar de asistir a la gran fiesta del 50 cumpleaños de su madre, se encontró con todos los focos encima. ¿Qué estaba pasando?
En septiembre de 2023, según la revista Se hog Or, la policía tuvo una 'conversación preventiva' con Marius por actividades que le relacionaban con persona de círculos criminales de Oslo y 'delincuentes notorios'. A finales de ese año inició su relación con Rebecca Helberg Arntsen y a lo largo de este 2024 se fue cocinando el escándalo.
Cuantos más detalles salen a la luz, más graves se vuelven las acusaciones contra el hijo de Mette-Marit, que tras tres arrestos, se enfrenta a las acusaciones de agresión y lesiones a exparejas, amenazas, conducta imprudente, saltarse una orden de alejamiento, robo, posesión de drogas, conducir sin carné y dos cargos más graves de violación, que pueden alcanzar una pena máxima de diez años de prisión.