Saúl Alfaro, el bailarín mexicano de 12 años cuyo talento lo llevó a Canadá

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Saúl Alfaro es un talentoso bailarín tapatío que con solo 12 años ganó una beca en la prestigiosa Royal Winnipeg Ballet de Canadá para continuar con su desarrollo en la danza.

En Animal MX tuvimos la oportunidad de platicar con Saúl y con Fernanda Tenorio, una de sus maestras, quienes nos compartieron su trayectoria, su perspectiva sobre la danza y planes a futuro.

Un inicio joven y un encuentro casual

La pasión y el interés de Saúl por la danza iniciaron a una edad temprana, concretamente a los 9 años y de forma casual. “Simplemente sucedió”, comenta el joven bailarín.

“No hubo algo específico,  ya había intentado otras actividades, pero realmente creo que solo al llegar a la danza junto con la música, y pararme por primera vez en un escenario, dije ‘este es mi lugar, y yo quiero seguir haciendo esto’, por eso estoy aquí ahora” comenta Saúl.

Y aunque su preferencia se inclina hacia el ballet, su primer amor fue la danza española. Pero él no se detiene ahí, ya que también ha incursionado en el jazz y el contemporáneo, enriqueciendo así sus conocimientos y habilidades con otros estilos.

Danza
Foto: Saúl Alfaro

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Transformar los nervios en algo positivo

Aunque Saúl ha tenido la oportunidad de participar en diversas presentaciones, su favorita y la más memorable es su papel como “Fritz” en El Cascanueces. Este personaje destaca por su importancia en la trama y por tratarse de una de las interpretaciones más destacadas en las que ha participado.

Pero alcanzar este nivel de actuación requiere de muchísimo esfuerzo y disciplina, junto con ensayos casi diarios durante meses. A la hora de las presentaciones, es normal la llegada del nervio y adrenalina, pero Saúl tiene una forma de lidiar con ellos:

“Al pararme en un escenario antes de una presentación siento cómo los nervios me ayudan a impulsarme a hacerlo bien y a destacar aún más. Es como una herramienta, yo en vez de verlo como algo malo lo convierto para que sea un impulso”, relata el bailarín.

La danza no solo ocupa se trata del cuerpo

Su maestra, Fernanda, destaca que en la escuela DanzaAM, la formación de los bailarines va más allá de simplemente enseñar movimientos. Se complementa con el respaldo de profesionales como nutricionistas, psicólogos y fisioterapeutas.

Por eso subraya que el arte de la danza no solo implica el movimiento del cuerpo. Requiere un control mental sólido, la habilidad para lidiar con la frustración y la constancia para persistir cuando un paso no sale como se desea.

Además, implica cuidar la alimentación y aprender técnicas para ayudar al cuerpo a recuperarse después de largas horas de ensayo y clases.

Danza
Foto: Saúl Alfaro

El talento de Saúl lo llevó hasta la Royal Winnipeg Ballet

Saúl obtuvo una beca en la Royal Winnipeg Ballet, la cual es reconocida como la academia de ballet más antigua en Canadá y una de las más prestigiosas a nivel mundial.

Tanto él como Fernanda relatan que se enteraron de esta oportunidad a través de Internet y tras inscribirse, llevaron a cabo una audición vía Zoom.

Inicialmente, la escuela no tenía planes de ofrecer una beca del 100%, pero al presenciar el talento de Saúl, cambiaron de parecer y le otorgaron la beca completa.

Según Fernanda, una de las habilidades sobresalientes de Saúl es su versatilidad. No se limita únicamente a la danza clásica, sino que también domina el jazz y una variedad de ritmos adicionales. Cuando cambia de estilo, su cuerpo se transforma para adaptarse perfectamente a cada uno.

“Cambia completamente su chip y sabe hacerlo bien. Esto es lo que me llama mucho la atención y por eso creo que le irá muy bien en Canadá”,  asegura su maestra

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¿Qué más le gusta hacer a Saúl cuando no está bailando?

Como todos los niños, Saúl disfruta de salir con sus amigos y a varios de ellos los conoció gracias a la danza. Él le “agradece” a esta actividad la disciplina, el respeto y el compañerismo que le ha forjado.

Aspectos que aplico en la danza como la disciplina, el respeto y la amistad,  los aplico en todos lados. En cualquier lado, porque puedes llegar a otra academia y aún así tienes que mostrar respeto y felicidad. Es lo que siento”, agrega Saúl.

Por otra parte, a él le da mucha emoción compartir su pasión y le gustaría que todos experimentaran esto. Esta pasión la ha transmitido a personas cercanas y ya logró que su hermanita pequeña siga sus pasos.

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Foto: Saúl Alfaro

Un talento para apoyar:

Su deseo de aprender y continuar creciendo en este campo es palpable, por eso espera aprovechar al máximo las oportunidades que Canadá le brinda, e incluso considera la posibilidad de establecerse allí permanentemente.

Es crucial apoyar a talentos como Saúl, conocer sus historias, difundirlas, seguir su progreso y, en muchos casos, tomarlas como inspiración.

“Lo que sea que hagas, pero a tu compasión y con mucho amor” finalizan él y su maestra.

Para estar al tanto de todo su proceso puedes seguir sus redes sociales: