‘La madre’ de Netflix y el curioso déjà vu con otra película de Jennifer Lopez

Jennifer Lopez como 'La madre'. Cr. Doane Gregory/Netflix © 2023.
Jennifer Lopez como 'La madre'. Cr. Doane Gregory/Netflix © 2023.

Después de volver a la comedia romántica con Cásate conmigo y Bodas de plomo, Jennifer Lopez repite estrategia remontándose a otro género que conoce de sobra: el cine de acción. Lo hace a través de La madre, su nueva película para Netflix donde repite una fórmula similar a las producciones típicas de Jason Statham, Bruce Willis y Liam Neeson (en los últimos años) donde la persecución, venganza y superioridad letal son el vehículo principal para cualquier historia. Sin embargo, por mucho que JLo quiera darle su propio sabor como heroína implacable, la película comparte demasiadas similitudes con otra historia que le termina restando originalidad. Una que protagonizó ella misma hace unos 20 años.

Lopez interpreta a la madre del título, una exsoldado y francotiradora del ejército estadounidense convertida en informante del FBI, a quien conocemos siendo interrogada por dos agentes mientras revela detalles sobre su relación con dos traficantes de armas (interpretados por Joseph Fiennes y Gael García Bernal). El problema es que ha mantenido relaciones con ambos y está embarazada, derivando en una traición que la lleva a recibir una apuñalada en el vientre por uno de ellos. El bebé sobrevive, pero el FBI la obliga a dar a la niña en adopción a cambio de protegerla. Sin embargo, cuando Zoe (el bebé) cumple 12 años corre más peligro que nunca al seguir en el centro de la rivalidad de los viejos enemigos de su madre. Y es entonces cuando la madre sale de su guarida (desde la fría soledad de Alaska) con la intención de protegerla definitivamente.

Jennifer Lopez como 'La madre', Lucy Paez como Zoe. Cr. Doane Gregory/Netflix © 2023.
Jennifer Lopez como 'La madre', Lucy Paez como Zoe. Cr. Doane Gregory/Netflix © 2023.

Y así nos hace testigos de una fórmula repetida hasta la saciedad por la industria del cine, donde el héroe sale airoso sin un rasguño, mientras el espectáculo de acción crece en incredulidad. Tiroteos en una plaza repleta de niños, persecuciones por las calles de Cuba y cuerpos volando por los aires (literalmente) son parte del juego visual que propone Jennifer Lopez, muy al estilo de Liam Neeson o Jason Statham. Para entonces caer en otra fórmula clásica de 'maestro entrenando a discípulo' cuando la madre debe preparar a Zoe para la la batalla final. Muy al estilo de El perfecto asesino (1994) o Logan (2017).

En resumen: mujer entrenando con músculos de acero, villano masculino de fuerza bruta que amenaza su existencia y venganza final para terminar con el peligro. ¿Les suena de algo? Si son de los espectadores habituales del cine de Jennifer Lopez seguramente sabrán de qué les hablo. Porque la experiencia de ver La madre provoca un déjà vu inevitable al recordarnos instantáneamente a Nunca más, el drama de acción que estrenó en 2002 (y que también está disponible en Netflix).

En esta película, la cantante y actriz interpretaba a una mujer que huía de los abusos perpetrados por su marido junto a su hija. Sin embargo, vivía un momento ‘a lo Rocky’ entrenando y poniendo su cuerpo a punto en caso de que el hombre en cuestión las encontrara algún día. Evidentemente, el marido lo hacía, poniendo a prueba todo el entrenamiento de la protagonista. Nunca más no logró convencer a la crítica, sin embargo, sirvió para cimentar la imagen de la actriz en los roles de mujer con experiencia callejera, que sabe valerse y defenderse por sí misma. Un rol de mujer independiente, de superviviente de la vida, que se convirtió en uno de los sinónimos de su imagen profesional y que elevó cinematográficamente en 2019 con Estafadoras de Wall Street.

En teoría, que existan similitudes no debería ser un gran problema. Sin embargo, en el caso de La madre, lo es. Me explico. Que comparta parecidos con el cine de acción limitado de Statham y compañía, habitualmente centrado en la venganza y la acción imposible como mero espectáculo adrenalínico, no la termina limitando. Porque la directora Niki Caro (Mulan) consigue centrar la historia en el impulso primario de la protagonista de defender a su hija. Es el motor principal de su existencia, motivación y propósito de la película. Sin embargo, eso mismo es lo que hacía Nunca más.

Ambos personajes de Jennifer Lopez están motivados por la supervivencia ante hombres que son capaces de ir hasta los confines del mundo con tal de poseerla o asesinarla. La diferencia es que Nunca más lo hacía desde un plano doméstico, y La madre recurre a la explosión exagerada de su género, con mucho ruido visual y poca credibilidad. Pero ambas juegan con una base muy similar como para que La madre destaque por encima de toda su filmografía.

Al final, Jennifer Lopez sabe lo que hace y saca a relucir todo su arsenal físico y presencia ante la cámara para crear una heroína tal letal como sus compañeros de género. Sin embargo, La madre no le hace justicia. Si JLo quería competir con los héroes de acción clásicos del género, merecía un guion más interesante que aportara algo nuevo y no repitiera una fórmula tantas veces vistas. Porque encima, cualquiera que haya visto Nunca más vivirá ese déjà vu inevitable que le resta más originalidad todavía.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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