La floja taquilla de 'La sirenita' cuenta con una ventaja que no tuvieron otros fracasos de Disney

Siendo sinceros, los datos de taquilla de La Sirenita no han sido buenos. En Estados Unidos arrasó con 95,5 millones de dólares, que con las cifras del feriado del 29 de mayo podría ascender por encima de los 117 millones. Esto la asemeja a los 91,5 millones con los que el remake de Aladdín abrió en 2019, que terminó su carrera comercial en todo el mundo por encima de los 1.000 millones, pero tristemente el comportamiento internacional de la cinta protagonizada por Halle Bailey ha sido muy contrario. De hecho, ha replicado los datos de uno de los mayores fracasos de Disney de la última década.

Fuera de territorio estadounidense solo ha obtenido 68,3 millones (según datos recogidos por Deadline), siendo México (8,5 millones), Reino Unido (6,3 millones), Italia (4,7 millones), Brasil (4 millones) y Australia ($4 millones) los mercados donde mejor ha funcionado. La cifra es casi idéntica a los 68.2 millones con los que Han Solo: Una historia de Star Wars abrió fuera de Estados Unidos en mayo de 2018, justo en el mismo fin de semana largo. Y este spin-off del personaje de Harrison Ford, cuyo coste se estimó en 275 millones, cerró su carrera comercial con un flojísimo total global de 392,9 millones.

De primeras, es fácil pensar que el destino de La Sirenita va a ser igual de crudo, que tiene muy difícil rentabilizar su presupuesto de $250 millones y su elevada inversión en marketing. Para hacerlo, debería como mínimo doblar esta cifra, hecho complicado valorando que en próximas semanas llegan estrenos fuertes como Spider-Man: Cruzando el multiverso, Transformers: El despertar de las bestias o The Flash. Sin embargo, la realidad que se enfrenta es muy diferente, porque, al contrario de lo que ocurrió con Han Solo, es una película que está generando muy buenas vibraciones entre el público. Además, se ha dado de bruces con una situación que no existía hace años.

Para empezar, la baja recaudación internacional encontraría su explicación en los movimientos recientes de Disney. Desde la pandemia, el estudio se ha estrellado en taquilla con todas sus producciones animadas, como bien fue el caso de Raya y el último dragón (130,4 millones), Encanto (256,7 millones), Lightyear (226,4 millones) o Mundo Extraño (73,6 millones). Además, salvo el éxito de Avatar: El camino del agua (donde el poder de James Cameron jugó su papel), no han vuelto a superar la barrera de los 1.000 millones de dólares con ningún otro título, como ha sido palpable en la caída abrupta de las recaudaciones en Marvel.

Y no es que las películas de Disney hayan dejado de interesar. De hecho, interesan mucho. Pero los esfuerzos de la compañía en potenciar su plataforma de streaming, vender a bombo y platillo que sus estrenos estarán disponibles online a los 45 días de su estreno en salas y explotar franquicias con series y spin-offs, les ha pasado factura. Y lo vimos muy claro con títulos como Encanto, cuando tras generar nulo ruido en cines se convirtió en un fenómeno de Disney+. Por esta razón, se entiende que el rendimiento de La Sirenita no esté siendo para tirar cohetes. Aunque por el momento no hay nada perdido.

Solo hay que fijarse en la buena reacción que ha tenido la película entre el público en este primer fin de semana. Pese al review bombing vivido en webs de recopilación de puntuaciones como Imdb y Metacritic -donde se detectó "actividad inusual" entre los votos, como si hubiera rechazo forzado a propósito por aquellos que rechazan el filme-, encuestas como Cinemascore, que recoge opiniones de los espectadores a pie de sala, la puntúan con un sobresaliente “A”. Otros portales como Rotten Tomatoes, donde se verifica que los usuarios han visto la película, La Sirenita ha obtenido un 95% de reseñas positivas. Además, si uno se da una vuelta por redes sociales es fácil percatarse de que hay un fuerte entusiasmo en torno a este último remake Disney.

¿Qué significa esto? Que la aventura de Ariel va a contar con el comodín del boca-oreja, que la devoción que está generando puede traducirse en un efecto llamada a nuevos espectadores y en un buen mantenimiento en taquilla. Y es que, pese a la decepción internacional, no podemos olvidarnos que en Estados Unidos ha sido todo un éxito y que estamos ante uno de los clásicos más queridos de Disney.

Tal vez la promoción del estudio, sumado a su fallida estrategia de complementar los cines y el streaming, no haya sido tan eficaz como cabría esperar (así nos lo daban a entender sus avances), pero con esta sensación tan positiva rodeando su estreno, sería raro que el público no sintiera al menos curiosidad por descubrir esta nueva versión de La Sirenita.

Esta es una ventaja con la que no contaron otros fracasos recientes de Disney, cuyo interés acabó diluido en las semanas posteriores. Y es que, siendo sinceros, películas como Lightyear o Mundo Extraño estaban lejos de ser notables. Su único obstáculo es la oleada tan fuerte de estrenos que trae el verano, pero no creo que esta aventura protagonizada por Halle Bailey vaya a tener problemas graves para ser rentable.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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