La vitamina esencial para el cerebro que ayuda a mantener sus funciones óptimas
El cerebro cambia a lo largo de nuestra vida y si está saludable, si funciona como debe, demostrará que evolucionamos ganando nuevas capacidades cognitivas, pero también perdiendo otras. Esto es natural. Mantener su óptimo funcionamiento implica también alimentarlo adecuadamente. Hay una vitamina esencial para el cerebro, pues contribuye a su salud y desarrollo.
¿Pero cómo es un cerebro sano? En el portal de la Asociación de Daño Cerebral Adquirido e Ictus de Vaga, en Valencia, España, se explica que el concepto de que un cerebro joven es el ideal, no corresponde con la realidad.
Así como en la juventud y hasta los 40 años tenemos procesos eficaces, como gran capacidad de responder, recordar y solucionar problemas, también después de esa edad, mejoramos muchas habilidades como percibir las situaciones, las emociones de otros, utilizamos mejor el conocimiento adquirido en el tiempo, aunque comience a reducirse la velocidad para aprender, razonar y procesar información por el envejecimiento. Entonces no se trata de juventud, sino de salud.
En este sentido, según el neurocientífico Arthur Kramer, profesor de la Universidad de Illinois, citado por Magazine, de La Vanguardia, “un cerebro sano es aquel que permite tener conexiones más fiables, neuronas más sanas… Nos permite recordar, dar respuestas rápidas, percibir información de forma precisa. En función de lo sano que sea el cerebro, determinará nuestra función cognitiva en el día a día”.
Podemos ayudarlo a mantenerse en el camino correcto de ese tránsito a lo largo de nuestra vida, incentivando la práctica de hábitos saludables para nuestro organismo en general e incorporando a nuestra dieta habitual alimentos ricos en nutrientes que lo favorecen.
Entre muchos nutrientes, vitaminas, antioxidantes, minerales, hay uno que específicamente ofrece ventajas comprobadas para el cerebro. Se trata del grupo de vitaminas B, entre las que se cuentan la vitaminas B1, tiamina; B2 que es riboflavina; B3, niacina; B5 que es ácido pantenoico; B6 piridoxina; B7, la famosa biotina; B9, ácido fólico; y B12, cobalamina, que en conjunto aportan recursos fundamentales, según se explica en el portal de Bayer.
Estas vitaminas, según la doctora Uma Naidoo, psiquiatra nutricional de la Universidad de Harvard, citada por BBC, ayudan al cerebro a mantenerse en forma, y es que este órgano una máquina sumamente compleja que requiere una gestión inmensa de mantenimiento, y recursos que incentiven un funcionamiento sea óptimo.
La especialista especifica que cada una de ellas tiene una función útil, por ejemplo, la vitamina B1, además de asistir al organismo en funciones celulares esenciales, estimula la función cognitiva si está en los niveles adecuados. La B12, por su parte, apoya al sistema nervioso, al desarrollo del cerebro y sus funciones; y la B9, que es ácido fólico, y que debemos consumir todos, contribuye con nuestra salud emocional propiciando un buen estado de ánimo.
Pasemos a la mesa
Es importante destacar que, según Medline Plus, para que nuestro organismo completo funcione adecuadamente, necesita 13 vitaminas esenciales. Vitaminas A, C, D, E y K, además de las enumeradas del complejo B. La mejor manera de obtenerlas es a través de una dieta equilibrada.
Específicamente para la salud cerebral, hay una larga lista de alimentos que contienen vitaminas del complejo B, entre ellos, brócoli, así como granos y cereales integrales, y los frutos secos como las nueces o las almendras. Pero además, hay algunos alimentos que son poderosamente beneficiosos para el cerebro. Mencionamos tres de ellos.
Las bayas. Sí, de nuevo estos frutos aparecen en nuestras listas de alimentos fundamentales para mantenernos saludables por dentro y también por fuera. Según un estudio publicado en Annals of Neurology, una mayor ingesta de arándanos y fresas se asoció con tasas más lentas de deterioro cognitivo, e incluso se especifica que consumir bayas con frecuencia parece retrasar el envejecimiento cognitivo hasta en 2 años y medio.
El pescado es otro de los alimentos que favorecen la salud de nuestro cerebro. Un estudio determinó en adultos mayores que aquellos que lo comen por lo menos una vez a la semana padecen menor deterioro de la memoria y que los ácidos grasos que contiene juegan un papel importante en la protección del cerebro.
Las hojas verdes, además del brócoli, las acelgas y las espinacas, entre otros, son un tesoro para la salud de nuestro cerebro. Una investigación publicada en Neurology arrojó que quienes consumen frecuentemente este tipo de alimentos así como todos los de hojas verdes; tienen mucho menos deterioro cognitivo que aquellos que no los consumen. Crudos o cocidos deben estar presentes en nuestra dieta.
Cuida la salud del cerebro, cuidando tu cuerpo
Pero además de consumir los nutrientes que preservan y cuidan la salud del cerebro, hay otras cosas que podemos hacer para mantenerlo en forma y reducir el riesgo de presentar deterioro cognitivo subjetivo.
Estas son las sugerencias de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos que, según explican, están respaldadas por la ciencia.
La primera es dejar de fumar, lo cual mejora nuestra salud en general y reduce el riesgo de sufrir un sinfín de enfermedades, incluyendo cáncer. Luego, se recomienda mantener en total equilibrio en la presión arterial, así como también en el colesterol y el azúcar en la sangre.
Asimismo, también se recomienda mantener una alimentación saludable equilibrada, así como hábitos de actividad física, sobre todo para evitar el sobrepeso y la obesidad. Además, se menciona la importancia de dormir lo suficiente, y sobre todo en el caso de los adultos mayores, mantenerse activos involucrados con lo que ocurre en su entorno y en su comunidad.
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