Yahoo Estilo Los hábitos más desagradables que benefician tu salud y es mejor no evitar
El abuelo Guido decía que era preferible perder un amigo, que perder una tripa por aguantarse una flatulencia. Todos se reían con esa frase, pero él insistía muy seriamente en que su médico le había explicado la importancia de escuchar al cuerpo y atender sus funciones, aunque estas implicaran hábitos desagradables.
Y es que hay muchas costumbres que hablan de nuestra educación y de la consideración que deberíamos tener hacia quienes nos rodean. Aunque las leyendas urbanas digan que en Japón los eructos son bien recibidos como muestra de agradecimiento por una buena comida, lo cierto es que no. No está bien eructar en Japón, ni en muchos otros países.
Sin embargo, más allá de las normas de etiqueta resulta que muchas de las que se consideran prácticas asquerosas, son en realidad procesos humanos y naturales que todos llevamos a cabo e incluso pueden ser beneficiosos para la salud.
La máquina de gas
La expulsión de gases, sean eructos o sean flatulencias, es para algunas personas de las acciones más repugnantes. Pueden ser motivo de peleas maritales, de discusiones entre padres e hijos, y también de bromas o burlas. Otros simplemente se las toman como lo que son, respuestas del cuerpo. Desagradables, sí, pero naturales.
El gastroenterólogo Anish Sheth, consultado por The Health, explica que esencialmente los gases responden a procesos necesarios del cuerpo. En primer lugar, las flatulencias son respuestas del sistema digestivo que surgen en la medida en que la microbiota intestinal hace su trabajo de procesar lo que ingerimos.
A estos gases que se generan en el tracto digestivo hay que sumarles el aire que tragamos cuando comemos, y debe ser liberado de alguna manera. El médico explica que todas las personas pueden liberar flatulencias unas 14 veces a lo largo del día, y el momento en el que la actividad es mayor es durante la mañana, cuando deben expulsarse los gases que estuvieron en el interior del organismo mientras dormíamos. No hay manera de evitar que esto suceda, de hecho, así debe ser y es signo de que todo está funcionando como debe.
No obviaremos el tema del olor. Por supuesto que esto hace todo mucho más desagradable pero, según explica de forma muy sencilla la organización Kids Health, simplemente significa que pequeñas cantidades de hidrógeno, dióxido de carbono y metano se juntan con sulfuro de hidrógeno y amoníaco en el intestino grueso. ¡Con razón!
Que las flatulencias sean normales no quiere decir que nos saltemos las reglas de buena educación, así que para aliviarlas o disminuirlas se pueden tomar algunas medidas como comer más lento o evitar cierto tipo de alimentos.
Con respecto a los eructos, también son producidos por el organismo y salen por la boca a través del esógafo para liberar la presión estomacal. Sin embargo, el gastroenterólogo señala que si es muy frecuente durante el día y no está relacionado con la hora de comer, puede ser síntoma de estrés.
En los dos casos, eructos o flatulencias en excesos o muy frecuentes pueden responder a desequilibrios digestivos, pero generalmente no se relacionan con enfermedades subyacentes. Sin embargo, ante la duda y si hay hinchazón o dolor, siempre es conveniente consultar al especialista.
Oídos horrorosos
El cerumen de los oídos es espantoso. Por lo menos a mí me parece feo, pegajoso, inoportuno, pero es realmente bueno tenerlo. Aunque al fin comprendí que puede ser muy dañino tratar de retirarlo con hisopos, me encantaría poder eliminarlo de toda oreja donde se deja ver.
Sin embargo, un artículo científico publicado en la revista Farmacia Profesional señala que la cera del oído tiene un papel protector y antiséptico, con lo cual es necesaria e importante para tener un oído sano. De manera que la respuesta no es eliminarla, sino controlarla.
De hecho, se menciona que “la salida del cerumen del oído medio hacia el exterior contribuye eficazmente a la lubricación de las paredes del oído medio, evitando la sequedad, picores y la excesiva pérdida de células epiteliales”. El problema está en que si hay exceso de cera se puede acumular y generar un tapón, con lo cual forzosamente debemos ir al médico a eliminarlo.
Para limpiar los oídos hay que saber que el cerumen suele salir al exterior gracias al movimiento del maxilar y allí, en el conducto auditivo externo, es donde se puede limpiar con la punta de una toalla limpia, o un pañuelo de papel. La recomendación de Medline Plus es no hacerlo con mucha frecuencia ni con mucha fuerza.
Lo que sale de la nariz
¡Aquí la ciencia estuvo de mi lado! Aunque parezca insólito, algunas investigaciones han abordado la posibilidad de que ingerir la mucosidad que sale de la nariz puede fortalecer el sistema inmune, pero no hay pruebas científicas que lo confirmen. No hay. De hecho, digan lo que digan, la mucogafia –comerse los mocos– se considera un trastorno de la conducta, y así como hurgarse la nariz, puede ser peligroso para la salud.
Comprendamos que los mocos se forman cuando gérmenes, polvo, polen, contaminación quedan atrapados en la mucina que se produce naturalmente en la nariz y esta combinación se seca. Entonces, comer esto es como beber orina. Estaríamos regresando al cuerpo cosas que expulsa porque debe.
En todo caso, si tenemos dudas acerca de los efectos que pueden tener algunos procesos de nuestro cuerpo, basta con consultar al médico de cabecera para aclarar dudas.
Este artículo tiene como finalidad ofrecer información general y educativa sobre temas relacionados con la salud y el bienestar. Sin embargo, esta información no debe ser considerada como un reemplazo del consejo de su doctor ni debe ser utilizada para realizar tratamientos sin supervisión médica. Yahoo no se hace responsable de ningún diagnóstico hecho por un usuario basándose en este contenido. Si usted está preocupado por su salud, siempre consulte a su médico de cabecera u otro profesional calificado de la salud antes de tomar cualquier acción.
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