Luis Miguel cumple 53 años en un clima de regreso, muy enamorado y con un gran anuncio por hacer
Aunque hasta el momento no hay ninguna confirmación oficial, hay un fuerte rumor de que Luis Miguel volverá a presentarse en la Argentina este año. El hecho se produciría en el marco de una gira mundial que incluiría 200 shows y que pasaría por Argentina, México y Estados Unidos, entre otros países. Este miércoles el artista que le dio nueva vida al bolero cumple 53 años.
“Llevaba tres años de no hablar con él, hablé con él apenas hace un mes. Solo me quería decir que se está preparando y que viene en el 2023 con todo”, contó el empresario Bremer en septiembre del año pasado. E inmediatamente, el hombre de negocios confirmó que, por ese entonces, El Sol de México se encontraba en el Viejo Continente preparándose para una gira de 200 conciertos.
“Sí, ya está ensayando. Tuvo un problemilla de un resfriado por el aire acondicionado, pero ya está bien y la gira va a ser espectacular”, dijo su amigo Rafael Herrerías tiempo atrás para ponerle fin a las especulaciones.
A la expectativa de verlo cantar en vivo después de cuatro años de ausencia, se suma un dato más: Luismi estaría trabajando en un nuevo disco que presentaría oficialmente en este tour. Al parecer, quienes tuvieron la posibilidad de espiar parte de este trabajo aseguran que el nuevo álbum tiene temas más cercanos al género pop para despegarse completamente de su última apuesta, donde predominó la música ranchera.
Sus últimos shows
Si bien en la última década el intérprete de “La Incondicional” estuvo desaparecido de la escena musical, el boom de su biopic Luis Miguel, la serie lo volvió a colocar en la cima del éxito. Es que las tres temporadas, que aún se pueden ver en Netflix, no sólo han mostrado al hombre sensible y sufrido que se esconde detrás del artista sino que lo han sacado del largo letargo en el que se encontraba artística y económicamente.
Así fue como después de mucho tiempo, en 2019 el músico volvió a pisar los escenarios y a reencontrarse con su público, ese que debido al furor de la serie sumó más seguidores. Sin embargo, sus presentaciones en el marco de su México por siempre tour no estuvieron exentas de las excentricidades, los pedidos extravagantes y los desplantes en vivo que lo caracterizaron desde sus inicios. Algunas fallas técnicas, retrasos y pausas largas entre canción y canción y un Luismi por momentos un tanto alcoholizado lo llevaron a protagonizar los principales títulos de la prensa casi al mismo nivel que lo que significó su regreso después de cuatro años.
En su paso por Argentina, la situación no fue muy distinta. Con dos fechas sold out en el Campo de Polo y una en el Estadio Orfeo de Córdoba, Luis Miguel no dudó en mostrar su malestar cada vez que algo no salía como él quería sobre el escenario. Los problemas de sonido y los gestos para que suban el retorno mientras interpretaba “Oro de ley” en su primer concierto en Palermo no pasaron inadvertidos para los fanáticos que, celular en mano, grabaron cada reacción. Incluso, la que tuvo cuando -enojado porque el problema no se solucionaba- pateó uno de los parlantes que tenía a su lado.
Exigente, perfeccionista y detallista, el mexicano también puso condiciones debajo del escenario. Velas de diferentes colores, jabones con aroma a vainilla, telas negras para cubrir las paredes de los camarines y una docena de toallas blancas fueron algunos de los requisitos que pidió antes de salir a cantar. Con intenciones de mostrar una nueva imagen, muy distinta a la que se vio en la serie, el cantante también pidió frutas importadas, frutos secos, quesos y bebidas cola sin azúcar.
Tantas mujeres como canciones
Mientras se espera información sobre cuándo iniciará su nueva gira, Luis Miguel es nuevamente noticia por su vida sentimental. En los últimos meses, el astro de los boleros fue vinculado con la diseñadora de modas Paloma Cuevas, que, a su vez, es madrina de uno de los hijos que tuvo con Aracely Arámbula.
Si bien ninguno de los dos ha blanqueado nada hasta el momento, un íntimo amigo de la pareja ha hablado al respecto, quitándole dramatismo al hecho de que Luismi salga con alguien tan cercano. “Es normal, ¿no? A fin de cuentas uno tiene relaciones con la gente que está cerca, no ha ido a buscar una gente a otro país o cosas así, no. Son compadres y amigos de toda la vida. Soy amigo de los dos por lados separados. Al final no puedo echar porras ni criticar”, comentó Rafael Herrerías sobre este supuesto affaire.
Paseos y compras por el shopping, cenas románticas y un viaje en jet privado a Bilbao fueron motivo suficiente para sospechar de una relación que es más que una amistad entre el cantante y su comadre.
Si bien el artista siempre se caracterizó por mantener su vida privada bajo un total hermetismo, el nombre de algunas mujeres con las que salió hicieron que muchas veces su deseo se esfume. De hecho, su serie refleja algunos de los romances que vivió a lo largo de su carrera, que fueron tantos como sus canciones.
En 1984, el amor lo sorprendió trabajando. Fue en el rodaje del videoclip de “Palabra de honor”, donde se enamoró de la actriz y modelo Adela Noriega, que había sido seleccionada para ser la protagonista. Esta relación -que en su momento no fue blanqueada- salió a la luz muchos años después en la serie autobiográfica del artista.
Algo parecido sucedió con Mariana Yazbek, una reconocida fotógrafa seis años mayor, a la que conoció durante las grabaciones de “Cuando calienta el sol”. Si bien la morocha formaba parte del equipo de producción, fue tal el flechazo que Luismi decidió llevarla delante de cámara, convirtiéndola en la protagonista de su video. Tras vivir seis meses juntos, la creciente fama del mexicano más algunos desprecios por parte de su padre, Luisito Rey, hicieron que ella decida dar un paso al costado, rompiendo en pedazos el corazón del mexicano.
Dos años después, “el chico de los boleros” fue noticia por su romance furtivo con Stephanie Salas, la hija de la reconocida actriz Sylvia Pasquel. De ese encuentro casual nació su primera hija, Michelle Salas, a quién reconoció públicamente después de 17 años. Su historia está muy bien reflejada en la serie de Netflix, donde se ve cómo el cantante tuvo relación con la pequeña durante sus primeros años de vida pero luego el alocado ritmo de las giras, la fama y los excesos lo fueron alejando de ella hasta la adolescencia de la niña.
Su romance con Lucía Méndez, una mujer dieciséis años mayor a la que le dedicó el tema “Por favor, señora” fue fugaz pero no menos llamativo. Si bien ella siempre destacó lo maduro que era el mexicano, la gran diferencia de edad pudo con sus prejuicios, poniendo punto final al cabo de unos meses.
Uno de los amores más importantes de su vida fue Issabela Camil, una actriz mexicana cuyo verdadero nombre es Erika Ellice Sotress Starr. Su noviazgo, que incluyó convivencia y hasta planes de compromiso, duró de 1988 hasta 1994. Se puede decir que Camil fue una de las mujeres que más conoció al hombre detrás del artista. Es que fue ella quien estuvo a su lado cuando su padre murió o quién lo acompañó en la investigación para saber qué sucedió con su madre, Marcela Basteri. A pesar de que estaban muy enamorados y que él estaba dispuesto a casarse con ella, la actriz decidió hacerse a un lado, ya que ambos tenían planes de vida muy distintos.
Daisy Fuentes, la estrella de MTV, fue quien se cruzó en su camino cuando aún estaba transitando el duelo de su última separación. En los tres años que duró su relación, no sólo se los pudo ver juntos en distintos eventos de la industria sino que ella se convirtió en su musa en el video de “Cómo es posible que a mi lado”. Sin embargo, el noviazgo terminó cuando la conductora se involucró sentimentalmente con Cristian Castro, uno de sus principales rivales en la música. Si bien la pareja se dio una segunda oportunidad en 2003, tampoco funcionó.
En 1998, Luis Miguel conquistó a Mariah Carey, una de las máximas estrellas de la canción estadounidense. Si bien ella no quería saber nada con el intérprete de música ranchera, con el tiempo se enamoró y fue una de las grandes propulsoras de su carrera a nivel internacional. Su noviazgo estuvo lleno de canciones y dedicatorias mutuas que fueron parte del disco Rainbow, donde Carey le agradeció a Dios por haberlo puesto en su camino.
A ella le siguió una periodista llamada Mirka Dellanos, a quien conoció en 1999 en medio de una entrevista televisiva. Súper enamorada, ella dejó su lugar en el programa Primer Impacto para acompañarlo a las giras pero, al cabo de un tiempo, la relación terminó en medio de rumores de infidelidad.
La primera y única vez que Luis Miguel pasó por el altar fue con Aracely Arámbula. La actriz y el cantante se conocieron en 2005 en Venecia y tuvieron dos hijos llamados Miguel y Daniel. A pesar de ser uno de los vínculos más duraderos en su historial amoroso, cinco años después de dar el sí el matrimonio llegó a su fin. Desde entonces, la expareja ha protagonizado una fuerte disputa legal donde Luis Miguel no sólo fue acusado de ser un padre ausente sino que incluso, hasta hace poco, fue denunciado por no cumplir con la manutención de los menores.
De 2009 a esta parte, varios nombres (algunos más conocidos que otros) cayeron en las garras de un cantante en bancarrota y consumido por las adicciones. La ex del hijo de la duquesa de Alba, Genoveva Casanova, la millonaria estadounidense, Brittny Gastineau, la polaca Kasia Sowinska, la periodista y empresaria venezolana Desirée Ortiz y la corista Mollie Gould, a quién conoció durante su gira de 2019, pulularon por su vida durante sus años de soltero.
Hoy, El Sol de México parece haber encontrado nuevamente el rumbo de su corazón con Paloma Cuevas; esta española que ama la moda y que practicamente es familia; ya que es la madrina de Miguelito; su hijo mayor y con quien se dispone a celebrar sus 53 años de intensa vida.