Una película de Netflix escapa la controversia para inspirarnos a no tenerle miedo a la vejez

La historia de superación que cuenta Nyad en Netflix es tan emotiva como increíble. La película basada en la hazaña de la nadadora Diane Nyad, quien a los 64 años y en 53 horas cruzó nadando los 177 km que separan a La Habana (Cuba) de Key West (Florida), en un mar infestado de aguas vivas y tiburones, es cuanto menos asombrosa. Tanto que muchos llevan una década poniéndola en duda. Sin embargo, la película protagonizada por Annette Bening y Jodie Foster consigue esquivar la controversia con malabares narrativos, inspirándonos con un mensaje motivacional que todos deberíamos tener en cuenta.

Nyad relata la historia de una nadadora que no dejó que la edad ni los prejuicios minaran su sueño. Lo intentó por primera vez en 1978, cuando tenía 28 años, pero las corrientes y las fuertes olas la obligaron a detenerse. En 2011 volvió a probar suerte en dos ocasiones. De nuevo en 2012 hasta que, finalmente, lo consiguió en 2013, dando paso a la fama rellenando titulares, visitando la Casa Blanca, dando entrevistas a Oprah Winfrey, escribiendo libros y hasta participando en Dancing with the stars (la versión estadounidense del concurso televisivo Bailando por un sueño).

Y abriendo el camino a la controversia.

LA CONTROVERSIA QUE TIÑE SU HISTORIA

A pesar de su increíble logro, en realidad, nunca fue ratificado formalmente por el Mundo de Natación en Aguas Abiertas (WOWSA), ni reconocido por el Libro Guinness de los Récords Mundiales, mientras un sector de la comunidad nadadora pone en duda que lo haya conseguido sin ser asistida en ningún momento. Por ejemplo, WOWSA publicó un reporte en septiembre de 2023 donde resume los problemas a la hora de ratificar el nado: desde la falta de normas y reglas previas, a la intención de declarar el cruce como si fuera un récord sin ratificación formal, etc.

Poco despues de la hazaña en 2013, The New York Times informó que nadadores profesionales estaban poniendo en duda el logro de Nyad, cuestionando si nadie la había ayudado cuando estuvo tantas horas en medio del mar y preguntando cómo había cruzado 110 millas en 53 horas cuando su GPS indicaba que había ido a 1.7 millas por hora, al principio y fin del nado.

Diana negó cualquier sugerencia de haber hecho trampa mientras sus defensores cuestionaron que la diferencia en la velocidad se debía a las corrientes del agua y su equipo negó haberla ayudado. No obstante, uno de los problemas que juegan en contra a su credibilidad es que Diana Nyad es conocida por haber inflado historias de su vida.

Una fuente cercana lo reconoció en un artículo de Los Angeles Times el pasado mes de agosto. Por ejemplo, dijo en varias ocasiones que había terminado en sexta posición en las pruebas para las Olimpiadas de 1968 cuando, en realidad, no llegó a participar en ninguna. En un discurso de 1997 afirmó haber ganado los campeonatos nacionales de Estados Unidos a los 16 años y haber batido el récord mundial en los 100 metros de espalda. Pero nunca ocurrió. Y en sus memorias publicadas en 2015 -que son la base de la película- escribió que fue “la primera mujer en nadar alrededor de Manhattan” cuando, de hecho, fue la séptima.

“Hay fanfarronería, que tiene más que ver con la actitud, y luego hay declaraciones erróneas”, dijo a The Times sobre sus exageraciones. “Puedo mirar atrás y desear haber evolucionado de tantas maneras. ¿Me da vergüenza haber inflado mi propio récord cuando mi récord es bastante bueno por sí solo? Sí, me da vergüenza”. Sin embargo, cuando se trata del cruce a nado desde Cuba, siempre mantuvo su historia.

A su vez, Diana dijo a Los Angeles Times que creía que habían proporcionado todas las pruebas en sus momento para ratificar el récord. “Tal vez tenía demasiada arrogancia, como, 'No necesito demostrarle esto a nadie'. Ese es mi error. Pero no fue para ofuscar las reglas. Nunca nos dijeron: 'Tienes que hacer esto o no serás ratificada'”.

De todos modos, los directores de Nyad eran conscientes de la controversia que rodeada a la protagonista. El matrimonio formado por Elizabeth Chai Vasarhelyi y Jimmy Chin -que ganaron el Oscar en 2019 por el magnífico documental Free Solo- investigaron la historia y crearon un retrato inspirador que no esconde la complicada personalidad de Diana. Tampoco su tendencia a la exageración.

Lo señalan a través de la interpretación de Annette Bening, presentando a una mujer con inclinación al engrandecimiento personal y la egolatría. Pero, también, con secuencias donde Jodie Foster, en la piel de su mejor amiga y entrenadora Bonnie Stoll, la frena en discursos cuando habla más de la cuenta, se burla de ella por engrandecer una historia sobre un patrocinio que había conseguido en el pasado y la acusa de “tener complejo de superioridad”. Es decir, la película reconoce esta faceta conflictiva, la pone sobre la mesa, pero se centra en exponer un mensaje mucho más importante.

EL MENSAJE QUE NOS LLEGA AL CORAZÓN

Nyad es una película que emociona hasta las lágrimas porque, más allá de la increíble hazaña, se luce en la emotividad que contagia el esfuerzo, la tenacidad y superación del ser humano. Y no solo a través de la historia de Diana, sino utilizando la relación con su mejor amiga y entrenadora Bonnie (Jodie Foster) como hilo conductor para crear una trama que conecta a través de dos mujeres con una amistad inquebrantable, que no quieren vivir bajo la sombra de la vejez impuesta por normas sociales. Que quieren desafiarse. Que quieren vivir aventuras sin que la edad sea un factor que les obligue a pedir permiso.

Y ahí radica el corazón de esta película inspiracional. En reconocer la pasión de estas mujeres que quieren romper con la noción de la caducidad que impone la idea de la vejez. Se sienten vivas y quieren vivir sin que nadie les imponga lo que pueden o no hacer según la edad. Y se lanzan al vacío con una aventura que parece imposible pero en la que creen a ciegas. Ninguna se lanza a las aguas creyendo que haber pasado los 60 será un obstáculo. No. Se preparan, entrenan, investigan y confían en ellas mismas, sin dejar que la edad sea un impedimento.

Personalmente creo que es el mensaje inspiracional más emotivo que nos deja esta película. Uno que trasciende la historia de Diana Nyad porque nos afecta a todos en general y a ese miedo que rodea a la vejez como si fuera una etapa que simboliza la fecha de caducidad vital. Porque cuando sale del agua en las orillas de Florida, vemos a una mujer que no se dio por vencida -con o sin controversia-. Que se lanzó a la aventura siguiendo sus sueños. A los 28 y a los 64. Siendo siempre la misma, demostrando que cuando se trata de vitalidad, metas y vivir a nuestra manera, la edad es solo un número.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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