‘Pretty Woman’ habría sido una película más interesante con su oscuro final original

La clásica comedia romántica de Julia Roberts y Richard Gere iba a ser un drama oscuro muy diferentes en sus orígenes

'Pretty Woman' era una película completamente diferente cuando Julia Roberts fue contratada. (Foto de Buena Vista/Getty Images)
'Pretty Woman' era una película completamente diferente cuando Julia Roberts fue contratada. (Foto de Buena Vista/Getty Images)

Pretty woman es de esos clásicos legendarios. No importa que hayan pasado más de tres décadas desde su estreno, que su argumento resulte anticuado o tenga suficientes agujeros narrativos como para cuestionar nuestro gusto cinematográfico. Su huella en la cultura popular es tan profunda que nadie puede discutir su posición como referencia emblemática en el género de las comedias románticas. Sin embargo, la historia habría sido muy diferente si Julia Roberts hubiera terminado rodando la oscura versión original que estaba planificada.

Porque Pretty Woman no era el cuento de Cenicienta que conocemos desde 1990. Al contrario, su guion original era un drama con advertencia moral incluida y un final tan oscuro que seguramente habría dejado una huella diferente en la historia del cine. Sin embargo, al descubrir los detalles de la trama resulta inevitable imaginar una película que habría sido mucho más interesante.

La versión original de Pretty Woman iba a titularse 3.000, en referencia a los honorarios que Vivian Ward le cobraba a Edward (Richard Gere) por sus servicios como prostituta durante un fin de semana. Se trataba de un cuento social con advertencia incluida donde se incluían temáticas dramáticamente oscuras como que Vivian era una prostituta adicta a las drogas y parte del trato con Edward era pasar los días contratada sin consumir cocaína.

Al final, en la última secuencia del filme, Edward la arrojaba de su limusina hacia la calle mientras lanzaba los 3.000 dólares al aire, sirviendo como un drama oscuro, incómodo y con una protagonista de profundos conflictos personales.

Sin embargo, la idea resultaba tan interesante para las actrices jóvenes disponibles en Hollywood, que muchas intentaron conseguir el personaje. Así lo reveló Diane Lane en una entrevista con James Corden en 2016. “Parecía que todas las chicas de Hollywood estaban gateando en ropa interior en ese momento. En nuestra mejor lencería, seamos claros, para conseguir esta película”, contaba. “Porque en ese momento, era una historia sobre una prostituta psicótica que tenía un delirio de grandeza”.

Es decir, nada de joyas regaladas, de química romántica, risas contagiosas ni compras idílicas por Rodeo Drive.

El final original de 'Pretty Woman' mostraba a Vivian descartada mientras Edward la empujaba fuera de su limusina en movimiento. (Foto de Buena Vista/Getty Images)
El final original de 'Pretty Woman' mostraba a Vivian descartada mientras Edward la empujaba fuera de su limusina en movimiento. (Foto de Buena Vista/Getty Images)

La actriz de Infidelidad repitió la anécdota un año más tarde en Watch what happens with Andy Cohen, resumiendo la mutación hacia la comedia romántica como una “disney-ficación”. “Resultó ser una película para sentirse bien pero, originalmente, a esta loca la arrojaban de una limusina en movimiento al final porque deliraba creyendo que este tipo estaba realmente enamorado de ella. Solo la contrataban para el fin de semana y teníamos compasión por ella”, explicó sobre la historia y mensaje opuesto a la producción estrenada.

“Creo que esa película necesita hacerse”, aseguraba. “Quiero dirigirla”, añadía irónicamente.

No obstante, bromas aparte, Diane Lane estaba en lo cierto. Una película sobre una prostituta adicta, con ilusiones de grandeza, viendo la oportunidad de una vida mejor con un hombre que solo la contrata y descarta tras utilizar sus servicios, aporta una profundidad narrativa realista, estremecedora y dolorosa que habría despertado sensaciones y conversaciones completamente diferentes. Es decir, nada de romance imposible ni finales con rescates principescos. Un drama en mayúsculas.

Que Diane Lane se encontrara entre las candidatas favoritas para conseguir el papel de Vivian no debería extrañarle a nadie. A finales de los ’80 era una de las actrices jóvenes más exitosas de la época. Había debutado a los 13 años acompañando a una leyenda como Laurence Olivier en Un pequeño romance (1979), siendo descrita por el mismo actor como “la nueva Grace Kelly” (Fuente: The Guardian). Para cuando llegó el casting de 3.000 ya había sido nominada al Emmy y trabajado junto a Meryl Streep y Francis Ford Coppola.

Sin embargo, Julia Roberts entró en escena y se hizo con el personaje cuando el proyecto todavía estaba basado en la versión oscura. Tenía 21 años y se encontraba en boca de todos tras el éxito de Magnolias de acero y su primera nominación al Oscar. Pero entonces surgió un cambio repentino y quedó despedida. Al menos por unos días.

Así lo contó la actriz junto a sus compañeros y el fallecido director Garry Marshall durante el 25 aniversario del filme celebrado por el programa Today en 2015. “A mí me seleccionaron para ‘3.000’ antes de que [el proyecto] pasara a Garry. Pero entonces, durante un fin de semana feliz teniendo trabajo, se vendió a Disney y me quedé sin empleo”, contaba Roberts.

Afortunadamente, los productores se habían quedado enamorados de ella y sugirieron a Garry Marshall que la mantuviera en el reparto. “Disney no estaba seguro a quien darle el papel”, añadía el director “pero la hicimos hacer pruebas de cámara”. Fue una audición extensa donde Julia Roberts hizo pruebas con diez actores diferentes y terminó siendo seleccionada para la nueva versión romántica.

Una vez seleccionada fue el momento de buscar a su partenaire. Sin embargo, no lograban encontrar la química adecuada con ninguno de los muchos actores que probaron en el papel de Edward. Pero todo cambió cuando Richard Gere entró en escena.

Porque si bien el actor de Reto al destino rechazó la oferta de Disney “varias veces”, terminó aceptando el día que conoció a Julia Roberts. Aunque este cambio de parecer también esconde una anécdota.

A pesar de que la química fue instantánea entre los dos, Gere seguía dudando si aceptar el trabajo hasta que su futura compañera le “rogó” que la acompañara en el proyecto. Según contó Richard en Today, el director lo llamó en medio de su encuentro con Julia Roberts, para preguntarle qué opinaba. Fue entonces cuando Julia Roberts le pasó un ‘post-it’ donde había escrito “por favor di que sí”.

“Fue tan dulce”, dijo Richard Gere. Y en ese momento aceptó.

Y lo demás es historia. La conversación que Pretty Woman generó y el buen boca a boca la ayudó a mantenerse en cartelera durante varias semanas alcanzado una recaudación de $178 millones a nivel global. Una cifra extraordinaria que la coronó como la cuarta película más taquillera de 1990 por detrás de Mi pobre angelito, Ghost, la sombra del amor y Danza con lobos (Box Office Mojo). Y así, en ese momento y con un cambio radical, nació un clásico.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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