Protocolo de boda de día: 7 reglas que debes cumplir para no llamar la atención
El protocolo hace referencia a todas esas reglas establecidas por norma o por costumbre que enmarcan un acto social. Y nos guste o no estamos rodeados de ellas. Aunque cada vez estas formalidades sean más laxas —en algunos casos incluso tienden a desaparecer— siguen estando presentes en las bodas y es importante tenerlas en cuenta. Nos referimos a todos esos detalles que hacen que cada boda sea un poco más bonita y elegante y también a los looks de los invitados, porque aunque la mayoría tenemos interiorizado que el blanco o los tonos claros no son la mejor opción para ese día, hay otras normas de etiqueta que conviene conocer.
Pero lo primero que hay que tener claro es que son los novios quienes marcan el protocolo. Ellos son los que tienen el poder de decidir el tipo de boda que van a celebrar y, por tanto, si tiene sentido o no que se apliquen ciertas normas. Pensemos en una pareja que celebra una unión informal, en el campo o en la playa. Aunque estén rodeados de sus familiares y amigos y quieran festejar su amor, ni los estilismos de ellos, ni los de los invitados, ni todo lo que rodee el enlace tendrá mucho que ver con quien decida casarse por la iglesia y apostar por un 'sí, quiero' más bien tradicional.
Y si son los novios los que deciden, ¿cómo pueden tener claro los invitados si deben prestar atención o no al protocolo? La primera de las pistas la recibirán en la invitación. "Son una antesala de la boda. Es una forma de trasladarle al invitado no solo una convocatoria, sino de comunicarle el tipo de boda que se va a celebrar. Solo si quieres organizar una boda tradicional, clásica, familiar… se debería estar atento al protocolo. Por el contrario, si tu intención es celebrar una boda desenfadada, muy personal, en medio del campo, sin protocolo de mesas ni etiqueta, etc. quizás no tenga sentido enviar una invitación en su formato más clásico", explica Ana García-Gayoso, empresaria, fundadora de uno de los primeros blogs nupciales en España y autora de Manual para organizar una boda perfecta, donde habla largo y tendido sobre este tema en el que es experta.
Una vez que todos estos detalles están más o menos claros, llega el momento de hablar de los looks. Ana asegura que, por resumirlo, hay que cumplir con tres cosas: vestir apropiadamente, decorosamente y consideradamente. "Apropiadamente, es de buena educación honrar bien vestido al anfitrión; decorosamente (sin hombros descubiertos, escotes o transparencias sugerentes) a tener en cuenta principalmente en las celebraciones religiosas; consideradamente, por ejemplo, la madre de la novia no debe escoger color de traje hasta que la madrina —que tiene un papel más protagonista y relevante— le traslade el suyo, la madrina tampoco debería retirarse la mantilla hasta que la novia se retire el velo, etc.", apunta. Y sí, también hay una lista de detalles a los que conviene prestar atención.
1. Nada de blanco ni colores claros
Salvo que la novia diga lo contrario, el blanco está reservado solo para ella. Tampoco es conveniente elegir colores como beis, champagne, marfil o crema, no solo porque se parezcan demasiado, sino porque en las fotografías se pueden confundir con este tono.
Si aun así eres de las que siempre incluye lo incluye en sus looks, deberás saber que no hay una regla oficial sobre un porcentaje específico de blanco permitido, pero el sentido común nos dice que sí es apropiado para pequeños detalles como accesorios, bordados o estampados (por ejemplo, un vestido con un fondo de color y estampados florales blancos no viola el protocolo). Si el vestido es mayoritariamente blanco o de un tono muy similar, aunque tenga algún diseño o combinación, puede percibirse como inapropiado. Es mejor evitarlo o consultarlo directamente con la novia.
2. ¿Qué pasa con el negro?
El negro es sinónimo de elegancia y sofisticación. Es el color comodín que siempre te salva de un apuro, sobre todo cuando tienes algún plan y no sabes qué ponerte. Pero en el terreno de las invitadas este tono sigue generando controversia. "El negro es especialmente adecuado para bodas formales, de noche o con un código de vestimenta de etiqueta. Sin embargo, podría no ser ideal para bodas muy tradicionales o diurnas en ambientes naturales", nos explicaba en un artículo que elaboramos al respecto el diseñador Juan Avellaneda. Así que conviene hacer caso al creativo y evitarlo para bodas de mañana.
3. Olvídate de los brillos
Muchas invitadas se sienten tentadas por diseños llenos de paillettes o lentejuelas, tejidos con efecto especiales o detalles cuya misión es reflejar la luz. Aunque los brillos pueden ser apropiados para bodas de tarde-noche —habría que analizar al detalle el evento para concluir si se pueden llevar o mejor no—, no lo son para enlaces de mañana. Y esto, tal como nos explica Ana García-Gayoso, no solo es válido para la prenda en sí, también para todos los accesorios que forman parte del look, del bolso a los zapatos. Habría que aplicar de manera muy consciente la máxima del 'menos es más'.
4. El largo del vestido
Este es el consejo más popular y también el más predecible. En bodas de día se deben vestir diseños cortos, mientras que en las de tarde se puede optar por los largos. A menos que en la invitación se indique lo contrario, las únicas mujeres que se pueden permitir un vestido que llegue hasta el suelo en un enlace de mañana son la novia, la madrina y la hermana de la protagonista. Cuando hablamos de diseños cortos, nos referimos a prendas que van desde el largo midi (a media pierna) hasta vestidos que dejan a la vista las rodillas, pero que no quedan muy por encima de las mismas. En cualquier caso, lo más elegante suele ser recurrir al midi.
Es conveniente saber que los monos, o los total looks con pantalón, también son adecuados para bodas de mañana, siempre que sean elegantes y estén confeccionados en tejidos adecuados, como crepé, seda o satén ligero. Los trajes tipo sastre son otra alternativa. En este caso, los diseños en colores pastel, tonos vivos o incluso estampados florales o geométricos pueden aportar frescura al look. ¿Los materiales? Siempre de buena calidad para que el diseño siente de maravilla.
5. Qué tocado llevar y cuándo quitárselo
En los últimos años, han proliferado nuevos tocados y antiguas piezas renovadasque sirven para completar cualquier estilismo de boda. Las pamelas y sombreros son un clásico, pero también los más condicionados por el protocolo que dicta que deben emplearse únicamente en bodas de día y en jornadas soleadas. “La pamela no se puede quitar hasta el baile nupcial de los novios. Esta regla contempla la excepción de que las alas de la pamela sean tan anchas que molesten a otros comensales del banquete”. Lo explica así Gisela Príncipe, de Operación Invitada, en una de sus publicaciones de redes sociales, un espacio en el que cuenta con más de 149.000 seguidores.
6. El zapato más adecuado
Cada vez son más las invitadas que apuestan por la comodidad y eligen calzado plano o bailarinas para todos sus eventos, incluidas las bodas. Aunque puedan surgir dudas sobre si esta elección es o no protocolaria, es adecuada siempre que se elijan diseños confeccionados en materiales como piel o satén. Pero, si eres de las que nunca renuncia al tacón, debería saber que no todo vale. "Debemos saber que la altura del tacón debería limitarse en las bodas de día y dejar los 10-12 centímetros para los eventos de noche”, responde Sandra Majada, más conocida como Invitada Perfecta, en una de sus publicaciones.
7. El look de belleza
El protocolo para el look de belleza de las invitadas a una boda de día se centra en la naturalidad, la discreción y la elegancia. A diferencia de las bodas de noche, donde se permite un maquillaje y estilismo más sofisticado, las bodas diurnas exigen un enfoque más sutil y fresco. Los colores tierra y los rosados son los tonos preferidos para favorecer las facciones naturales de la mujer y aunque en las tendencias los brillos se hayan posicionado como uno de los acabados predilectos, Ana García-Gayoso lo tiene claro. "En una boda de mañana hay que tratar de evitar al máximo las sombras de ojos con purpurina" que, según la experta, quedarán relegadas a la noche.
En cuanto al peinado, más de lo mismo: algo sencillo, pero elegante. Una melena suelta y con ondas no muy marcadas o un recogido desenfadado son siempre un acierto. Y recuerda, si llevas tocado, pamela o sombrero, el peinado debe adaptarse a ellos. Por ejemplo, puedes apostar por un recogido bajo para pamelas grandes o un semi-recogido para tocados pequeños.
Protocolo de boda para hombres
Aunque solemos centrar todos los temas de protocolo en invitadas, también es importante que ellos cumplan con la etiqueta. El diseñador Juan Avellaneda, a quien podemos definir como un referente en este campo, nos explica que para una boda de día lo mejor es elegir un traje azul marino muy oscuro, casi negro, un tono que nunca falla. ¿Y si se quiere optar por un tono diferente? Gris marengo, elegante y protocolario.
"Respecto al ajuste del traje, muchos pensamos que para ir impecables es imprescindible que sea hecho a medida, pero no es así. Puedes comprar un traje ya confeccionado y llevarlo a una buena modista para que ajuste los largos de las mangas, el bajo del pantalón y los montantes de la americana (es decir, los laterales). Con estas correcciones parecerá hecho a medida, y la diferencia será notable. Un detalle importante: las mangas del traje deben dejar ver aproximadamente un centímetro del puño de la camisa. Este toque da un aspecto más refinado y es clave para cumplir con el protocolo. El largo del pantalón, por otro lado, debe rozar ligeramente el zapato sin formar pliegues excesivos", nos explica Avellaneda.
En cuanto a los complementos, el diseñador asegura que los zapatos siempre deben ser de color negro y si son tipo Oxford, mejor que mejor. "Una corbata de seda sobria en tonos discretos y un pañuelo blanco perfectamente doblado en el bolsillo de la americana añadirán sofisticación al look. La clave está en que todo parezca pulido y a medida, porque un traje bien ajustado dice mucho más que cualquier complemento. Por último, recuerda que la actitud es lo más importante en cualquier look. Así que siéntete cómodo, camina con confianza y, sobre todo, ¡disfruta del momento!", puntualiza.