Reese Witherspoon y Jennifer Aniston temen que nadie consiga ser estrellas de Hollywood como ellas

Creen que es muy probable que no existan ‘movie stars’ en el futuro por culpa de un agujero en el streaming

Reese Witherspoon y Jennifer Aniston temen que nadie pueda seguir sus pasos en Hollywood. (Foto de Lionel Hahn/Getty Images)
Reese Witherspoon y Jennifer Aniston temen que nadie pueda seguir sus pasos en Hollywood. (Foto de Lionel Hahn/Getty Images)

Reese Witherspoon y Jennifer Aniston temen que actores venideros nunca puedan tener carreras como las suyas. Que futuras generaciones no puedan seguir sus pasos hacia la cima de la industria, disfrutando de las mismas oportunidades hasta ganar el título de ‘estrellas’. Evidentemente, nos encontramos ante dos actrices que saben de lo que hablan. Son figuras populares entre el público internacional con éxitos que calaron hondo en el imaginario colectivo. Con solo nombrar Friends y Legalmente rubia nos basta para recordar la posición privilegiada que tienen en el recuerdo del público y la industria.

De esta manera, con sus conocimientos y experiencia, creen que es muy probable que no existan ‘movie stars’ en un futuro cercano por culpa un agujero preocupante impulsado por las plataformas streaming.

Así lo confesaron durante la pasada edición de PaleyFest, vía The Hollywood Reporter, cuando les preguntaron por la situación actual de la industria seis meses después del final de la huelga de actores. Witherspoon, que además de protagonista sirve como productora de la serie que interpretan juntas para Apple TV+, The Morning Show, fue la primera en poner las cartas sobre la mesa, comparando el auge del streaming con “un mercado de pulgas” donde “se podía vender todo” tipo de historias para iniciar a una especie de “reseteo” desde la huelga. Esto es algo que ella conoce de sobra habiendo vendido todo tipo de adaptaciones e historias a HBO, Amazon, Hulu y Apple TV+.

Reese Witherspoon compara el auge del streaming con “un mercado de pulgas”. (Foto de David Livingston/Getty Images)
Reese Witherspoon compara el auge del streaming con “un mercado de pulgas”. (Foto de David Livingston/Getty Images)

“Lo que estoy viendo ahora, desde la perspectiva de compra y venta, es que probablemente parte de la huelga sirvió como reseteo para esos estudios que no son lucrativos -los servicios streaming- y una oportunidad para redimensionar, retrabajar y reducir costes. Es probable que veamos menos cosas, lo que puede ser bueno, ¿no?”, cuestiona. “Podemos frenar un poco. Pero habrá más intención a su alrededor y será un poco más difícil”.

Sin embargo, la estrella ganadora del Oscar por Johnny y June: pasión y locura cree que la falta de transparencia por parte de la mayoría de plataformas habría creado una situación de incertidumbre, que podría impedir el nacimiento de nuevas ‘movie stars’ si se sigue por el mismo camino.

La voz de la experiencia

Witherspoon no se mordió la lengua al exponer la realidad que manejan los actores en estos momentos a la hora de imponer su valía, negociar y alcanzar el firmamento de las estrellas desde que el fenómeno de las plataformas streaming irrumpió en el mercado con fuerza.

“¿Serán posibles carreras como la nuestra alguna vez?”, le preguntaba a Jennifer Aniston sentada a su lado. “¿Existen oportunidades para que las personas realmente surjan como estrellas? ¿Cómo se sabe sin transparencia de datos? ¿Cómo sabemos siquiera si algo funcionó bien o no?”

El cine tradicional siempre contó con los resultados de taquilla como un dato claro y transparente a la hora de conocer las películas que interesan y, en consecuencia, los actores que conectan con la audiencia. Lo mismo sucede con la televisión en abierto o por cable donde diferentes agencias se encargan de revisar estadísticas de consumo. Sin embargo, el universo del streaming funciona por separado.

La estrella de Big Little Lies señaló que Netflix es “bastante transparente al respecto”, ya que revela algunas cifras públicamente que permiten conocer los títulos que el público está consumiendo, a qué nivel y con qué fervor. Y, por ende, valorizar el estatus de sus intérpretes, ayudándolos a escalar posiciones, renegociar salarios y nuevos proyectos. Sin embargo, Reese se pregunta cómo pueden hacerlo las nuevas generaciones de actores si no existe esa misma transparencia con todas las plataformas.

“Es duro como actor, ¿cómo negocias? ¿Cómo lo hace un productor? ¿Cómo comercializas? Si no sabes dónde te sitúas en el mercado paisaje, ¿cómo valoras algo?”, se pregunta.

Y es que si bien Netflix expone sus datos a través del Top 10 que encontramos en la pantalla de bienvenida de la plataforma, que básicamente destaca las series y películas que están siendo populares entre la audiencia contabilizando los primeros tres minutos visionados, también existe un sitio web que actualiza cada semana con las horas consumidas por contenido. Sin embargo, ni Disney+, Apple TV+, HBO o Amazon Prime Video hacen lo mismo. Aunque existen agencias que se dedican a las estadísticas del mercado televisivo, es casi imposible conocer los datos exactos de estos servicios si ellos no los desvelan de manera explicita. Y casi nunca lo hacen.

De esta manera, Witherspoon asegura que existen “cantidades reales de datos” pero que las plataformas “los guardan bajo llave" porque “no quieren que tengas la ventaja”.

Jennifer Aniston coincidió con su compañera, al comparar el negocio asegurando que ambas comenzaron “en una época donde era glamuroso y divertido”, destacando el proceso de audición y los sueños de ir consiguiendo papeles poco a poco. Según la actriz de Misterio a bordo de Netflix, antes “era tan simple” pero “ahora, a veces, es demasiado”.

Curiosamente, esta no es la primera vez que la estrella de Quiero matar a mi jefe destaca las diferencias glamurosas entre la fama que consiguió con sus trabajos y la noción de la fama actual. En 2023 dijo que se siente “afortunada” de “haber podido probar un poco la industria antes de que se convirtiera en lo que es hoy”, haciendo referencia a la fama fugaz que surge por “no hacer nada” pero a raíz de situaciones mediáticas, y ponía como ejemplo a Paris Hilton y Monica Lewinsky. Sin embargo, llevaba su análisis al presente destacando que “ahora eres famoso en TikTok, eres famoso en YouTube, eres famoso en Instagram”, sentenciando que este tipo de fama era “casi como diluir el trabajo del actor”.

Dos ‘estrellas’ de otra era

Como apuntaba previamente, ambas saben de lo que hablan. Jennifer Aniston alcanzó estatus de estrella gracias al éxito de Friends a partir de 1994 y cuando solo tenía 25 años. A través de la popularidad internacional que obtuvo la serie, las estadísticas disponibles de consumo televisivo y las nominaciones y premios que fue cosechando en el camino (Emmy, Globos de Oro), pudo renegociar su contrato a partir de la segunda temporada, aliándose más tarde a sus compañeros de reparto para pujar juntos por mejoras contractuales. Recibieron aumentos a lo largo de los años hasta hacer historia junto a Lisa Kudrow y Courteney Cox como las actrices mejor pagadas [en aquel momento] al cobrar $1 millón por cada capítulo de las dos últimas temporadas.

Jennifer Aniston pudo negociar a lo largo de los años que protagonizó 'Friends' gracias al éxito tangible de la serie, llegando a hacer historia cobrando $1 millón por episodio. (Foto de Reisig & Taylor/NBC/NBCU Photo Bank via Getty Images)
Jennifer Aniston pudo negociar a lo largo de los años que protagonizó 'Friends' gracias al éxito tangible de la serie, llegando a hacer historia cobrando $1 millón por episodio. (Foto de Reisig & Taylor/NBC/NBCU Photo Bank via Getty Images)

Es decir, es el ejemplo de la diferencia que Reese Witherspoon señala ahora. A través de la transparencia del éxito pudo renegociar y ascender en el firmamento de las estrellas, llegando a cobrar $9 millones más un porcentaje de taquilla por su papel secundario en Todopoderoso, la comedia con Jim Carrey sobre un hombre que tenía el poder de ser Dios. La película fue tan exitosa que se llevó un cheque total valorado en $20 millones, según Imdb. Repitió la misma negociación a continuación por su comedia con Ben Stiller, Mi novia Polly, y desde entonces siempre disfrutó de salarios estrafalarios ‘a la movie star’. Por su más reciente película,. Misterio a bordo 2¸habría cobrado $25 millones según la misma fuente.

El caso de Reese Witherspoon es similar ya que los claros resultados de taquilla le sirvieron para aumentar su caché con cada proyecto, pasando de los $250.000 cobrados por Juegos sexuales (1999) a 1 millón por Legalmente rubia y $15 millones por su secuela dos años más tarde (Imdb). Y desde entonces siempre se mantuvo como una actriz con salario de estrella.

En su caso también debemos sumar su buen ojo como productora, plantándose firme en la industria a través de esta faceta, siendo una figura relevante en el boom del streaming. Lo demostró con Big Little Lies a través de su empresa, Hello Sunshine, amasando éxito de crítica y premios para HBO. Un detalle que el resto de plataformas notaron y quisieron en su tejado. Por ejemplo, hizo Little Fires Everywhere y Pequeñas cosas hermosas para Hulu, Daisy Jones & The six para Prime Video y Truth be told y Lo último que me dijo para Apple TV+.

Reese Witherspoon arrasó con 'Legalmente rubia' siendo protagonista y productora de una lucrativa saga que ya tiene en desarrollo una tercera entrega. (Foto de Tracy Bennett/MGM Pictures)
Reese Witherspoon arrasó con 'Legalmente rubia' siendo protagonista y productora de una lucrativa saga que ya tiene en desarrollo una tercera entrega. (Foto de Tracy Bennett/MGM Pictures)

Ambas alcanzaron el título de estrella de Hollywood gracias al éxito de sus trabajos que, como apuntan acertadamente, fueron avalados por los datos y estadísticas de la taquilla y la televisión en abierto. Como dicen ellas, en otra época donde la transparencia les daba la ventaja de imponer su valía, negociar y renegociar.

Sin embargo, las nuevas estrellas en potencia no parten con esta ventaja. Si tenemos en cuenta el consumo diario de estos servicios, acomodados en los hogares del mundo como parte de nuestra rutina y la cultura moderna, entonces podemos valorar que son cientos los actores que pasan por nuestras retinas cada semana. Sin embargo, ¿cuántos de ellos dejan huella en medio del consumo voraz de las historias? ¿Cuántos pueden alcanzar la fama y el estrellato en su formato más clásicamente hollywoodense si no sabemos qué tiene éxito a ciencia cierta y qué no? Al final, es la misma teoría que se aplica al mercado laboral donde, en teoría, vamos ascendiendo de puestos o consiguiendo mejoras en base a los objetivos demostrables que vamos consiguiendo. Sin embargo, ¿qué pasaría si no pudiéramos demostrarlos? Jennifer Aniston y Reese Witherspoon pudieron hacerlo gracias a los datos de taquilla y estadísticas televisivas, llegando lejos en el proceso. Pero, ¿qué pasa ahora con nuevas generaciones que encuentran su camino profesional en el streaming?

Si la mayoría de las plataformas streaming no hacen públicos sus datos, resulta imposible que actores en alza tengan herramientas de negociación que les permitan escalar peldaños hasta el firmamento de Hollywood. Al final, la industria, sus agentes y ellos mismos solo pueden guiarse por el boca a boca del público y las reacciones en redes, demostrando un agujero importante a la hora de crear nuevas estrellas que ocupen el lugar de Jennifer, Reese y el resto de Hollywood en un futuro. Lo que nos lleva a la conclusión de que estas estrellas no están equivocadas en su pronóstico.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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