‘Rocky’ le dio a Sylvester Stallone más vidas que un gato en Hollywood

Kino. Rocky, USA, 1976, Regie: John G. Avildsen, Darsteller: Sylvester Stallone, Carl Weathers. (Photo by FilmPublicityArchive/United Archives via Getty Images)
Kino. Rocky, USA, 1976, Regie: John G. Avildsen, Darsteller: Sylvester Stallone, Carl Weathers. (Photo by FilmPublicityArchive/United Archives via Getty Images)

Sylvester Stallone pasó de dormir en las calles en 1976 a convertirse en uno de los nuevos millonarios de Hollywood gracias a una sola película: Rocky. La historia de superación del boxeador más humilde del cine cambió su vida para siempre. Y no solo en aquella ocasión. A lo largo de su extensa carrera, el púgil siempre estuvo presente, sacándolo de la ruina económica, personal y profesional en varias ocasiones.

Sin saberlo, aquel personaje que Sly escribió en tres días y 20 horas se convirtió en una especie de ángel de la guarda. En los años previos apenas había trabajado como extra debutando junto a Robert Redford y Gene Hackman en Sin lugar para ocultarse (1969) o Capone(1975), entre otras. Pero en ninguna llegó a destacar al interpretar tan solo a bailarines, tipos malos de turno o figurantes. Fue en aquella época que estuvo en la ruina total. Fue desahuciado de su departamento, durmió en la calle y en la terminal de autobuses de Nueva York y sin dinero en sus bolsillos. La desesperación incluso lo llevó a participar en una escena en la película de pornografía soft que más tarde se titularía El semental italiano (1970) - para aprovechar el auge del sobrenombre de Rocky-.

En quién o qué se inspiró Stallone para escribir Rocky en menos de cuatro días nadie lo sabe. Han habido rumores que apuntan a la influencia de la pelea de Muhammad Ali y Chuck Wepner en 1975 o la biografía de Rocky Graziano. Pero Sly lo desmintió en el pasado (aunque Wepner lo demandó y llegaron a un acuerdo fuera de los juzgados).

Pero Sly estaba convencido que había creado un personaje que tenía potencial cinematográfico. Era su billete a Hollywood. Su billete de ida al selecto universo de los actores protagonistas. No quería que nadie interpretara el guion y tuvo que aceptar una reducción de presupuesto para convencer a los productores Irwin Winkler y Robert Chartoff de que le permitieran interpretarlo a cambio de venderles la historia. Terminaron aceptando… aunque ellos tenían en mente de Robert Redford, Nick Nolte, Jimmy Caan, Ryan O’Neal o Burt Reynolds.

American actor and screenwriter Sylvester Stallone on the set of Rocky V directed by John G. Avildsen. (Photo by Sunset Boulevard/Corbis via Getty Images)
American actor and screenwriter Sylvester Stallone on the set of Rocky V directed by John G. Avildsen. (Photo by Sunset Boulevard/Corbis via Getty Images)

El resultado fue un éxito de tal magnitud que catapultó a Stallone al estrellato inmediato, convirtiéndolo en un icono instantáneo de los dramas deportivos. Costó un millón de dólares en hacerse y recaudó $225 millones en la taquilla mundial.A la aprobación del público se sumó la crítica y la industria, recibiendo 10 nominaciones a los Oscar, incluyendo mejor actor y guion original, y ganando la estatuilla a mejor película.

Sly pasó de ser un extra frecuentemente desempleado a la nueva promesa de Hollywood y con ganancias de $2.5 millones, cuando acababa de cumplir los 30 años. “Era el hombre más afortunado del mundo” dijo Stallone a Varietyhace unos años. “En aquel año antes que hice Rocky, mis ganancias totales de todo el año fueron $1.400. Ganaba $35 a la semana trabajando como cadenero (o guardia de seguridad). Eran unos $100 al mes”.

El primer guion lo vendió a MGM por $35.000 cuando tenía $100 en su cuenta bancaria y había vendido su perro mastín para pagar el alquiler. (No se preocupen, lo recuperó con las ganancias conseguidas). El segundo por $75.000 y el tercero por $120.000. Y todas fueron un éxito. Y así se abrió camino con otros personajes como Rambo, cuya primera película se estrenó en 1982, expandiendo más secuelas. Para 1990, 14 años después de Rocky, ya tenía tres entregas del soldado de Vietnam a sus espaldas y otras cinco del boxeador de moda.

Stallone se había coronado como héroe de acción, compitiendo contra otro icono de la época como Arnold Schwarzenegger. Vivieron un enfrentamiento en cartelera que se palpaba con cada película, haciéndonos testigos de una lucha por demostrar quién tenia la testosterona más alta, quién disparaba armas más grandes, quién mataba a más villanos, etc. Finalmente, con el paso del tiempo, se hicieron grandes amigos. Pero la decepción que provocó Rocky V (1990) al convertir al personaje en una figura deprimida, marginada y vanidosa hizo que todo cambiara.

Sylvester Stallone after winning in a scene from the film 'Rocky IV', 1985. (Photo by United Artists/Getty Images)
Sylvester Stallone after winning in a scene from the film 'Rocky IV', 1985. (Photo by United Artists/Getty Images)

Porque Stallone terminó pasando los siguientes 16 años esperando que alguien volviera a apostar por Rocky. Ese mismo actor que había sido capaz de crear franquicias exitosas y liderar otras producciones como Cobra (1986) o Tango y Cash (1989), de repente veía como su carrera vivía vaivenes inesperados

El actor y director comenzaba a caer en el olvido. Rocky había sido su billete de ida al firmamento de las estrellas, pero también fue el de regreso a los infiernos más dolorosos de Hollywood: el rechazo y el olvido. No debe haber nada peor para un actor que alcanza la fama que ser descartado por la misma industria que le dio alas porque comienza a ser inservible en la taquilla. Y eso le pasó a Stallone. Rocky V fue la primera decepción de su carrera -aunque vendrían muchas más- con el desaprobado de la crítica y la mala recepción por parte del público.

Su intento fallido en la comedia con ¡Para o mi mamá dispara! (1992) solo empeoró las cosas, y aunque disfrutó de otros éxitos como Riesgo total (1993), El demoledor (1993) o El especialista(1994), era el público internacional el que seguía apostando por sus películas. En EE. UU. el público comenzaba a darle la espalda.

Y así, Hollywood hizo lo mismo. Ante las malas elecciones y la falta de éxitos, sus agentes de CAA y su manager lo dejaron solo renunciando a sus servicios (aunque más tarde volvieron a ficharlo). “Era el año 2002 y no hubo nada para mí en seis años”, contó a Variety afirmando que ahora entiende la decisión de sus representantes tomaron en aquel momento.

Stallone cree que aquel pozo de su carrera sucedió porque no fue cuidadoso con sus elecciones. “Creo que pasó porque no fui tan diligente como debería haber sido a la hora de tomar ciertas decisiones en mi carrera”, dijo. “Por ejemplo, hice una película titulada D-Tox, tenía un buen reparto pero a una semana de comenzarla los productores decidieron cambiar de táctica y desde ese momento tuvo una nube gris. Estuvo guardada durante dos años y así fue el comienzo de “Stallone está acabado”.”

Sylvester Stallone, accompanied by Philadelphia Mayor Jim Kenney, raise his fists at the Rocky statue as the legendary 'Rocky Balboa' actor returns for a visit to Philadelphia, PA, on April 6, 2018 to promote the upcoming Creed II. The filming started this week for  the latest film in the Rocky/Creed franchise. (Photo by Bastiaan Slabbers/NurPhoto via Getty Images)

El actor de 76 años recordaba que la mala recepción que tuvieron Luz del día (1996) y Cop Land (1997) solo empeoraron las cosas. Cree que aquellos fracasos “fomentaron la opinión de que había pasado mi momento”.

Pero Rocky volvió al rescate. Aunque la industria no quería volver a saber de él, Stallone no había olvidado al personaje que califica como “un hermano” en su vida. Quería devolverlo a la vida cinematográfica con una redención final. “Pero cuando eres un actor de 60 años que quiere interpretar a un boxeador viejo tras una secuela que fracasó 15 años antes, tienes cero posibilidades”, recoraba Sly.

Nadie quería hacerla. El jefe de entonces de MGM, Alex Yemenidjian, rechazó la idea. ¿Cómo los convenció? Vendiéndola como una historia de dolor y pérdida. “Finalmente ha perdido a su amor, lo que significa el final de la ecuación para él. La única manera en que sabe cómo lidar con eso a través de la lucha”. Rocky VI se convirtió en Rocky Balboa y fue un éxito en 2006.

Rocky volvía a salvarlo, y lo que es más llamativo es que la experiencia fue aun más importante para Sly que la vivida con la primera Rocky. “El hecho que Rocky triunfó una vez más fue más emblemático para mí que Rocky I. Esta fue dura. No había elemento sorpresa, estaba pasado de la edad correcta y la audiencia que había venido antes no apareció. Fueron a verla los de 28 a 30 años”.

Luego haría otra redención para Rambo con la película de 2008, descubriendo que había un público joven que había crecido con sus películas también. Que ahora era una gloria del género para toda una generación de espectadores, como Schwarzenegger, Van-Damme, Willis y otros. Vio una salida que tenía potencial y se le ocurrió la saga de Los indestructibles.

Y mientras sigue haciendo otras películas, la llama de Rocky siempre ha estado viva. Volvió como secundario en Creed (2015) ganando el Globo de Oro a mejor actor de reparto, y se despidió de él pasando el testigo de esta nueva saga al hijo de Apolo Creed (interpretado por Michael B. Jordan) con la secuela de 2018.

Si bien en la actualidad, Stallone vive renegando contra los productores originales que todavía poseen los derechos de Rocky, el actor y director comparte continuamente con sus seguidores su amor por el pugil de Filadelfia y su deseo constante de volver a interpretarlo de nuevo. De momento, después de su paso por el mundo de las series con Tulsa King y mientras comparte su rutina familiar en el reality de Paramount+, The Family Stallone, nos tendremos que conformar con verlo desempolvando su rol como héroe de acción en Los indestructibles 4 junto a otras glorias del pasado.

Sin embargo, a sus 76 añosStallone está más lejos de la jubilación que nunca. Y si necesita salir de otro bache o conectar con el público, Rocky siempre está a una película de distancia.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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