El secreto mejor guardado de Nicole Kidman en 'Moulin Rouge, amor en rojo'
La actriz lleva años repitiendo el mismo método a la hora de crear sus personajes
Hace más de 20 años que Moulin Rouge, amor en rojo revolucionó a los amantes del cine musical con la historia de amor entre una cortesana y un poeta en el París bohemio de 1900. Era tan bizarra como colorida, apabullante y romántica. Un torbellino cinematográfico que nos arrastraba a su locura bajo la visión estética de Baz Luhrmann y las interpretaciones de Nicole Kidman y Ewan McGregor. En mi caso, la vi tantas veces (viví una época de obsesión absoluta) que llegué a aprendérmela de memoria. Y aun así no fue hasta hace muy poco que descubrí su secreto mejor guardado. Un secreto que tuvimos delante de nuestras narices desde 2001.
En este clásico moderno, que actualmente pueden encontrar en Star+, Nicole Kidman daba el do de pecho como una cortesana del famoso burdel parisino, cantando, bailando y seduciendo con sus ojos azules y cabellera pelirroja. Todas sus escenas las hizo ella misma, desde los bailes a las acrobacias y la voz, entrenando las coreografías y practicando durante dos semanas para subirse al trapecio en su secuencia de presentación -cuando rinde homenaje a Marilyn Monroe con la canción Diamonds are a girl’s best friend-. Hasta se rompió las costillas por entregarse tanto a los bailes y a los corsé.
Lo que intento decir es que todo en su interpretación fue fruto de su talento y entrega natural... a excepción de un detalle en particular.
Habiendo seguido su carrera desde sus primeras películas, como Terror a bordo, Días de trueno o Un horizonte lejano, donde lucía sus rizos naturales de color rojo (aclarándolos poco a poco para cada producción), habría jurado que esa cabellera pelirroja de Moulin Rouge, amor en rojo era la suya natural (pero alisada). Con una tintura más oscura, sin dudas, pero la suya al final. Después de todo se puede ver una partición en el lado izquierdo que nos hace creernos el truco.
Pero no. Nicole Kidman aquí también lleva peluca.
Y digo también porque hace décadas que la actriz australiana ha convertido las pelucas en su propio personaje secundario. Es más, juraría que Ojos bien cerrados fue el último personaje que hizo sin cabello falso.
Básicamente, Nicole Kidman es la reina de las pelucas de Hollywood. Su tendencia es tan conocida que existen podcasts, vídeos y decenas de memes dedicados a ellas. En realidad, hace años que no rueda casi ningún personaje sin llevar una, provocando un verdadero fenómeno viral cada vez que estrena una cabellera nueva en una serie o película, tanto porque sea perfecta, muy evidente o un tanto ridícula.
Sucedió con la cabellera gris y descuidada que lució en Destroyer (2018), generando tanta conversación que la actriz terminó reaccionando con frustración al ver que el interés por su cabellera falsa opacaba una de sus interpretaciones y películas más intensas. Por ejemplo, callando a un reportero que le preguntó al respecto en la rueda de prensa del Festival de Cine de Toronto o terminando una entrevista de radio abruptamente cuando sacaron el tema.
Algo parecido pasó con el flequillo ficticio de Celeste en Big Little Lies (2017-2019), generando conversación a lo largo de sus dos temporadas, sin siquiera llevar una partición creíble en el centro de la melena (fue una de las pelucas más plásticas que le vimos llevar hasta el momento).
También con el peinado inflado de Corazón borrado (2019) o el look descuidado de Un camino a casa (2016). Incluso la melena rubia ideal que luce en Las mujeres perfectas (2004), Australia (2008) o Grace princesa de Mónaco (2014) o El escándalo (2019) no son fruto de horas de trabajo en la silla de peluquería. También son peluca.
En su caso, las pelucas son parte de su transformación artística, así como Meryl Streep usa los anteojos y Brad Pitt mastica en sus escenas. Sin ir más lejos, en 2020 muchos nos creímos que había vuelto a lucir su cabellera original de rizos rojizos en la serie para HBO, The Undoing. Pero no. También era una peluca.
El furor viral por esa melena envidiable fue de tal magnitud que hasta ella no tuvo más remedio que tomárselo con humor, riéndose de sí misma publicando un meme en Instagram.
Pero volviendo a Moulin Rouge, amor en rojo. Es cierto que aquella cabellera brillante, roja y perfecta que lucía en el musical de Baz Luhrmann podría habernos despertado las sospechas, pero debemos tener en cuenta que en 2001 Nicole todavía no había adoptado la costumbre de las pelucas como hizo los 20 años siguientes. Todavía éramos espectadores vírgenes de su nueva tendencia y el haberla conocido con su cabello rojo salvaje la década anterior nos hizo creer que simplemente había vuelto a su color natural.
Pero no era el caso. Nicole llevaba una peluca perfecta en todo el metraje. Tan perfecta que muchos ni nos dimos cuenta. Y por si quedaba alguna duda, pueden ver en este vídeo del rodaje su cabellera natural durante los ensayos -más fina, casi rubia y con menos volumen- y el momento en que le colocan la peluca pelirrojo pasión:
Aunque sus rizos naturales eran la envidia cinematográfica de Hollywood a lo largo de los '90 -llegando a robarle protagonismo en pantalla al mismísimo Tom Cruise- Nicole contó en 1989 a People que no tenía “el tipo de cabello con el que puedas jugar en peluquería” (vía InStyle).
Esto la habría llevado a comenzar a teñirse y alisarse el cabello para poder moldearlo mejor a sus personajes, pero semejante abuso estilista le habría pasado factura. “¡Lo que desearía no haberme arruinado el cabello alisándomelo todo el tiempo!” dijo a Sunday Morning Herald de Australia en 2020.
Y ahí lo tienen. El secreto mejor guardado de Moulin Rouge, amor en rojo más de 20 años después.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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