Terapias naturales para retrasar el envejecimiento que puedes practicar desde ya en casa

La acupresión es una de las terapias naturales que puedes practicar en casa para retrasar el envejecimiento, pero hay otras recomendaciones que serán muy útiles de ahora en adelante para que lo inevitable llegue de la mejor manera posible. (Getty Creative)
La acupresión es una de las terapias naturales que puedes practicar en casa para retrasar el envejecimiento, pero hay otras recomendaciones que serán muy útiles de ahora en adelante para que lo inevitable llegue de la mejor manera posible. (Getty Creative)

Todos queremos extender la juventud, algunos por estética, pero otros por el bienestar de poder moverse sin cansancio, de evitar los dolores que va dejando el almanaque en los huesos, de mantener por mayor tiempo la piel tersa y cada parte del cuerpo bien puesta en su lugar, conservar la salud y la frescura. Aunque es imposible ser joven por siempre, sí podemos llevar a cabo algunas terapias naturales que nos permitan retrasar el envejecimiento.

Para comenzar es importante conocer de qué se trata el envejecimiento, porque tal como dice el famoso libro El arte de la guerra de Sun Tzu, “si conoces al enemigo y te conoces a ti mismo, no debes temer el resultado de cien batallas”.

Según expone la Organización Mundial de la Salud, el envejecimiento, desde el punto de vista biológico, es el conjunto de daños moleculares y celulares que va sufriendo nuestro cuerpo a lo largo del tiempo, lo que conduce a una disminución progresiva de nuestras capacidades físicas y mentales, así como también un mayor riesgo de sufrir enfermedades. “Estos cambios no son lineales ni uniformes, y su vinculación con la edad de una persona en años es más bien relativa. La diversidad que se aprecia en la vejez no es una cuestión de azar. Más allá de los cambios biológicos, el envejecimiento suele estar asociado a otras transiciones vitales, como la jubilación, el traslado a viviendas más apropiadas y el fallecimiento de amigos y parejas”.

El envejecimiento no responde solamente a procesos biológicos naturales, sino tambiñe  a factores externos como el estrés, y los grandes cambios en nuestra vida, como la jubilación, o la muerte de un ser querido. (Getty Creative)
El envejecimiento no responde solamente a procesos biológicos naturales, sino tambiñe a factores externos como el estrés, y los grandes cambios en nuestra vida, como la jubilación, o la muerte de un ser querido. (Getty Creative)

Control de la situación

Esto quiere decir que el entorno, y las situaciones externas que vivimos influyen poderosamente en el deterioro, lo que significa que si, de alguna manera, logramos controlar en gran medida los factores externos, estamos ayudándonos bastante. Por eso, antes de señalar algunas terapias naturales para retrasar el envejecimiento, podemos revisar algunos hábitos básicos que deberíamos tener, más allá del cuidado y protección de la piel.

El primero es mantener una alimentación saludable y equilibrada que incluya fibra, vitaminas, nutrientes y una hidratación adecuada, y que excluya o limite en lo posible alimentos procesados. Con este hábito debe ir enlazada la práctica moderada de actividad física frecuente. Una investigación publicada por Rejuvenation Research indica que "el ejercicio tiene efectos antienvejecimiento multisistémicos, entre ellos la pérdida de masa muscular".

Luego, tenemos que fomentar el hábito del descanso adecuado. Con el tiempo nuestros hábitos de sueño van cambiando por lo cual debemos tratar de aprovechar al máximo las horas disponibles para que nuestro cuerpo se recupere de la mejor manera. Asimismo, hay que limitar lo más posible el consumo de alcohol y eliminar, cueste lo que cueste, el hábito de tabaquismo.

La práctica moderada de actividad física frecuente es de las mejores terapias antienvejecimiento que podemos hacer en casa. (Getty Creative)
La práctica moderada de actividad física frecuente es de las mejores terapias antienvejecimiento que podemos hacer en casa. (Getty Creative)

Por último, pero no menos importante, evitar el estrés. Aunque no sean evidentes inmediatamente, las consecuencias el estrés son profundas. Pueden afectar nuestra salud en general y, por supuesto la piel revela sus huellas. Meditar, practicar actividades que nos llenen espiritualmente, establecer límites, y todo lo que pueda equilibrar nuestras emociones negativas es fundamental para retrasar el envejecimiento.

Las mejores prácticas

El portal especializado en terapias alternativas CuerpoMente sugiere además, algunas terapias naturales que aportan beneficios orientados a impulsar y mantener el correcto funcionamiento del organismo y, en consecuencia, frenar el avance del envejecimiento.

La primera de ellas es la acupresión, que busca estimular los mismos puntos que se tocan con la acupuntura pero con las yemas de nuestros propios dedos. Su origen descansa en la medicina alternativa china y según se explica en el portal del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, presionar correctamente los acupuntos ayudan a relajar los músculos, a mejorar la circulación sanguínea e incluso puede aliviar dolores de cabeza.

En digitopuntura o acupresión, se estimula un punto conocido como “belleza del cielo”, ubicado detrás de la mandíbula, debajo de los lóbulos de las orejas, que contribuye a mejorar el tono muscular en el rostro. (Getty Creative)
En digitopuntura o acupresión, se estimula un punto conocido como “belleza del cielo”, ubicado detrás de la mandíbula, debajo de los lóbulos de las orejas, que contribuye a mejorar el tono muscular en el rostro. (Getty Creative)

Además, al estimular algunos de estos puntos se activa la energía vital orientada específicamente a retrasar procesos de envejecimiento. Uno de ellos es el llamado “puerta de la vida”, ubicado en la parte baja de la espalda; que proporciona bienestar general, mientras que otro, conocido como “belleza del cielo”, ubicado detrás de la mandíbula, debajo de los lóbulos de las orejas, contribuye con el tono muscular en el rostro. Los puntos deben presionarse con suavidad, haciendo movimientos circulares lentos, durante unos cinco minutos.

Otra terapia natural poderosa es la reflexología, y cómo no si los pies -y también las manos- tienen infinidad de terminaciones nerviosas que, según la teoría de esta práctica, pueden asociarse con los órganos del cuerpo para alivia distintas dolencias según las zonas del pie que se masajeen.

La Clínica Mayo señala que, al ser de bajo riesgo, la reflexología es una opción adecuada para relajarnos y aliviar el estrés, y además, hay investigaciones que indican que es una terapia eficiente para reducir el dolor, aliviar la ansiedad y mejorar el sueño; también puede ser útil para tratar problemas de la piel y algunas enfermedades como artritis y diabetes.

Al ser de bajo riesgo, la reflexología es una opción adecuada para relajarnos y aliviar el estrés. (Getty Creative)
Al ser de bajo riesgo, la reflexología es una opción adecuada para relajarnos y aliviar el estrés. (Getty Creative)

Aunque los mejores resultados los obtendremos con un experto, en casa podemos efectuarnos un sencillo masaje antes de dormir. Con una postura cómoda que te permita masajear un pie a la vez, comienza por el izquierdo y traslada los dedos pulgares del talón a los dedos; puedes hacer movimientos circulares ejerciendo suave presión, en el sentido de las agujas del reloj. Con el puño cerrado traslada la mano tres veces y luego masajea cada dedo por separado.

Por último, la aromaterapia es otra práctica útil para intentar en casa. Según CuerpoMente, los aceites esenciales propicios para promover la energía del rejuvenecimiento son los de lavanda, porque incentiva la desinflamación y suaviza; el de geranio, que mejora la circulación) y el romero, que es antiinflamatorio y favorece la circulación, entre otros.

Para usarlos, hay que combinar máximo algunas gotas de aceite esencial, con aceite de almendras o jojoba y aplicar en las sienes, en las muñecas, las manos, el cuello. También se pueden usar en difusores para aromatizar el hogar y poder disfrutar de sus beneficios en los ambientes.

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