Timothée Chalamet fabrica su propio Wonka

CIUDAD DE MÉXICO, diciembre 6 (EL UNIVERSAL).- "Todo lo bueno en el mundo inicia con un sueño", reconoce Timothée Chalamet, actor, quien para esta precuela aceptó mancharse las manos de chocolate e interpretar a Willy Wonka, el famoso personaje ficticio dueño de la mejor fábrica de chocolate del mundo.

Creado por el novelista Roald Dahl, Willy Wonka se ha vuelto icónico por ser presentado en cine como un excéntrico amante de los dulces que descubre una fórmula para crear deliciosos e ingeniosos chocolates en su empresa de ensueño.

Ha sido interpretado por Gene Wilder en 1971 y Johnny Depp en 2005, pero lo que llevó a Chalamet a aceptar la empalagosa misión de ser el Wonka de las nuevas generaciones fue la historia creada por el director Paul King (Paddington).

"Willy Wonka es un personaje muy querido, y cinco páginas después de leer el guión vi cuan inteligente fue la interpretación de Paul sobre la historia de cómo Willy se convirtió en el Wonka que conocemos", dice Chalamet, de 27 años.

Al respecto, King acepta que encontró en la historia una mezcla entre la crueldad de un mundo real con la maravilla de un joven optimista; ideas que conjuntó para el nuevo guión que creó junto a Simon Farnaby.

"Creo que (Wonka) es un gran optimista", considera el director, "el mundo no es un lugar elegante, cálido y acogedor, pero Willy Wonka no acepta un no por respuesta y se propone cambiar las cosas tal como deben ser", señala King.

La nueva cinta, titulada Wonka, que se estrena mañana jueves en cines, está ambientada 25 años antes de los eventos de Charlie y la fábrica de chocolate (1971) y retrata cómo un joven y entusiasta Wonka conoce a los Oompa-Loompas, seres diminutos y mágicos que se vuelven sus principales aliados en la creación de chocolate.

Para dar vida a estos pequeños, pero muy inteligentes personajes, el actor Hugh Grant se sometió a un proceso de animación intenso que requería monitores en su rostro para posteriormente darle realismo a su papel, que está basado en los Oompa-Loompas de la película de 1971.

"Llevaba una especie de corona de espinas muy incómoda, tenía correas alrededor y había 16 cámaras diferentes. Dos meses después me llamaron: '¿puedes hacerlo de nuevo?' Dos meses después también y eso continuó durante dos años. No podría haber odiado más el asunto, pero luego ves el resultado final y dices: '¡ahhh!'", cuenta.

Un dulce reto

Thimothée considera este filme "una pieza complementaria de la película de Gene Wilder" con la que buscó darle al público una idea de Willy joven.

"Cuando los personajes son tan queridos, la gente los protege mucho, se muestra inmediatamente escéptica, pero cuando la historia, el guión y el concepto son tan inteligentes como lo que se les ocurrió a Simon y Paul, entonces la historia parece completamente justificada", señala.

La presión sobre su desempeño se aminoró cuando en el set convivió con actores como Olivia Colman, quien da vida a la Sra. Fregoso, la antagonista que se alía con los empresarios chocolateros para impedir que Willy venda su chocolate.

"Fue muy divertido interpretar a un malo", reconoce Colman. "Sabía que me divertiría trabajando con Paul y soy una gran admiradora de Timmy. Disfruté cada día porque tuve la libertad de aportar".

Todos estos elementos fueron los que Chamalet reconoce como parte del impulso que lo llevaron a conquistar su propio sueño: dar vida a Wonka.

"Fue un desafío maravilloso. Quiero, como dijo Paul en la canción 'Pure imagination', cambiar al mundo y tomar esa actitud optimista y positiva que tiene el joven Willy, que no acepta un no por respuesta y se niega a renunciar a sus sueños".