Tom Cruise y el día que bajó a la tierra contagiándonos la risa

A más de 40 años de su primera película, Tom Cruise se ha ganado el título indiscutible de súper estrella del cine. Su filmografía acumula la misión imposible de contar con más de una veintena de taquillazos mientras sigue siendo de los actores mejor pagados de Hollywood. Y probablemente, debido a ese halo de estrella, sea uno de los actores más inaccesibles en cuanto a su perfil personal y vida privada se refiere. Sin embargo, existe una entrevista donde sacó a relucir un lado que pocas veces le hemos visto. Y no, no hablo de la efusiva entrevista con Oprah.

Si observamos su historial mediático podríamos decir que desde que diera la nota saltando en el sofá de Oprah, extasiado mientras proclamaba su amor por Katie Holmes en 2005; o se metiera en un embrollo mediático al criticar a Brooke Shields por promover el consumo de antidepresivos y la psiquiatría, podríamos pensar que habría optado por deliberadamente no volver ser noticia. Después de todo, la curiosidad por su afiliación a la Cienciología, sus relaciones amorosas y sus hijos han dado infinidad de titulares a lo largo de los años, y Tom parece haberse alejado de las declaraciones que podrían llevarlo por el camino del cuestionamiento mediático. Por eso, quizás, es que el audio filtrado en el set de Misión Imposible 7 con su enfado contra un par de empleados que se habían saltado el protocolo Covid dio tanto que hablar. Porque reflejaba a otro Tom Cruise lejos del aura de estrella.

Sin embargo, si nos remontamos en el tiempo podemos encontrar una entrevista donde se dejó llevar por la comicidad de una anécdota hasta el punto de no poder seguir hablando. Su risa es tan contagiosa y honesta que todavía, 20 años después, sigue haciéndonos reír desde casa. Es más, estoy convencida que no hace falta ni entender inglés para que Tom te contagie la risa.

El momento más cercano de Tom Cruise

Me refiero a una entrevista que dio a David Letterman en 2004 durante la promoción de Colateral: un lugar y tiempo equivocado. En un momento de la charla comenzaron a hablar sobre las actividades que Tom hacía con sus hijos mayores, como escalar montañas o conducir motocicletas. Y fue al hablar de los picos que él mismo escalaba y las alturas hasta donde era capaz de llegar que el presentador le preguntó si alguna vez había sufrido las consecuencias de la altitud. Y entonces Tom se dejó llevar. Por completo.

Solo hay que verlo para entenderlo:

Cruise comenzó a contar que en una ocasión voló de copiloto a una altitud que requería llevar máscaras de oxígeno (Tom tiene licencia como piloto privado). “Los vientos eran mejores a más altura así que subimos pero nos dimos cuenta que no podíamos soportar la altitud y luego descender porque no teníamos suficiente oxígeno”, relataba. A continuación, explicaba que llevaban un pasajero detrás del avión y que junto al otro piloto se dieron cuenta que si le apagaban el oxígeno, podrían seguir volando a esa altitud.

Ya sea por los nervios de contar una anécdota peligrosamente mediática o por el recuerdo travieso, lo cierto es que el actor comenzó a reír sin poder contenerse. “No era peligroso”, señalaba mientras sigue riendo. “¿Qué pasó cuando le apagaron el oxígeno?”, preguntaba Letterman. “Se quedó en silencio, se quedó dormido”, bromeaba Cruise mientras le salen las carcajadas a borbotones. “Durmió todo el viaje” apuntaba.

“Si lo miras desde otra dirección, ¿eso no es intento de homicidio? Le apagaste el oxígeno, tienes suerte de no estar cumpliendo condena”, lanzaba el presentador representándonos a todos los que oímos la anécdota estupefactos mientras Tom no paraba de reír. Es más, ni siquiera puede terminar la historia sin que las carcajadas incitadas por el recuerdo dejen de interrumpirle. “Se despertó al aterrizar”, repetía hasta seis veces sin poder terminar la frase mientras Letterman no aguantaba y se sumaba contagiado por las carcajadas de Cruise. Y es en esos momentos que si todavía no empezaste a reírte con él, y pesar de lo escandalosa que sea la anécdota, ya se hace irresistible.

“Mis manos me hacen cosquillas, debe ser por la forma en que estaba recostado”, señalaba Tom que dijo el pasajero al aterrizar, sin tener idea que le habían quitado el oxígeno durante un tiempo. El actor entonces intentaba dejar claro que no estaban volando a suficiente altitud como “para causarle la muerte... solo entumecimiento”.

Curiosamente, a raíz de este vídeo recordé otra anécdota asociada al actor, y es que según relató la directora de Psicópata americano, Mary Harron, en una entrevista, Christian Bale le dijo haberse inspirado en una entrevista de Tom Cruise en el programa de David Letterman para interpretar al asesino Patrick Bateman. Según sus palabras, porque tenía una apariencia “intensa y amistosa sin nada en los ojos” que Bale encontró siniestramente intrigante como para inspirar la energía perturbadora de su personaje.

Desde entonces las redes comenzaron a especular y existe una leyenda urbana que señala que se trata de esta entrevista y el derroche de risas de Tom. Incluso existen foros que hablan al respecto. Pero no es real. Bale jamás se podría haber inspirado en esta entrevista porque tuvo lugar en 2004 y Psicópata americano se estrenó en el año 2000. En cambio, existen otras entrevistas menos conocidas y anteriores que podrían haber servido para la famosa inspiración.

Sin dudas, si existe una entrevista donde Tom se dejó llevar por la impulsividad del momento derribando auras de estrella, es esta contagiándonos la risa incluso años más tarde.

Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.

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