3 animales sagrados de México en peligro de extinción

Son parte fundamental de la cosmovisión mexicana, y ante la amenaza de su extinción, recordamos qué los hace tan importantes no solo para el medio ambiente, sino para nuestra identidad.

Jaguar

Balam para los mayas y Tepeyóllotl para los nahuas, es el felino más grande América, y quizá el más representativo de los animales sagrados de esta selección. Siendo que es un animal que es más activo en la noche, no es de extrañar que las culturas prehispánicas lo asociaran con la noche y el inframundo.

El jaguar se relacionó con la noche y el sol. Foto: Getty Images
El jaguar se relacionó con la noche y el sol. Foto: Getty Images

Es también el vínculo entre el día y la noche, con ojos capaces de ver en la oscuridad, manchas de estrellas y una relación directa con la luna, pues se convirtió en ella, pero también se le relacionó con la creación el primer sol.

Suele habitar en selvas, cerca de ríos y manglares, pero está en peligro de extinción. Si bien su caza, captura, transporte, posesión y comercio están prohibidos en todo el territorio nacional, los cambios de uso de suelo, así como la expansión de la actividad humana lo han puesto en peligro. Por suerte, existen algunas áreas protegidas dedicadas a su conservación.

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Águila real

Sin duda, no podemos dejarla fuera, sobre todo por su importante presencia en el escudo nacional de México, y en la cosmología mexicana. Su imponente vuelo hizo que toltecas, teotihuacanos y nahuas la relacionaran con el sol, y por lo tanto con Huitzilopochtli para estos últimos. Así, se le relacionaba con la voluntad y los guerreros.

Solo habría 156 parejas registradas de águilas reales en México. Foto: Getty Images
Solo habría 156 parejas registradas de águilas reales en México. Foto: Getty Images

En general, su vuelo era representativo del descenso de la luz sobre la tierra, y de ahí que sus plumas fueran preciadas para los guerreros y sacerdotes. Cabe destacar, que originalmente estas plumas no le eran ‘robadas’ a las aves, sino que eran ‘cazadas’ mientras se les caían en pleno vuelo, que se creía ocurría solo ante la presencia de quien fuese merecedor de este distintivo.

Sin embargo, desde 1994 la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales de México la incluyó en su lista de animales en peligro de extinción, y se considera que existen apenas unas 156 parejas que se conozcan de ellas. Una de las razones sería su caza y captura por ganaderos, que las culparían, erróneamente, de matar potrillos o becerros, así como tener problemas con los cableados de luz eléctrica.

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Colibrí

Uno de los mitos más hermosos de esta ave es maya, y cuenta que tras haber creado a todas las criaturas del mundo, los dioses se dieron cuenta que faltaba quien llevara los buenos deseos y pensamientos, pero ya no tenían barro ni maíz para crearlo. Así que, crearon una flecha de jade y después le soplaron, dando así vida a esta pequeña ave. Esta misma tradición asegura que los dioses castigan a todo aquel que lo enjaule y/o cace por sus plumas.

El colibrí se consideraba un mensajero divino y su caza estaba penada por los dioses. Foto: Getty Images
El colibrí se consideraba un mensajero divino y su caza estaba penada por los dioses. Foto: Getty Images

Así, es un símbolo del corazón y de los buenos deseos y mensajes de los seres queridos para los mayas, mientras que para los nahuas era símbolo de la protección de los guerreros.

De las 340 especies que habría de colibríes, 58 habitarían en México, de las cuales 18 de ellas estarían bajo algún tipo de amenaza, en parte debido a la actividad humana como el uso de plaguicidas y el cambio climático. Son particularmente importantes para el mundo, pues son aves polinizadoras,

Algunas prácticas esotéricas lo cazan para que una vez disecados, sirvan como amuleto para atraer el amor, e incluso habría quienes creen que comiéndolos podrían curar enfermedades del corazón. Pero ninguna de estas tendría orígenes prehispánicos.

@travesabarros