Charlize Theron y Tom Hardy: una discordia que supera los rumores
El actor no sale bien parado en las nuevas revelaciones del director de 'Mad Max: Furia en el camino': "había que convencerlo de que saliera de su camerino móvil"
Mad Max: Furia en el camino es, de sobra, una de las películas más excitantes, trepidantes y vigorosamente visuales de los últimos nueve años. Su estreno el 14 de mayo de 2015 en el Festival de Cannes marcó el regreso de la saga de George Miller por todo lo alto, avalada por los aplausos de la crítica y la aprobación unánime del público a continuación. Ahora es el turno de poner a prueba su legado con el estreno de la precuela, Furiosa: de la saga Mad Max, una producción protagonizada por Anya Taylor-Joy y Chris Hemsworth que sigue los mismos pasos (casi por cabala) debutando en el festival francés para luego aterrizar en cines el 23 de mayo.
Sin embargo, en medio de la gloria cinematográfica que obtuvo la película de 2015, recaudando 380 millones de dólares y siendo nominada a 10 premios Oscar (se llevó seis en el año de la victoria de En primera plana), siempre existieron rumores que hablaban de una experiencia dantesca, tanto por el infierno de producción que fue para el director como por la mala relación que habrían tenido Charlize Theron y Tom Hardy en el rodaje.
Es más, ellos mismos y otras personas del equipo hablaron al respecto en más de una ocasión. Pero nadie imaginaba la influencia negativa que habría provocado Tom Hardy en todo este embrollo.
Los trapos sucios de Mad Max dejan a Tom Hardy en evidencia
El director australiano se encuentra promocionando el estreno de Furiosa, y en una de las entrevistas concedidas habló abiertamente de la pesadilla vivida en el set de Mad Max: Furia en el camino. Sin embargo, en lugar de mantener la fiesta en paz y evitar señalar a nadie, no tuvo problemas en airear los trapos sucios dejando en evidencia la actitud problemática de Tom Hardy en el rodaje.
Miller dijo a The Telegraph que en el centro de la disputa estaba el simple hecho de que Tom Hardy y Charlize Theron "eran simplemente dos artistas muy diferentes".
"Tom tiene un daño, pero también una brillantez asociada, y sea lo que sea que estaba pasando con él en ese momento, había que convencerlo de que saliera de su camerino móvil", dijo el director. "Mientras que Charlize era increíblemente disciplinada (una bailarina de formación, lo que se notaba en la precisión de su actuación) y siempre era la primera en llegar al set", sentenció prácticamente confirmando los rumores que siempre apuntaron a que el problema era la tardanza de Hardy y la puntualidad de Theron.
"Soy optimista, así que vi que sus comportamientos reflejaban a sus personajes, donde tenían que aprender a cooperar para garantizar la supervivencia mutua", añadió . Sin embargo, George Miller fue rotundo al revelar su postura a continuación, dejando claro que no aprobaba la actitud de Tom Hardy de ninguna manera. "No hay excusa para ello, y creo que hay una tendencia en este negocio a utilizar grandes actuaciones como excusa para otras perturbaciones que podrían evitarse".
Una discordia que circula desde hace tiempo
Como suele ser habitual en Hollywood, los trapos sucios de Mad Max: Furia en el camino comenzaron a ventilarse en forma de rumores, aunque fue Tom Hardy el primero en confirmar que habían existido choques creativos importantes.
Lo hizo en la rueda de prensa de Cannes, pidiendo disculpas a George Miller delante de todos los periodistas, asegurando haberse sentido "frustrado" en la producción porque no veía la visión del director con claridad. "Lo más frustrante para mí o la parte más difícil [de la filmación] fue tratar de saber qué quería George que hiciera en un momento dado, minuto a minuto, para poder [ejecutar] plenamente su visión", confesó (vía Vanity Fair).
“Tengo que disculparme porque me sentí frustrado y no hay manera de que George pudiera haber explicado lo que concibió en la arena mientras estábamos allí [filmando]", dijo para entonces reconocer que no se había dado cuenta de lo brillante que era como director hasta después de ver la película terminada.
Pero había más... Porque su "frustración" no había sido el único inconveniente, sino que la fricción con Charlize Theron había sido un detonante conflictivo para toda la producción. Así lo reveló el libro Blood, sweat & chrome: the wild and true story of Mad Max: Fury Road, publicado en 2022 por el columnista de The New York Times, Kyle Buchanan.
“Éramos como dos padres en la parte delantera del coche. Estábamos peleando o nos estábamos congelando el uno al otro, no sé qué era peor”, explicaba Charlize Theron en sus páginas, según Vanity Fair. Aseguraba que la situación era “horrible” y reconocía que “no deberían” haber actuado de esa manera mientras el resto de la producción tenía que vivir la situación detrás de las cámaras.
Como apuntaba al inicio de este artículo, ambos intérpretes hablaron de la discordia en el pasado, excusándose en la falta de confianza que había entre los dos y el agotador proceso de producción (el rodaje se estiró un año y medio al filmar escenas extras hasta un año después de haber terminado). Sobre todo, como dijo la oscarizada actriz a Esquire en 2015, la ausencia de un guion claro para ellos y el aislamiento rodando en el desierto, subidos a un camión en movimiento casi todo el tiempo, tampoco ayudó. Pero tal y como revela el libro señalado, hubo un acontecimiento que hizo explotar la situación.
Theron acababa de comenzar su nuevo capítulo vital como madre y, según la doble Natascha Hopkins, no quería perder tiempo en el set. Estaba lista y a tiempo. Tom Hardy no. “Recuerdo vívidamente aquel día”, dice el operador de cámara Mark Goellnicht. “La llamada en el set era a las ocho en punto. Charlize llegó justo a las ocho en punto, se sentó en el War Rig [el camión que maneja su personaje, Imperator Furiosa], sabiendo que Tom nunca iba a estar allí a las ocho a pesar de que le hicieron un pedido especial para que llegara a tiempo. Era conocido por no llegar nunca en horario por la mañana. Si la hora de la llamada era por la mañana, olvídalo, no se presentaba”.
El primer asistente de cámara, Ricky Schamburg, añadía que si bien desconocen si era un juego de poder por parte de Tom Hardy, sí se sentía como algo “deliberadamente provocador”. “Si me preguntas, él sabía que estaba molestando mucho a Charlize, porque ella es profesional y llega muy temprano”.
Hardy habría llegado tres horas más tarde mientras Charlize se mantuvo esperando todo ese tiempo en el camión, ya preparada con vestuario y maquillaje y sin siquiera querer ir al baño. Entonces, la actriz saltó del vehículo y se dirigió a Hardy maldiciéndolo. “Diciendo: 'Multa al maldito cien mil dólares por cada minuto que ha robado a este equipo' y '¡Qué irrespetuoso eres!'”, señaló Goellnicht. "Tenía razón. Ella le gritó enfadada. Había ruido y mucho viento pero es posible que él haya escuchado algo de eso, y cargó hacia ella y dijo: '¿Qué me dijiste?'"
“[Hardy] fue bastante agresivo. Realmente se sintió amenazada, y ese fue el punto de inflexión”, agregó Goellnicht.
Según el libro, después de aquel choque, Theron pidió tener alguien a su lado que la protegiera, solicitando que la productora Denise Di Novi la acompañara en el set para sentirse segura y evitar que escalara el conflicto.
Sin embargo, a pesar del apoyo, la oscarizada actriz añadía que siguió sintiéndose “desnuda y sola” en el set porque a Di Novi solo le permitían quedarse en la oficina de producción, y no tenía permitido acceder al set por órdenes del productor Doug Mitchell. Un hombre que una guionista y amiga de Hardy llamada Kelly Marcel, define como un “bulldog” que no iba a permitir que “nadie interrumpiera” el mundo y trabajo de George Miller.
Theron añade que comprendía que el cineasta no quisiera interferencias pero el resultado fue que, a pesar de tener a la productora relativamente cerca, hubo semanas que “no sabía con qué iba a encontrarse, y no es algo necesariamente agradable cuando estás en tu trabajo. Era como si caminara sobre hielo”. Miller, por su parte, señalaba que se sintió decepcionado pero que si tuviera que vivirlo de nuevo, “probablemente sería más atento”.
Era precisamente Kelly Marcel quien añadía algo de luz a la discordia, recordando que ambos actores estaban viviendo un proceso “muy intenso”, señalando, además, las grandes diferencias entre ellos. “Hardy era muy físico y explosivo e intentaba todo tipo de cosas, mientras Theron era más cerebral y muy consistente en la forma que trataba a su personaje […] Ambos son grandes potencias, pero con formas muy diferentes de trabajar. Que, curiosamente, es la razón por la que la película funciona: todo se desborda en la pantalla".
Con el paso del tiempo, Tom Hardy también reconocía que “en retrospectiva” se le había subido el momento a la cabeza. “La presión sobre nosotros dos era abrumadora a veces. Lo que ella necesitaba era una pareja mejor, tal vez más experimentada en mí… Me gustaría pensar que ahora que soy mayor y más feo, y podría estar a la altura”, confesó el actor de Venom.
Finalmente lograron terminar la película manteniendo la fiesta en paz, en parte porque Hardy fue “más cooperativo y compasivo”, según Goelnicht. De esta manera llegamos al famoso regalo que Theron le hizo a su compañero al terminar el rodaje: una tarjeta que decía “eres una pesadilla absoluta PERO también malditamente maravilloso. Te extrañaré un poco” (vía Esquire).
De momento no han vuelto a trabajar juntos de nuevo.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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