Chris Hemsworth abre la veda de poner a Marvel contra las cuerdas
A Marvel no le están yendo las cosas muy bien que digamos. No como antes. No como en la época de liderazgo vengador cuando Robert Downey Jr. y compañía arrasaban en taquilla sin miedo al fracaso. Durante casi 15 años, el estudio parecía tener a la crítica y al público comiendo de su mano, arrasando con todas las ideas que llevara hasta la gran pantalla. Hasta que, de repente, todo cambió.
Porque la taquilla no responde a las nuevas ideas como antes (como demostraron las recaudaciones de Shang Chi o Eternals) y varias de las películas de la Fase 4 recibieron de las peores calificaciones de la crítica obtenidas por la saga en Rotten Tomatoes (Eternals, Doctor Strange en el multiverso de la locura, Thor: Amor y Trueno). A todo esto se suman las quejas de los especialistas en efectos especiales y el despido de Victoria Alonso que, en conjunto, pusieron en tela de juicio la imagen pulida y brillante que tenía el estudio. Y por si nos quedaba alguna duda del frágil pedestal donde parece mantenerse el estudio, llega Chris Hemsworth con el garrotazo definitivo que lo sentencia.
El actor australiano se encuentra promocionando la secuela de Misión rescate, y en una entrevista para la versión británica de la revista GQ admite que, a veces, se ponía “enfermo” de interpretar al superhéroe de Asgard. “Me encanta la experiencia. Me encanta el hecho de que he podido hacer algo bastante diferente a lo largo del proceso”, dijo. “Thor 1 y 2 eran cosas propias, Thor 3 y 4 tenían una sensación muy diferente... y luego incluso Avengers, Lebowski Thor, Infinity War Thor, debido a diferentes directores y creo que principalmente mi propia necesidad de hacer algo distinto”.
“Me cansé del personaje bastante rápido cada dos años”, admitió. Y si bien no cierra la puerta a interpretar al Dios de Trueno más adelante, siempre y cuando “sea algo muy drástico que mantenga al público en alerta”, también demuestra que es consciente del hartazgo que está propagando la saga con la ausencia de riesgos narrativos y propuestas nuevas. “De lo contrario, termina siendo la fatiga de esos personajes y esas películas, donde la gente dice: ‘Ya lo he visto’”.
Pero el marido de Elsa Pataky no se calla y sigue. Porque si bien admite no haber visto Ant-Man and the Wast: Quantumanía, concuerda en la misma sensación que tuvimos muchos al verla: que no hacía falta expandirla a lo grande, que la historia de Paul Rudd funcionaba mejor en pequeño. “Ese es el truco: hay que separar todas esas historias”, explicaba Hemsworth. “El mundo está en peligro, ¡y todo el universo! Pero claro, también lo estuvo en las últimas 24 películas”, añade para señalar directamente la clave tan repetitiva de la misma saga en la que participa desde 2011.
Incluso da la razón a las críticas que rechazaron Thor: Love and Thunder por su tono burlón, admitiendo que “se convirtió en algo muy tonto” porque sencillamente se estaban divirtiendo en el rodaje.
Y ahora, yo me pregunto, ¿desde cuándo un actor de Marvel, protagonista de una de sus ramificaciones más lucrativas, aprueba las críticas y señala los errores del estudio? ¿Estamos siendo testigos de una etapa diferente para el estudio, en donde ni sus propias estrellas temen ir en contra de la visión actual de Kevin Feige? ¿Qué nos dice esto, entonces, de la posición actual de Marvel en Hollywood?
Porque Chris Hemsworth no es el único. Su compañero y padre de la ficción, Anthony Hopkins, también abrió la boca, revelando la poca implicación artística que tuvo interpretando a Odin. “Me pusieron una armadura y me pusieron una barba”, dijo recientemente a The New Yorker. “Siéntate en el trono, grita un poco. Si estás sentado frente a una pantalla verde, no tiene sentido actuar”, añadió. Y con esta explicación pudimos comprender ese desinterés tan acartonado que transmitía su interpretación.
Hasta Elizabeth Olsen lanzó su propia crítica durante una entrevista con el podcast Happy Sad Confused (vía People). La actriz, que interpretó a Wanda en seis películas y la aclamada miniserie de Disney+, reveló que su consejo para cualquier actor joven que quiera sumarse a la saga es que “solo le den una” película al estudio. Es decir, que no se cierren a un contrato de varias producciones como hicieron ella y muchos de sus compañeros. Como si estuviera diciéndoles que hagan una película, disfruten la experiencia, aprendan y a otra cosa mariposa. Que no se encasillen, que no se aten.
Evidentemente, ninguno de ellos tiene nada que perder al sincerarse con el mundo. No es lo mismo que lo haga un actor recién llegado que debe su momento de gloria a la expansión global del UCM. Los tres disfrutan de carreras activas que no necesitan de Marvel para seguir adelante y, en cierto sentido, al coincidir con la opinión general, se ganan el favor del público. Porque estos comentarios no los hicieron cuando Marvel era el estudio intocable en la industria de los blockbusteres. El todopoderoso de la taquilla internacional. Sino que lo hacen ahora cuando ya cumplieron sus etapas pero, sobre todo, en el momento que Marvel no pasa por su mejor momento entre las críticas de los trabajadores de efectos especiales (vía Indiewire) y la sensación de falta de originalidad que se empieza a respirar en el ambiente.
Y así, analizando los comentarios en conjunto, podemos llegar a una conclusión que rompe con la imagen intocable que tenía Marvel. Porque si sus propios intérpretes, esos que ganaron millones con sus películas y, en ciertos casos, alcanzaron el reconocimiento internacional a través de la saga, abren la veda a las críticas y comentarios que dan la razón al fracaso o las reacciones negativas, entonces podría quedarnos claro que Marvel ya no se encuentra en ese plano de deidad hollywoodense.
Este artículo fue escrito en exclusiva para Yahoo en Español por Cine54.
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